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Las mejores fiestas junto a un enfermo de Alzheimer
Por Verónica Wolman
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Fiestas, alegrías y tristezas
Las fiestas no siempre son sinónimo de alegría y diversión. Para algunos puede ser un período del año de tristeza y tensión, particularmente para las personas que tienen Alzheimer y otros tipos de demencia y sobre todo, para las personas que los cuidan y atienden.
Las luces, los ruidos, la aceleración en general que sufrimos todos en estos días, pueden ser muy estresantes y poner nerviosos y agitados a los pacientes con Alzheimer, explica Amy Chick, vocera y especialista de la oficina oficina de Wausau de la Asociación de Alzheimer. Según la experta, un cambio en la rutina a estos pacientes los puede preocupar y hacer sufrir.
Por otra parte, también sucede que los familiares y seres queridos quieren pasar tiempo con la persona enferma durante la época de las fiestas e incluirlos en las celebraciones, lo cual puede acarrear otra serie de dificultades para la persona enferma, que puede sentirse desconcertada y confundida, así como también para sus cuidadores.
Los pacientes con demencia reaccionan diferente ante las mismas circunstancias. El Alzheimer es una enfermedad que afecta a las personas en forma diferente y no todos los pacientes con Alzheimer tienen los mismos síntomas. Muchas veces la confusión y la falta de memoria típicos de la enfermedad provocan frustración en el enfermo. Conocer bien el desarrollo de la enfermedad y prever estas frustraciones pueden ayudar al enfermo a manejar su agresividad.
Por otra parte, la época de las fiestas es también un momento de recuerdos y balances y cuando tenemos cerca un familiar con esta enfermedad, recordar puede ser muy doloroso. Sin embargo, con una percepción realista y no muy pretenciosa, las fiestas junto a un enfermo de Alzheimer también pueden ser un momento de esparcimiento y armonía familiar.
Una de las formas de incluir y hacer participar al enfermo de Alzheimer en la fiestas es preparar cosas juntos: regalos, comidas, la casa. Por ejemplo, si vas a cocinar, puedes aprovechar la ocasión para darle una tarea sencilla y concreta como puede ser revolver una mezcla, algo que favorezca la concentración más que pensar en el resultado final.
Las luces de colores fuertes, llamativas e intermitentes típicas de la Navidad pueden ser un factor de desconcentración y desorientación para un enfermo de Alzheimer. Mantén una decoración simple, con pocas luces y adornos delicados. También es recomendable evitar el exceso de azúcar y en general, las comidas con poco valor nutritivo.
Intenta tener una fiesta sin demasiado ruidos ni exaltaciones. La música, la conversación, la comida, todo agrega ruido y estímulos al evento. Para los pacientes con Alzheimer no hay nada como la tranquilidad y el silencio, mantén eso en mente y cuando lo veas cansado, dale la posibilidad de acostarse e ir a dormir.
Las fiestas fuera de casa
Si la persona con Alzheimer está internada en una institución, debes considerar que para muchos de estos pacientes, salir a la calle conlleva un estrés adicional capaz de causar ansiedad y temor. En lugar de promover un cambio, considera llevar a cabo una pequeña celebración familiar íntima en el lugar de la internación. También puedes considerar acompañar al paciente a alguna de las actividades que la institución seguramente tendrá preparadas.
¿Visitas? Menos es más
Minimiza el tráfico de visitas por la institución, organízalas para que no vayan todos al mismo tiempo o el mismo día. Aún si tu ser querido no está en condiciones de identificar quién es quién en la familia, dos o tres rostros familiares pueden ser bien llevados. Sin embargo una reunión de 9 o 10 personas puede ser desbordante.
La mejor hora del día
En general, los pacientes con Alzheimer se encuentran más descansados y mejor predispuestos a la mañana o a la hora del almuerzo, que a la tarde o a la noche. Agenda las visitas para esos momentos, recomienda la Clínica Mayo de Nueva York.
Cuídate
Si tienes un familiar con Alzheimer, debes cuidarte a ti mismo también. Recuerda que no puedes con todo. Decide cuál de las fiestas es más importante para ti y enfócate en esa. Simplifica las cosas, busca metas realistas y objetivas e intenta disfrutar.
Aprender a delegar
Si eres de los que se echan todo al hombro, durante las fiestas puede ser una buena época para delegar y compartir algunas responsabilidades en relación al familiar enfermo. Pide y acepta la ayuda de los demás y busca alguien que se quede con el paciente con Alzheimer si tienes alguna celebración en otro lado.
Confía en tus instintos
Si cuidas a un familiar con Alzheimer, confía en tus instintos y organiza las fiestas como mejor te parezca. Nadie mejor que tú para saber qué cosas le gustan o lo alteran, qué comidas prefiere. Intenta evitar todo el estrés innecesario de las fiestas y conéctate con lo de que deberían ser: un momento de disfrute y celebración.