La rinitis es una afección muy común, que afecta la calidad de vida de aproximadamente 1 de cada 5 personas en EE.UU. Pero no siempre indica la presencia de alergia: existen dos clases de rinitis: alérgica y no alérgica. Aprende más sobre el tema, de la mano de especialistas.
Rinitis alérgica
Si padeces de rinitis alérgica, tu sistema inmunológico, por error, identifica como invasora a una sustancia que es inofensiva, un “alérgeno”. Y responde a los alérgenos secretando histamina y mediadores químicos que provocan síntomas en la nariz, garganta, ojos, oídos, piel y boca.
La rinitis alérgica estacional (o fiebre del heno) es casi siempre causada por el polen que vuela por el aire en distintas épocas del año. También es desencadenada por alérgenos comunes de interiores, como la caspa y saliva animal, el moho, los ácaros de polvo y los restos de cucarachas. Se llama “rinitis alérgica perenne” porque los síntomas duran todo el año.
Los síntomas también pueden producirse por irritantes como el humo y los olores fuertes, o por cambios en la temperatura y humedad del aire. Esto se debe a que causa una inflamación en el revestimiento nasal, lo que aumenta la sensibilidad a las sustancias que se inhalan. Muchas personas que padecen de rinitis alérgica tienen tendencia a la conjuntivitis alérgica. Y también puede empeorar los síntomas de asma.
El especialista en alergias ordenará las pruebas cutáneas. Cuando recibas un plan de tratamiento, se tendrán en cuenta esos resultados, y la frecuencia y gravedad de tus síntomas. Los pasos para manejarlos pueden incluir evitar los alérgenos, más un tratamiento médico.
A veces, no es posible evitar los alérgenos o no es suficiente. Entonces, el médico sugerirá inmunoterapia (vacunas ) o medicamentos para controlar la inflamación y prevenir los síntomas.
Los atomizadores nasales con corticoesteroides controlan la inflamación y reducen todos los síntomas de rinitis alérgica: picazón, estornudos, secreciones nasales y congestión nasal. Los antihistamínicos pueden aliviar la picazón, los estornudos y la secreción nasal, pero no son tan efectivos para destapar la nariz.
Los antileucotrienos en pastilla pueden reducir todos los síntomas de rinitis alérgica. De ser necesario, se pueden usar pastillas descongestivas. El atomizador nasal ipratropio (ipratropium) se puede utilizar específicamente para las secreciones nasales. Si bien algunos de estos medicamentos son de venta libre, debes hablar con tu alergista para determinar qué medicamento te conviene.
Al menos una de cada 3 personas con síntomas de rinitis, no tiene alergias. La rinitis no alérgica por lo general afecta a adultos y produce síntomas a lo largo de todo el año, en especial, secreciones y congestión nasal. Difiere de la rinitis alérgica porque el sistema inmunológico no está involucrado en este caso.
Qué hacer frente a la rinitis no alérgica
Si tienes rinitis no alérgica, no es necesario evitar los alérgenos, ya que no ayudará con los síntomas. Esto enfatiza la necesidad de consultar al alergista. Los olores fuertes, la polución, los cambios climáticos, el humo y otros irritantes, pueden causar síntomas de rinitis no alérgica.
Otras causas de rinitis no alérgica
Los síntomas de rinitis no alérgica también pueden desarrollarse como efectos colaterales de medicamentos, como los de la presión arterial, anticonceptivos orales o fármacos para la disfunción eréctil. Otra clase de rinitis no alérgica es causada por atomizadores nasales descongestivos, como oximetazolina, cuando se usan durante mucho tiempo. Este tipo se llama rinitis medicamentosa.
Tratamiento de la rinitis no alérgica
Las opciones de tratamiento incluyen atomizadores nasales con corticoesteroides y sprays antihistamínicos nasales. El atomizador nasal ipratropio (ipratropium) puede aliviar las secreciones nasales, y los comprimidos descongestivos pueden usarse según sea necesario para aliviar el bloqueo nasal.
Otras opciones de tratamiento
Se pueden considerar otras formas de tratamiento si existen problemas con la estructura de tu nariz, por ejemplo si hubiera conductos de drenaje angostos, tumores o tabique nasal desviado. En estos casos, puede ser necesaria una cirugía.
Fuentes consultadas
Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., Academia Americana de Alergia, Asma e Inmonología (AAAAI).