Las nuevas adicciones: sexo, internet y compras

En Australia, catalogan así a los niños adictos a utilizar no sólo el ordenador, sino otros dispositivos como teléfonos móviles o consolas de juegos. Los psicólogos aseguran que el uso excesivo tiene las mismas consecuencias que cualquier otra adicción: altibajos emocionales y síndrome de abstinencia, cuando son privados de éstos.

Las adicciones están ligadas a la conducta humana desde hace siglos: algunas son eternas, pero otras se van incorporando al ritmo de los cambios sociales. Y eso es justamente lo que ha pasado en esta última década, un exceso de nuevos hábitos compulsivos que está obligando a los expertos a replantearse desde el término adicción hasta los tratamientos. ¿Cuáles son las nuevas y preocupantes adicciones?

El nuevo Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM) de 2013 de la American Psychiatric Association (APA, Asociación Psiquiátrica Estadounidense), un marco de referencia a nivel mundial, incluirá muchas de las nuevas conductas adictivas que afectan hoy a las personas: al sexo, a internet, a las compras y al juego.

La adicción se considera una enfermedad del cerebro porque las sustancias modifican su estructura y su funcionamiento. Cada año, por el abuso de drogas ilícitas y alcohol, mueren más de 100,000 americanos, mientras que 440,000 muertes se vinculan al tabaco, informa el Instituto Nacional del Abuso de Drogas (NIDA, si sigla en inglés).

Claro. “Hay otras adicciones de comportamiento, sin sustancia, como resultado de la sociedad tecnológica: a Internet, al juego de azar, al teléfono móvil, al sexo, a las compras, y otras conductas que pueden llegar a ser adictivas”, dice Elisardo B. Iglesias, Psicólogo y Máster en Drogodependencias en la Universidad de Santiago de Compostela, en España.

Antes las adicciones siempre estaban ligadas a sustancias, pero “Con el transcurrir de los años se observó que también existían conductas, que sin haber sustancia de por medio, tenían la capacidad de producir dependencia”, afirma el Dr. Iglesias. Una característica central a las conductas adictivas es la pérdida de control de la persona.

La Sociedad Americana de Medicina de la Adicción (ASAM, por su sigla en inglés) dio a conocer una nueva definición de este trastorno, que nada tiene que ver con el placer. “La adicción al sexo es un trastorno cerebral crónico y no sólo un simple problema de conducta relacionado con el consumo de alcohol y drogas”, indicó a fin de 2011.

La enorme cantidad de casos que inundan los consultorios, han hecho que los psiquiatras hayan reconsiderado a este desorden, caracterizado por conductas de sexo excesivas y compulsivas. Una de ellas vincula la adicción al sexo con la producción de dopamina y epinefrinas en el cerebro, sustancias que elevan la sensación de placer y de riesgo.

La compulsión por navegar e interactuar en internet ya es todo un problema."Estamos viendo que el uso de internet se está generalizando, lo que deja expuesta a la población a una nueva adicción: las redes sociales", explica la Dra. Cecilie Schou Andreassen, del Departamento de Ciencia Psicológica de la Universidad de Bergen, en Noruega.

Es en sí una conducta adictiva, que siempre ocasiona trastornos de salud y sociales. Una característica central a las conductas adictivas es la pérdida de control, y la misma produce dependencia, síndrome de abstinencia y una incidencia negativa muy importante en tu vida, que va a requerir de un tratamiento.

El Dr. Nacho Madrid López, Psicologo de la Universidad de Granada, en España, ha elaborado una serie de 8 pasos que, sumados a la ayuda profesional, pueden ayudar: 1) Practicar lo contrario en el tiempo de uso de Internet: romper esa rutina. 2) Usar interruptores externos: hacer cosas que obliguen a desconectarse. 3) Fijar metas: con un tiempo realista de internet por día.

4) Abstenerse de una aplicación: evitar la más problemática. 5) Usar tarjetas recordatorias: una lista con los 5 principales problemas causados por la adicción a Internet y 5 beneficios de desconectarse. 6) Realizar un inventario personal: con las cosas que ha dejado de hacer. 7) Entrar en un grupo de apoyo. 8) Hacer Terapia familiar:

Las redes sociales como Facebook y Twitter, serían mucho más adictivas que el tabaco y el alcohol, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Chicago, publicado en febrero de 2012. El estudio consistió en dar seguimiento, a través de un smartphone, a 205 adultos de entre 18 y 85 años para relevar sus deseos.

Los investigadores observaron que los participantes reportaron que los deseos más difíciles de reprimir eran los relativos a las redes sociales. “Esto se debería a que las redes son tan accesibles que la gente puede participar en ellas casi en cualquier momento", asegura Wilhelm Hofmann, de la Universidad de Chicago, director del estudio.

Muy al contrario de lo esperado, los sujetos del estudio citado reportaron que los deseos sobre el consumo de sustancias como el tabaco o el alcohol eran poco intensos y que podían resistirse con alguna facilidad. A diferencia del alcohol y el tabaco, las redes sociales en sí mismas podrían no ser peligrosas, usadas en su justa medida.

En un estudio llevado a cabo por la Universidad de Maryland, se le pidió a un grupo de adultos jóvenes que no se conectara a internet ni utilizara dispositivos inteligentes por un lapso de tiempo. Y resultó que 4 de cada 5 usuarios asiduos de las redes sociales presentaron síntomas de síndrome de abstinencia cuando no tenían acceso.

Los jugadores patológicos no pueden controlar sus impulsos de jugar. Por lo general, esto provoca problemas en el trabajo, la escuela o las relaciones. La depresión, el consumo de alcohol y de drogas pueden estar asociados con el juego patológico. Es posible que los afectados también piensen en suicidarse, según la Biblioteca Nacional de Medicina.

La Asociación Estadounidense de Psiquiatría afirma que las opciones de tratamiento abarcan: terapia conductual cognitiva, grupos de apoyo y de autoayuda, como Jugadores Anónimos, y terapia a cargo de un profesional experto en adicciones. Se cree que los antidepresivos y los antagonistas opioides podrían ayudarían a tratar estos casos.

La obsesión por comprar, cargarse de artículos que uno no necesita y por un importe que supera las posibilidades económicas, sentir culpabilidad y no usar los productos comprados, podrían ser a grandes rasgos las características que definen a un adicto a las compras, otra de las nuevas adicciones.

Si disfrutas lo que compras, lo puedes pagar, lo utilizas y no sientes culpa, no padeces de adicción a las compras. Porque otra característica de esta adicción es que tenga consecuencias negativas para quien la practica, y aún así la mantenga, dice el Dr. José Molina, especialista en adicciones del Colegio madrileño de Psicólogos.