Las hormonas son responsables de las comilonas nocturnas

Samar Yorde, médico especialista en salud pública y medicina de obesidad, refiere que los atracones son uno de los peligros más grandes que puede enfrentar alguien en su rutina diaria de alimentación. El riesgo radica no solo en la cantidad de comida ingerida en pocos minutos y en la posibilidad de perder el esfuerzo de toda una semana, sino también en el temor que representa perder por completo el control sobre sí mismo.
Las peores comidas para dormir
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Vergüenza y culpabilidad

Los atracones de comida generalmente comienzan con la inocente idea de buscar algo para picar en la nevera y antes de que te des cuenta te estarás atiborrando de comida, sin estar muy consciente ni seguro de lo que estás haciendo. Generalmente, los banquetes nocturnos van seguidos por sentimientos de vergüenza y culpabilidad. ¿Por qué lo hice? ¿Por qué comí? ¿Por qué no paré?
Excesos de fin de semana

No es falta de voluntad

Los atracones no tienen que ver con necesidades nutritivas, carencias de vitaminas, con tener hambre o con falta de voluntad. Suelen aparecer cuando te vas a la cama, en mitad de la noche o cerca de la madrugada. Son momentos en los que estás cansado y menos alerta, y la ansiedad puede hacer que pierdas el control frente a la nevera. Es importante reconocer y analizar en qué momento eres más propenso a esos atracones para estar prevenido,
Cómo aliviarse

Carbohidratos y grasas

Las ingestas después de la cena se caracterizan por alimentos ricos en hidratos de carbono y de grasas. Se trata de un mecanismo compensatorio para restaurar la interrupción del sueño. Estos alimentos aumentan la producción de serotonina, lo cual ayuda a la conciliación del sueño. Las personas que padecen de síndrome de comedor nocturno ingieren aproximadamente un 70% de las calorías diarias en la noche.
No tienen (toda) la culpa

Hormonas que suben y bajan

Un nuevo estudio sugiere que el problema de las comilonas podría yacer en la compleja madeja de hormonas que administran el hambre y la sensación de llenura. Fueron analizados 32 hombres y mujeres obesos, de los cuales la mitad tenía el hábito de darse atracones. Todo indica que las hormonas que indican saciedad podrían ser más bajas en la noche, mientras que las hormonas del hambre se elevan al atardecer y podrían ser avivadas por estrés.
Hormonas que suben y bajan
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Personas obesas son más susceptibles

Investigadores han encontrado que las personas con sobrepeso, que acostumbran a perder el control de noche y a comer desaforadamente, podrían ser particularmente susceptibles a la influencia de fluctuaciones en estas hormonas reguladoras del apetito. “El estudio muestra que las reacciones hormonales allanan el camino”, dijo Susan Carnell, profesora de psiquiatría y ciencias conductuales en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins,
Dieta contra la obesidad

Influencia de los ritmos circadianos

Los hallazgos, publicados en la revista International Journal of Obesity, están basados en una investigación anterior, la cual refirió que los ritmos circadianos juegan un papel en la regulación del apetito, y que el hambre alcanza su máximo nivel en la noche y el apetito está en su nivel más bajo en la mañana —aunque la gente no haya comido en toda la noche.
¿Cómo funciona el reloj biológico?
Influencia de los ritmos circadianos
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Hambre nocturna

Satchidananda Panda, un académico en el Instituto Salk de Estudios Biológicos, en San Diego, recordó que durante muchos años el ser humano se adaptó, de alguna manera, al hambre nocturna, que era un período en el que no se tenía acceso a comida, y tampoco se podía simplemente conseguir comida tan pronto te despertaras por la mañana.

Toque de queda alimenticio

En los tiempos actuales, con horarios escalonados de trabajo y con acceso fácil a comida a cualquier hora del día o de la noche, es más fácil caer en los atracones nocturnos y en la pérdida total de control. Susan Carnell sugiere a la gente más vulnerable que por las noches se imponga un “toque de queda alimenticio”.

No es recomendable culpar

El estudio es un importante recordatorio de que un gran número de factores contribuyen a engordar, además muestra que humillar y culpar a las personas por sus problemas de peso es inapropiado, dijo Kelly C. Allison, directora del Centro para Trastornos de Peso y de Alimentación en la Universidad de Pensilvania, que no estuvo involucrada en la investigación.

El estrés

Las personas que se dan atracones de comida mostraron niveles iniciales más altos de ghrelina, la hormona del hambre, cuando iniciaban el régimen por la tarde, mientras que aquellos que no se dan atracones tenían el patrón inverso.. El estrés aumentó el apetito de todos los participantes, pero los niveles de ghrelina, se incrementaron aún más si los participantes eran sometidos a la situación estresante más tarde durante el día.
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Cocina cerrada

Kelly C. Allison, directora del Centro para Trastornos de Peso y de Alimentación en la Universidad de Pensilvania, recomienda a las personas vulnerables fijar un horario de ‘La cocina está cerrada’”. “Apaguen la luz de la cocina, aléjense de ahí, cepíllense los dientes y, si quieren comer después de eso, beban agua”.

Sindrome del comedor nocturno

Para controlar el síndrome del comedor nocturno, debes fraccionar la alimentación. Si no haces, por lo menos, las cuatro comidas básicas corres el riesgo de sufrir compulsiones y consumir en una sola comida todas las calorías que no ingeriste durante el día, lo que lleva al organismo a acumular en forma de grasas ese ingreso calórico excesivo.
Sindrome del comedor nocturno
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