Sonríe con confianza: 10 claves para mantener tus dientes sanos

Tal vez parezca una obviedad, pero las revisiones dentales regulares son esenciales para detectar y tratar a tiempo cualquier problema de salud bucal. Visita a tu dentista al menos una vez al año para realizarte una limpieza profesional y asegurarte de que tus dientes están en buen estado. Durante la revisión, el dentista examinará tus dientes, encías y tejidos blandos para detectar cualquier signo de enfermedad.

Elegir un buen cepillo de dientes es fundamental para una buena higiene bucal. Para asegurar su eficacia, este deberá tener cerdas suaves y ser cambiado cada 3 meses. Recuerda que al igual que con tus dientes, tu cepillo requiere de ciertos cuidados. Luego de usarlo debes enjuagarlo con mucha delicadeza bajo el agua corriente, guardarlo siempre en posición vertical con las cerdas hacia arriba y no permitir que tenga contacto entre sí con otros cepillos. Tampoco debes limpiarlo con soluciones desinfectantes, enjuagues bucales, o lavavajillas.

Además de conseguir un cepillo adecuado, debes cepillarte correctamente para cuidar tu salud bucal. Cepíllate al menos dos veces al día (mañana y noche) durante dos minutos, esto es fundamental para eliminar la placa bacteriana, principal responsable de las caries y enfermedades de las encías. Realiza movimientos circulares, prestando atención a todas las superficies de los dientes, incluyendo las caras internas y las superficies de masticación.

Es importante que cepilles tu lengua suavemente con un raspador o con el mismo cepillo de dientes para eliminar las bacterias que causan el mal aliento y mejorar la salud bucal en general. La lengua es un lugar donde las bacterias se acumulan fácilmente, por lo que es importante limpiarla para mantener una buena higiene.

El hilo dental es prácticamente igual de importante que el cepillo de dientes, aunque muchas veces su uso se pasa por alto. Es una herramienta indispensable para eliminar la placa y los restos de comida entre los dientes, zona en la que pueden vivir bacterias que causan caries y que el cepillo no alcanza. Utilízalo al menos una vez al día para prevenir la formación de sarro y mantener tus dientes sanos.

Una dieta equilibrada, baja en alimentos azucarados, pegajosos y ácidos, es fundamental, ya estos pueden erosionar el esmalte dental y causar caries. Opta por frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Estos alimentos no solo son buenos para tu salud bucal, sino también para tu salud general.

De la misma forma que te cuidas con los alimentos, debes prestar especial atención a lo que bebes. Las bebidas azucaradas como las gaseosas, jugos artificiales y energizantes son enemigas de tus dientes. Esto se debe a que su alto contenido en azúcar puede causar caries y erosionar el esmalte dental. Si consumes este tipo de bebidas, hazlo con moderación y asegúrate de enjuagarte la boca con agua después.

El agua es la mejor bebida para tus dientes. Beberla después de cada comida ayuda a eliminar los restos de alimentos y neutralizar la acidez bucal, previniendo la formación de caries. Además, el agua ayuda a mantener la boca hidratada y a prevenir el mal aliento.

Fumar es uno de los peores hábitos para tu salud bucal y general. El tabaco daña tus dientes y encías, aumentando el riesgo de sufrir enfermedades como la periodontitis y el cáncer oral. Si fumas, dejarlo es la mejor decisión que puedes tomar para cuidarte. Existen muchos recursos disponibles para ayudarte a dejar de fumar, como programas de ayuda, medicamentos y apoyo psicológico.

Si practicas deportes de contacto, utiliza un protector bucal para evitar lesiones en tus dientes, este absorberá el impacto de un golpe y te protegerá de fracturas, roturas y avulsiones. También puedes consultar a un dentista si padeces bruxismo (un trastorno en el que rechinas, crujes o aprietas los dientes inconscientemente cuando estás despierto o dormido). Para estos casos, se puede recomendar el uso de un protector o placa de descanso.

La salud bucal no solo es importante para tu estética, sino también para tu salud general. Una mala higiene bucodental tiene repercusiones que van más allá de las caries y el mal aliento, ya que también puede causar dolor e incomodidad para comer y hablar, problemas respiratorios y cardíacos (por el ingreso de bacterias de la boca en el torrente sanguíneo), diabetes, y malestar digestivo.