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Lo que nunca debes hacer en el gimnasio

No quiero que me miren

Cuando estás en el gimnasio, lo ideal es que te reconozcan por lo bien que ejercitas o por el resultado que te está dando el entrenamiento. Y no por tener un comportamiento inadecuado o un aspecto que dé que hablar… pero mal. Conoce qué tienes que evitar cuando vas a hacer ejercicio:
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1. Dejar las máquinas transpiradas

A cualquiera que se va a sentar o acostar en una máquina para ejercitar le gusta encontrarla limpia y en condiciones, y no con marcas de sudor. Por eso, es importante llevar una toalla para apoyarse, o limpiar el respaldo con una toalla de papel después de usarlo.
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2. Usar demasiado maquillaje

Las mujeres se preocupan por verse arregladas y el gimnasio no es la excepción, pero algunas exageran con el maquillaje y parece que fueran a una fiesta. Estos productos obstruyen los poros, no los deja respirar, y con el sudor, el rostro se pone brillante y pegajoso.
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3. Entrenar sin seguros

Nunca falta el que se siente con la potencia de Hércules, y el exceso de confianza lo hace trabajar sin seguro en las mancuernas. Pero puede suceder que un disco salga rodando de la barra, tal vez hasta rompa uno de los espejos, ¡y además de los 7 años de mala suerte, pasará un mal rato!
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4. Colocar demasiado peso

Es mejor no arriesgarse con demasiado peso, ya que tal vez no lo puedas levantar o te quedes en la mitad del ejercicio y tengan que ayudarte. Además del mal momento, te podrías lastimar; por eso elige una carga con la que puedas realizar de 8 a 12 repeticiones no muy forzadas.
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5. Extremar el Narciso que llevas dentro

Si existieran píldoras para tener un cuerpo atlético sin ejercitar, muchos la tomarían en vez de ir al gimnasio. Se entrena por vanidad, y en segundo lugar, porque es saludable. Pero hay que evitar enamorarse de uno mismo frente al espejo: está para controlar si haces bien el ejercicio.
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6. Utilizar un aparato sin saber usarlo

Si eres nuevo en el mundo del gimnasio o nunca antes en tu vida habías visto ese aparato o sencillamente no sabes hacer un ejercicio, pregunta. No tienes la obligación de saber todo, y trabajar mal te puede provocar lesiones, además de tener que soportar risitas o miradas de reojo
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7. Usar indumentaria inadecuada

El calzado tiene que dar apoyo y amortiguación para ejecutar bien los ejercicios sin riesgo de lesionarse. La ropa debe ser cómoda para entrenar sin interferencias, por eso, evita diseños muy sexys o ajustados que corten la respiración, tanto de quien entrena… como de quien mira.
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8. Tener sobrepeso y dar consejos

Siempre existe un fanático del fitness que se cree gurú, y pasa el tiempo dando consejos sobre cómo quemar grasa, aún cuando tenga un visible sobrepeso. Como dice el refrán: una imagen vale más que mil palabras, así que lo mejor es mantener la boca cerrada para no hablar de más. Y comer menos.
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9. Hacer ruidos exagerados

Muchas personas se exigen muchisimo cuando entrenan y “braman” o emiten sonidos como si estuvieran sufriendo un infarto. Está bien esforzarse, pero exigirse demás lleva a hacer mal los ejercicios, no controlar la postura y aumentar el riesgo de lesiones.
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10. Ser autoritario con los que no saben

Alguna vez estuviste en ese mismo lugar: hay gente que recién empieza en el gimnasio y no sabe ejecutar los ejercicios, o lo hace mal. Por eso evita maltratarlos, burlarte, o darles órdenes con tono de superioridad como si fueras su sargento. Nada mejor que dar consejos… cuando se te piden.
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11. Usar mucho el celular

Hay quienes no paran de usarlo mientras están en el gimnasio, chequean sus mensajes ¡y hasta interrumpen el entrenamiento! Mucho peor si conversan, ya que molestan al resto, a quien poco le importa a dónde va a ir el fin de semana el vecino de cinta. La prioridad es hacer ejercicio.
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12. Concurrir en mal estado físico

Ir a entrenar con el estómago vacío, convalesciente de un resfrío o con pocas horas de sueño es sinónimo de falta de energía y un mal rendimiento. En ese caso, lo mejor es optar por una caminata tranquila en la cinta o una clase de yoga.
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13. Ir en tren de conquista

Aunque algunos adoran conversar, lo adecuado es no molestar al resto mientras entrena. Quien se toma su tiempo para ir al gimnasio quiere que su trabajo le rinda, por eso no es el mejor momento para hacer sociales. Si te gusta mucho alguien de allí, deja la charla para después o invítalo a correr.
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14. Usar las máquinas como silla

Este no es un lugar social para quedarse conversando en las máquinas. Suele haber “parlanchines” que no ejercitan o hacen cortos movimientos descuidados cada tanto, sólo para justificar su permanencia en el aparato. Además, el entusiasmo de la charla les impide ver la gente que espera para usarlo. 
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15. Adueñarse de la cinta

Apropiarse de la cinta o el elíptico durante más de 30 minutos es descortés hacia los demás. Además, no da los mejores resultados, ya que el cuerpo se acostumbra. El trabajo rinde más si se alterna el cardio haciendo bicicleta, cinta y escalador, intercalándolo con ejercicios de musculación.
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No seas un alma solitaria

No entrenes solo si te falta motivación: al trabajar con un compañero se estimulan mutuamente. Puedes contratar a un entrenador que te obligue a moverte, y que indique cómo hacer los ejercicios. Y si no puedes pagar uno, busca entrenar con amigos o en un pequeño grupo.
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