Middleton, ¿qué le espera en su segundo embarazo?

A sus 32 años, la esposa del Príncipe William, Kate Middleton se encuentra de nueva cuenta embarazada. El anuncio fue dado a conocer por el palacio de Kensington a través de su cuenta de Facebook. Esto quiere decir, que el Príncipe George, el primer hijo de la pareja ya tendrá con quien jugar.

Según el mensaje que se emitió, “al igual que sucedió en su primer embarazo, la Duquesa sufre de hiperémesis gravídica”, un problema que se caracteriza por constantes náuseas y vómitos intensos. Debido a esto, Middeton ha tenido que reducir su agenda de trabajo.

Como cualquier embarazo, independientemente de si es el primero o no, suelen experimentarse síntomas como náuseas, vómitos, antojos, además de los cambios físicos, como aumento en la talla de brasier, surgen algunas estrías, dolores corporales, hinchazón, problemas nasales, entre otros más.

De acuerdo con la Fundación Nemours, traer al mundo a un segundo hijo y tener que cuidarlo además del primogénito puede imponer bastante al principio, pero la mejor apuesta consistirá en organizarse bien antes del parto, pues de lo contrario, las cosas se pueden complicar más que cuando se tuvo al primer hijo.

Debido a que dispondrás de menos tiempo, estarás más ocupada y prácticamente deberás hacer milagros para que todo te alcance. Por ejemplo, las horas de comer y dormir de ambos hijos no serán los mismos y dependerán en parte, de la edad que tenga el hijo mayor, que en el caso del Príncipe George, apenas tiene un año.

Ser una figura pública y madre será ahora más complicado, pues cuando nazca el retoño es probable que Kate se canse con mayor facilidad, ya que si cuidar a un niño no era una tarea fácil, ahora imagínate a dos. Su mayor reto, sobre este tema también será que el nuevo bebé desarrolle un horario regular de alimentación y de sueño.

Una de las ventajas es que, con el nacimiento del nuevo integrante de la realeza, Kate confiará más en su experiencia, así como en sus habilidades y conocimientos relacionados con la maternidad. Aquellas tareas que parecían complicadas, como amamantar, cambiar el pañal o cuidar ante una enfermedad, serán más sencillas.

Aunque significa una gran alegría, la llegada de un nuevo bebé a la familia le afectará a la Duquesa de muchas maneras, tanto en el aspecto físico como en el emocional. Sobre este último punto, podría experimentar problemas de ansiedad, así como tristeza, euforia, miedo y risa, explica la Fundación Nemours.

Los cambios emocionales que muchas mujeres viven en el embarazo tienen una base hormonal, lo cual se debe a que los neurotransmisores cerebrales no reciben los mismos niveles hormonales de siempre. Por ejemplo, los niveles de progesterona y estrógenos se duplican por lo que el aspecto racional disminuye y el impulsivo aumenta.

De lo que posiblemente sí se preocupará Kate será sobre el proceso de vinculación que tendrá con su nuevo hijo, de hecho, a muchas mamás les pasa. Tal vez les resulten difícil hacerse la idea de que sentirán tanto amor por el recién llegado como el que ahora sienten por su hijo mayor, pero al final lo harán.

También es posible que el tiempo para sí misma le sea un poco más escaso durante los primeros meses después del parto. Según la Fundación Nemours, en este periodo se enfrentará a muchas noches sin dormir, así como a varias tensiones, las cuales, al final se irán superando poco a poco.

Incluso, cuando llega otro miembro a la familia, el tiempo entre pareja también se ve afectado. Debido a esto, es importante que William y Kate busquen la manera de programar una cita ocasional o de dejar el hijo al cuidado de uno de los abuelos, por ejemplo, al Príncipe Carlos no le vendría nada mal recordar los años en que cambiaba los pañales.

Aunque la idea de cuidar a dos niños casi recién nacidos y a parte acompañar al Príncipe William en sus actividades suene una misión imposible, para Middleton, esto será una realidad, gracias a que cuenta con una niñera que cuando no está cerca se hace cargo del pequeño George y muy probablemente también lo haga con el nuevo integrante.

Es altamente probable que el hijo mayor experimente un abanico de emociones por el nacimiento, que van desde la ilusión, pasando por el rencor, hasta los celos y el resentimiento. Los niños de 1 a 3 años, como el caso del Príncipe George, no son capaces de verbalizar sus sentimientos y podrían presentar regresiones en su conducta.

En tales casos, lo que podría hacer Middleton sería hacerle ver a su hijo sobre la importancia que éste tiene en la familia. Por ejemplo, podría llevarlo a algunas de las visitas prenatales y que presencie alguna ecografía. La idea es que se sienta incluido en las actividades y no desplazado o ignorado. (Fundación Nemours).

Mientras tanto, Kate también deberá de llevar un buen cuidado prenatal, el cual consiste en tener una buena nutrición y hábitos saludables en el embarazo, realizarse exámenes prenatales frecuentes, así como ecografías de rutina para detectar problemas con el bebé.

Al final, pese a la gran carga de tareas y responsabilidades que los Duques de Cambridge deben de llevar antes, durante y después del parto, poder cargar a su hijo recién nacido y verlo sonreír hará que todo ello haya valido la pena.