Aceite de camelina: qué es y para qué sirve

El mundo de los aceites nos ofrece multiplicidad de opciones, no solo para conseguir distintos sabores en nuestro platillos favoritos, sino para tratar diferentes afecciones. Entre ellos se encuentra el de camelina, que, aunque poco conocido, esconde muchas propiedades.

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La Camelina sativa, popularmente conocida como sésamo bastardo, oro de placer o lino falso, es una planta perteneciente a la familia Brassicaceae. Tradicionalmente se ha cultivado como una oleaginosa para aprovechar su aceite vegetal, triturando e hirviendo sus semillas. Este producto se usa con fines gastronómicos, cosméticos, e industriales. También puede ofrecer ciertas beneficios para la salud.

¿Cuida las articulaciones?

El ácido gamma-linolénico, el oleico y el kaempferol, son componentes activos en el aceite de camelia que pueden reducir la inflamación de los tejidos y las articulaciones. Distintos estudios vincularon su acción con una reducción de los síntomas de la artritis, problemas gastrointestinales, afecciones respiratorias e incluso dolores de cabeza.

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Aumenta las defensas

El aceite de camelia se asocia al fortalecimiento del sistema inmunitario, aumentando las defensas contra infecciones bacterianas y virales. Los expertos creen que esto se debe a los niveles de triterpenos que se encuentran en este aceite, que tienen propiedades inmunoestimulantes.

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Control del colesterol

El aceite de camelia contiene más del 90% de grasas insaturadas, que lo convierte en un aceite único. Dada la naturaleza antiinflamatoria y cardioprotectora de estos productos, muchas personas lo consumen para mantener bajo control los niveles de colesterol. Las investigaciones informan que su uso puede reducir el riesgo de aterosclerosis y otras formas de enfermedad cardíaca.

Para tratar las heridas

El aceite de camelina es rico en vitamina E, un antioxidante que puede estimular el flujo sanguíneo a la piel e inducir la curación, así como el crecimiento de nuevas células. Para heridas, raspones, cortes y contusiones, la aplicación tópica de una pequeña cantidad de este aceite puede proteger contra las infecciones y minimizar la aparición de cicatrices.

Fortalece los huesos

El aceite de camelina es rico en muchos minerales, como calcio, fósforo y potasio, útiles para mantener la densidad mineral ósea y retrasar la aparición de enfermedades como la osteoporosis. Esto también ayuda a minimizar los síntomas de la osteoartritis, aumenta el rango de movimiento o movilidad y disminuye el riesgo de caídas.

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Mejora la salud capilar

Otro uso tradicional del aceite de camelia es fortalecer y acondicionar el cabello. El rico suministro de aceites puede cubrir los mechones e hidratar el cuero cabelludo, lo que ayuda a eliminar la caspa y prevenir puntas abiertas o cabello quebradizo.
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Hidrata la piel

La evidencia científica disponible muestra que el aceite de camelina puede suavizar las zonas ásperas de la piel y retener la humedad, convirtiéndolo en un remedio ideal para las personas cuya piel está expuesta regularmente a amenazas. También puede minimizar la aparición de arrugas y mantener la piel joven y saludable.

Rico en vitamina E

El aceite de camelina es particularmente rico en vitamina E y antioxidantes, compuestos que suprimen las reacciones biológicas que conducen a la inflamación en el cuerpo. Además, existen investigaciones que muestran que la vitamina E tiene un efecto antiinflamatorio sobre el sistema cardiovascular.

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Desintoxicante

Las semillas de camelina también esconden un potencial terapéutico para limpiar y desintoxicar el hígado. Esto se debe a sus compuestos bioactivos, que funcionan como un suplemento nutricional prometedor para aumentar la capacidad del hígado para eliminar toxinas del organismo.

Precauciones

Los beneficios del aceite de camelina no son razón suficiente para usarlo en exceso y en cada comida. La recomendación, como con otros aceites, es utilizarlo con moderación. De lo contrario, puede causar irritación cutánea o reducir drásticamente los niveles de presión arterial (principalmente en personas que ya toman medicamentos para este problema).

Recuerda

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Fuentes consultadas:

Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.