Es la semana nacional de conciencia sobre estos trastornos con el lema de "No tenía idea" diversas organizaciones ponen el foco en alertar sobre estos peligros. Lo que se intenta señalar es la importancia de la intervención temprana y el darle atención a los primeros signos en una serie de patologías que afectan la vida de decenas de millones de personas de todo el mundo y hasta puede acabar con ellas.
En una cultura obsesionada con la comida rápida, dieta y la imagen corporal, muchas jóvenes sienten insatisfacción con su cuerpo y arrancan con dietas y planes alimenticios no supervisados que pueden llevarlas a conductas alimenticias peligrosas y poco sanas. Algunas veces, estos patrones alimenticios, combinados con algunos problemas emocionales pueden convertirse en desórdenes de la alimentación que son realmente peligrosos.
Quienes lo padecen, intentan mantener en secreto sus problemas con la comida, así que resulta difícil saber con exactitud cuántas personas padecen trastornos alimenticios. Se calcula que unos 20 millones de mujeres y 10 millones de hombres sufren algún tipo de estos trastornos en Estados Unidos. Según la Asociación Nacional para los Trastornos Alimenticios 4 de cada 10 estadounidenses sufren o conocen a alguien que sufre un trastorno alimenticio.
Los tipos de trastornos alimenticios más comunes son:
Anorexia nerviosa, cuando la persona adelgaza demasiado, pero no come lo suficiente porque se siente gorda.
Bulimia nerviosa, que incluye períodos donde la persona come demasiado seguidos por frecuentes purgas, a veces vómitos autoprovocados o uso de laxantes.
Compulsión para comer, que consiste en comer sin control.
Más mujeres que hombres
Las mujeres tienen muchas más probabilidades que los hombres de tener trastornos de la alimentación, que suelen comenzar en la adolescencia y con frecuencia se presentan con depresión, trastornos de ansiedad y abuso de drogas, según datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Otras consecuencias
Entre otros, los trastornos de la alimentación pueden causar problemas en el corazón, en los riñones e incluso la muerte. Es importante obtener ayuda a tiempo, incluyendo supervisión, terapia psicológica, asesoramiento nutricional y, algunas veces, medicinas.
Quienes sufren estos desórdenes usualmente tienen miedo intenso de aumentar de peso y poseen una imagen corporal distorsionada, por lo que se ven mucho más gordos de lo que son. Este miedo, las lleva a pasar hambre y días de abstinencia, muchas de los cuales son seguidos por atracones y comilonas, los cuales les dejan un sentimiento de culpa que intentan reparar con purgas, laxantes y vómitos.
Existen diversas teorías diferentes acerca de las causas de desórdenes alimenticios, pero en general, se dice que se deben a una combinación de factores psicológicos, familiares, genéticos, ambientales y sociales. La dieta o la pérdida de peso podría proveer cierta estabilidad emocional o sentido de control.
Mayor predisposición
Este tipo de trastornos son frecuentemente asociados con sentimientos de inutilidad, tristeza, ansiedad, y perfección. Los adolescentes que participan en deportes o actividades artísticas, que enfatizan la delgadez y la competencia, como el ballet, atletismo, gimnasia y patinaje, tienen mayor predisposición a desarrollar un desorden de la alimentación.
La lucha contra los trastornos alimenticios es un tema que involucra a la familia completa. Si bien hay cosas que la familia no debería hacer o decir, hay otras que sí pueden ayudar y mucho. El tratamiento exitoso de los trastornos alimenticios suele ser un proceso largo y por lo general difícil, ya que suele haber contratiempos y recaídas.
Tratamientos combinados
Con mucha frecuencia, se utiliza un método por pasos para los pacientes con bulimia y anorexia. Los antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) se emplean a menudo para tratar la bulimia, combinados con la terapia cognitiva conductual y los grupos de apoyo.
Si sospechas que alguien amigo o familar sufre alguno de estos trastornos puedes encontrarte con la dificultad de cómo hablarle ya que en general tienden a negar el problema o no quiere hablar de ello. No te desalientes si ante la primera confrontación con el problema te encuentras con una actitud defensiva. Vuélvelo a intentar.
Objetivos a seguir
Cambiar su imagen corporal, mejorar su autoestima y trabajar otros problemas emocionales y afectivos que pueden estar interfiriendo. En este proceso, puedes descubrir otros problemas como depresión, ansiedad o un desorden compulsivo y hasta existe una tendencia mayor a caer en el abuso de sustancias. Para más información visita la National Eating Disorders Association al www.nationaleatingdisorders.org