Con sus, aproximadamente, 2 metros cuadrados de extensión, la piel es el órgano más grande del cuerpo. Se encarga de mantener íntegras las estructuras del organismo, actúa como barrera protectora contra agentes extraños, funciona como regulador de temperatura y receptor. Pero, también puede verse afectada por muchos trastornos, entre ellos, la irritación.
Ya sea por estrés, condiciones climáticas o los efectos secundarios de ciertos medicamentos, nuestra piel puede irritarse. Esto se traduce en molestos sarpullidos, que provocan picor, y, al rascarlos, perpetuamos la irritación. Para controlar este círculo vicioso, puedes optar por las siguientes opciones naturales:
Agua
Mientras que la cafeína y el alcohol deshidratan la piel, el agua la mantiene hidratada, en forma y libre de toxinas. También promueve la desaparición de líneas o arrugas. Para disfrutar sus bondades se aconseja beber alrededor de 8 vasos por día o consumir alimentos ricos en agua, como sandía, piña, melón, naranja, pepino, espárragos, apio, o berenjenas.
Tomate
Debido a que posee licopeno, un poderoso antioxidante, el tomate es una de las mejores defensas para la piel. Si deseas consumirlo, lo mejor es cocerlo antes, ya que de esta forma se mejora su absorción. De lo contrario, puedes pelarlo, triturarlo y usar la pasta sobre la zona afectada. Incluso puedes mezclarla con un poco de leche o miel.
Pueden que las disfrutes fritas, pero las papas crudas son ideales para calmar las irritaciones cutáneas. Tan solo debes cortarlas en rodajas, colocarlas sobre el área afectada, dejarlas actuar y luego enjuagar suavemente. Además, por su rico contenido de cobre, ayudan a producir fibras de elastina, que dan a la piel elasticidad y brillo.
Sábila o aloe vera
La sábila es rica en vitaminas A, B, C, y E, ácido fólico, y minerales, como calcio, magnesio, manganeso, potasio, selenio, y zinc. Gracias a esta composición, y a su capacidad para retener el agua, se cree que tiene un gran poder cicatrizante, tonificador y de profunda penetración en la piel. Estas cualidades la convierten en uno de los ingredientes más usados en la industria cosmética.
Aguacate
El aguacate tiene una gran cantidad de ácidos grasos saludables, aceites esenciales y vitaminas del complejo B, que ayudan a nutrir piel. Puedes preparar una mezcla para combatir la inflamación, irritación y enrojecimiento, triturando la pulpa de un aguacate con jugo de limón y extendiéndola por la zona dañada. Deja actuar y luego enjuaga.
Hierbas hidratantes
Entre las plantas que mantienen la piel bien hidratada se destaca la espinaca, acelga y ortiga. Puedes preparar una loción hirviéndolas en agua y dejándolas reposar, para luego aplicarlas hasta dos veces por día en las zonas afectadas por la irritación.
Uno de los remedios caseros más populares para cuidar la piel consiste en mezclar una manzana rallada con una cucharada de miel y algunas gotas de jugo de naranja. Las propiedades humectantes y desinflamatorias de la manzana, gracias a que posee una sustancia llamada pectina, ayudarán a revertir el picor y enrojecimiento de la piel irritada.
Evita estos alimentos
Puedes prevenir la irritación cutánea reduciendo o eliminando de tu dieta otros alimentos que resultan dañinos para la piel. Entre los principales se encuentran: carnes rojas, margarina, cafeína, especialmente la que proviene de energizantes y refrescos, alcohol, y productos azucarados, salados, fritos o procesados, como papas fritas, salchichas o dulces.
Consulta a un profesional
Recuerda, existen muchos tipos de piel, que, a su vez, pueden estar influenciadas por diferentes factores: alimenticios, regionales e incluso genéticos. Cada piel es distinta. Por ello, antes de recurrir a cualquiera de estas opciones consulta con un profesional para saber si son compatibles con tu piel y no existe riesgos de efectos secundarios.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional
de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU.,
Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de
la Piel.