Muchos ven en la ropa interior ajustada una oportunidad de remarcar la figura. Pero lo cierto es que este beneficio estético se puede pagar con graves consecuencias para la salud, ya que usar este tipo de prendas pueden causar desde irritación e infecciones hasta problemas de infertilidad. Conoce aquí por qué debes evitarlas.
Irritación
Como es de esperar, la ropa interior ajustada se encuentra en constante contacto con la piel. Esto puede derivar en irritaciones y problemas cutáneos, especialmente en personas con alergias. ¿El motivo? El paño, el tinte de la ropa, e incluso los químicos sobrantes del detergente o jabón pueden favorecer la aparición de trastornos como dermatitis.
Al reducirse la ventilación, factores como el calor y la humedad pueden incrementar en el área de los genitales. Esto puede traer como consecuencia, por ejemplo, alteraciones en el pH vaginal, y con ello, un mayor riesgo de infecciones. En el caso de los hombres, también puede producir dolor testicular.
Dificulta la respiración
Algunas prendas interiores, debido a la fuerza con la que el elástico se ajusta en el abdomen, pueden dificultar la respiración. Esto se debe a que la presión que ejercen impiden que tanto el tórax como los pulmones se expandan de forma adecuada.
Peor circulación
Los especialistas advierten que usar ropa interior demasiado ajustada puede reducir el flujo sanguíneo hacia ciertas zonas del cuerpo, por ejemplo, las extremidades inferiores. Si bien esto no es un problema en casos puntuales, puede convertirse en una complicación si el uso de este tipo de ropas se vuelve una costumbre.
Ansiedad
Al limitar la circulación de oxígeno en la sangre, la ropa interior ajustada también puede provocar que el organismo retenga dióxido de carbono. A la larga, esto puede traer consecuencias en el plano de la salud mental, específicamente dificultando la concentración o aumentando el riesgo de ansiedad.
Malestar estomacal
De forma similar a lo que ocurre con los problemas respiratorios, la presión que ejercen las prendas ajustadas puede repercutir en la salud digestiva. Los investigadores señalan que empujan el ácido estomacal a través del estómago, provocando los conocidos y molestos síntomas del reflujo.
Aunque esta consecuencia aún es estudiada para conocer su verdadera incidencia, algunos expertos advierten que la ropa interior apretada puede aumentar la temperatura de los testículos, afectando así la producción y calidad de los espermatozoides, y aumentando el riesgo de infertilidad. Incluso, existe evidencia que señala que sus efectos son más agresivos que los que causa el tabaco.
Cómo saber si la ropa es muy ajustada
Tu ropa interior probablemente sea demasiado ajustada si no te permite realizar movimientos de forma natural, como agacharte, deja marcas en la cintura o entrepierna luego de llevarlas por unas horas, o te provoca entumecimiento y hormigueo.
Existen investigaciones que advierten que la ropa interior comúnmente puede albergar en promedio hasta un gramo de heces. Si a esto se la suma una constante fricción con la piel y los genitales debido a prendas ajustadas, las probabilidades de desarrollar infecciones aumentan.
Ropa interior ideal
La función principal de la ropa interior es la de proteger la zona íntima. Se sugiere usar prendas holgadas, que permitan la circulación del aire y que puedan absorber la humedad que se genere. Para ello, el algodón es ideal, ya que permite tener frescura y suavidad. Por el contrario, usar prendas sintéticas favorece la transpiración, y el clima propicio para irritaciones e infecciones.
La ropa interior que usamos puede variar dependiendo la actividad que desarrollemos. Por ejemplo, mientras haces ejercicio, debido a que hay mayor movimiento corporal, la recomendación es usar ropa interior un poco más ajustada con la finalidad de evitar rozaduras. En cambio, cuando te encuentres trabajando, generalmente en una misma posición durante horas, opta por ropa cómoda y menos ajustada.
Fuentes consultadas
Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel.