La extraña enfermedad del “hombre elefante”

Michael Cull podría pasar como un hombre ordinario ante cualquier persona excepto por un detalle: una pierna sumamente hinchada, con 28 libras (12 kilogramos) extra de peso, que le impide realizar actividades aparentemente sencillas como bañarse, cocinar o subir escaleras.

Comúnmente conocida como filariasis linfática, es una enfermedad que causa la inflamación masiva de un área afectada del cuerpo. Según la Organización Mundial de Salud (OMS), más de 120 millones de personas en todo el mundo presentan esta afección que se llama así porque la extremidad afectada semeja a la pata del animal más grande.

Este padecimiento no surge de la nada. Unos parásitos, conocidos como gusanos filiformes microscópicos son transmitidos a los humanos mediante picaduras de mosquitos, lo que provoca una acumulación de fluidos en el cuerpo gracias a que se bloquea el sistema linfático.

Una de sus principales funciones es el de proteger el cuerpo contra infecciones y enfermedades, explica la Biblioteca Nacional de Medicina. Se trata de una red de tubos de canales tubulares que drenan un líquido acuoso fino conocido como linfa en el torrente sanguíneo. La obstrucción de tales vasos resulta en dicha inflamación.

De acuerdo con la OMS, este tipo de enfermedad se da con gran frecuencia en los países de tercer mundo. Las regiones tropicales es donde mayormente abundan los mosquitos infectados, como algunas zonas de la India o el Amazonas, donde el señor Crull creció.

Ante esta situación, Michael, quien fue miembro del equipo técnico de la NASA, en el condado de Aberdeenshire, en Reino Unido, ha acudido con varios especialistas en busca de una solución a su problema. Sin embargo, las respuestas no han sido favorables para sus oídos. De hecho, el Servicio Nacional de Salud dijo que no había nada por hacer.

Además del intenso dolor que sufre, las incontables burlas de las que es objeto por su físico, lo han motivado a volverse un completo ermitaño y evitar salir de casa. “La gente me dice todo tipo de cosas, me dice ‘El hombre elefante’, lo que me hace sentir muy deprimido”, confesó.

Es probable que ésta no sea la primera vez que escuchas la historia de un hombre con elefantiasis. Uno de los casos más famosos es el del inglés Joseph Caret Merrick (1862-1890), quien gracias a sus malformaciones, las cuales padeció desde el año y medio de edad, pasó gran parte de su vida trabajando en circos.

Se ha encontrado que el tipo de larva que causa este problema, puede vivir durante muchos años en el paciente, al grado de producir millones de microfilarias en su sangre que más tarde pueden ser ingeridas por los mosquitos al haber una picadura, estableciendo así un ciclo de transmisión.

A pesar del difícil panorama por el que pasa el británico, su pesadilla podría llegar a su fin en los próximos meses, y es que un grupo de especialistas consideran que una cirugía podría devolverle a su pierna sus dimensiones originales. “Esto significará una gran mejora en mi vida y traerá las cosas a la normalidad”, dice Cull.

La principal intención de este procedimiento quirúrgico es extraer todo el tejido linfático anormal en la parte inferior de la pierna. No obstante, en casos muy drásticos, como podría ser éste, se realiza un trasplante de tejido normal a áreas con tejido anormal. Incluso la liposucción también podría considerarse.

La filariasis puede causar una larga variedad de manifestaciones clínicas, incluyendo hinchazón de las extremidades, enfermedades genitales como hidrocele, chylocele e inflamación del escroto y pene), así como ataques agudos recurrentes que se acompañan con fiebre. Si no se atiende a tiempo, este mal también podría causar daño renal.

Para evitar que avance este tipo de afección es importante solicitar al médico algunas pruebas, entre las que destacan la tomografía computarizada o resonancia magnética, la linfangiografía y la linfogammagrafía. Dichos estudios ayudarán a detectar alguna anormalidad en el sistema linfático.

Aunque próximamente será operado, Cull se enfrenta a un nuevo problema, ya que debido a su hinchazón ni siquiera cabe sentado en un asiento del avión, por lo que emprender un viaje al norte de Inglaterra, donde será recibido, será más complicado de lo que parece. Al final se las ingeniará para finalmente poder llevar una vida normal.