Sexo y adolescentes: los estados con menos protección

La encuesta de Conductas de Riesgo entre Jóvenes, realizada por los Centros de Control y Prevencion de Enfermedades (CDC) abarcó una serie de preguntas sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazo en una evaluación dividida por estados.

Los investigadores encontraron que los índices más altos de estudiantes que no utilizan ninguna forma de protección están en el sur y el sudoeste de Estados Unidos, mientras que en el noreste existe la tasa más baja de embarazo adolescente.

Los estados en la zona central-oeste del país tienen una tasa de protección sexual cercana a cero entre los estudiantes secundarios, pero índices de embarazo adolescente relativamente bajos. En las ciudades de Massachusett y Nueva York, el acceso en forma confidencial a los métodos anticonceptivos muestran sus resultados y se refleja en que son de las dos ciudades con un índice menor de embarazo adolescente.

Entre los tres primeros estados de falta de protección entre los jóvenes se encuentra Texas, en el cual el 19% de los jóvenes no utilizan métodos de protección sexual, seguido por Tennessee con el 18.8% y luego Arkansas con el 17.8%. Para tener una idea, más de 37 mil jóvenes de entre 15 y 19 años tuvieron un hijo en Texas en el 2013.

Si bien pueden resultar un tanto alarmantes las cifras, esos números de Texas implican una drástica reducción de un 48% desde el pico de nacimientos de embarazos adolescentes que hubo en 1991, sobre todo en jóvenes de la raza blanca, seguido por las de la raza negra y luego por hispanas.

Arizona, se encuentra en el cuarto lugar con un 58% de reducción del embarazo adolescente en relación al pico mencionado en 1991. En el 2013, hubo en ese estado más de 7000 jóvenes de entre 15 y 19 años que dieron a luz. Por otro lado, el 16% de los jóvenes de Missouri confiesan no utilizar protección, seguido de muy cerca por Nevada.

Hablar con un adolescente no es fácil y la forma en que se dé el dialogo varía de familia en familia. Lo que los expertos recomiendan es no abordar el tema como una única charla sino hablarlo varias veces a lo largo del camino y en la forma lo más naturalmente posible y no como un sermón.

Utiliza las palabras adecuadas y los términos científicos para referirte a las diferentes partes del cuerpo humano. Concéntrate en la salud en general, es decir tanto en la salud sexual como en la emocional y en la física. Dale la oportunidad de preguntar lo que quieran y responde las preguntas en forma clara y adecuada.

Cuando se trata de hablar con tus hijos, los expertos recomiendan tocar 6 puntos: la salud sexual (prevención y protección) , la salud emocional (cómo lidiar con los sentimientos), la salud física, la imagen corporal (autoestima y confianza en uno mismo), seguridad en las relaciones con los pares y los cambios corporales y normas de higiene.