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Hispanos, víctimas del cáncer de testículo
Por julioguzbra@hotmail.com
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¡Cuidado!
La salud de los hombres hispanos corre peligro. Un nuevo estudio ha revelado que la tasa de cáncer testicular están aumentando más de 3% por año entre los jóvenes latinos mientras que en los blancos no hispanos permanece estable. Conoce los pormenores de esta enfermedad y descubre de qué manera evitarla.
Se trata de uno de los tipos de cáncer más comunes entre los hombres, según informa el Instituto Nacional del Cáncer. Desafortunadamente las cifras no son nada alentadoras, pues se calcula en EU una incidencia de 1.4 casos por cada 100,000 hombres negros; 6,6 por cada 100,000 hombres blancos y 4.7 por cada 100,000 hispanos.
Consiste en la formación de tumores malignos dentro de uno o ambos testículos que generalmente residen en las células germinales, las cuales se encargan de producir los espermatozoides, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina.
Hispanos, el objetivo
Preocupada por la incidencia de casos de cáncer testicular, la Dra. Rebecca H. Johnson junto con un grupo de colegas de la Universidad de Washington se dieron a la tarea de analizar la base de datos del Instituto Nacional del Cáncer de las últimas dos décadas.
Luego de revisar las tendencias en las tasas de cáncer de testículo entre adolescentes hispanos y no hispanos, la conclusión no fue nada agradable: dicha afección ha aumentado un 3.8 por ciento anualmente entre los jóvenes hispanos en los últimos 10 años, mientras que el sector no hispano no ha sufrido variación alguna.
Desconocen el origen
Este hallazgo, ha preocupado a los investigadores, pues desconocen las causas del porqué esté aumentando más la frecuencia de este padecimiento en los hispanos que en la gente blanca. Mientras tanto, ellos están consientes que tienen que hacer algo al respecto pues si continúan así las cosas, la tendencia aumentará.
Según el estudio, los hombres de entre 15 y 39 años son quienes tienen más probabilidad de desarrollar este tipo de enfermedad. Por el momento los científicos concuerdan en que, mientras se desarrollan más investigaciones, promover una cultura de concientización y chequeos médicos ayudarán a evitar más casos de cáncer.
Síntomas
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, algunos de los signos de este padecimiento incluyen inflamación o nódulos en los testículos o en la región inguinal. En casos contados, los tumores de las células germinales pueden causar que los senos crezcan y presenten irritación.
Algunos de los factores de riesgo de esta enfermedad son tener un testículo no descendido, desarrollo anormal de éstos, antecedentes personales de esta afección, así como antecedentes familiares. No obstante, el presentar alguno de estos puntos no garantiza que se vaya a padecer esta enfermedad.
Pruebas que ayudan
Para detectar y diagnosticar esta enfermedad suelen utilizarse varias pruebas que analizan los testículos y la sangre. Una de ellas es el examen físico, el cual contempla la verificación de signos generales de salud, incluido el examen de signos de enfermedad, como protuberancias o todo lo que tenga aspecto inusual.
Este procedimiento consistirá en hacer rebotar ondas sonoras de alta energía (ultrasonido) en los tejidos u órganos internos para producir ecos, los cuales formarán una imagen de los tejidos corporales y a su vez, ayudará en la detección de tumores en desarrollo y otras protuberancias en los testículos.
Prueba sérica
En este análisis, se verificará una muestra sanguínea para medir las cantidades de algunas sustancias liberadas en la sangre por órganos, tejidos o células tumorales del cuerpo. Ciertas sustancias se relacionan con tipos específicos de cáncer cuando se encuentran en concentraciones altas de sangre, lo que se conoce como marcador tumoral.
En este procedimiento se extirpa todo el testículo a través de una incisión en la ingle. Posteriormente, se observa una muestra de tejido del testículo bajo un microscopio para verificar si hay células cancerosas, explica la Sociedad Americana del Cáncer.
Otras pruebas
Existen otros análisis para determinar si el cáncer se ha diseminado dentro de los testículos o a otras partes del cuerpo. La radiografía del tórax, la exploración por TC, la tomografía por emisión de positrones, la imaginología por resonancia magnética, la disección de ganglios linfáticos abdominales pueden ser de gran auxilio.
Un autoexamen testicular consiste en palpar el saco escrotal, usar una mano para estabilizar el testículo mientras que los dedos y el pulgar de la otra mano lo palpan firme pero suavemente en su alrededor. Después se repiten los mismos pasos en el otro testículo. Si notas un bulto anormal se sugiere visitar a tu médico.
¿Se puede prevenir?
Se ha encontrado que muchos hombres con este mal no presentan factores de riesgo conocidos. Debido a esto resulta complicado poder prevenir el cáncer de testículo. Mientras tanto, acudir a revisiones y chequeos puede hacer la diferencia, así lo considera la Sociedad Americana del Cáncer.
Aunque se trata de una enfermedad que puede alcanzar desenlaces fatales y acabar con la vida de un paciente, este tipo de afección tiene una tasa de curación muy alta. De hecho, se ha encontrado que el 90 por ciento de los hombres viven al menos más de 10 años después que les ha sido hecho el diagnóstico.