Si notas que últimamente no aguantas las ganas de orinar o te despiertas en medio de la noche para ir al baño, tal vez te preocupe. Podría ser simplemente que estás tomando más líquido que antes o quizá sea el síntoma de algún problema de salud.
El ritmo normal
Si bien en el día es normal orinar cada 2 ó 3 horas, en la noche el cuerpo produce menos orina, por lo que la mayoría de las personas pueden aguantar de 6 a 8 horas sin problema, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
Son provocadas por bacterias (gérmenes) que entran en el tracto urinario, que incluye los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Puede desarrollarse una infección en cualquier parte, pero las más comunes son en la vejiga y la uretra.
Estas infecciones causan la necesidad de orinar más a menudo que lo habitual, o sentir la necesidad imperiosa de orinar pero no poder hacerlo, tener pequeñas pérdidas de orina, cambios en el color y ardor al orinar, informa la Academia Americana de Médicos de Familia.
Causa 2: diabetes
Tal vez padeces de diabetes y no lo sabes, pero esta enfermedad provoca sed, apetito constante, pérdida de peso, fatiga y una necesidad frecuente de orinar, informa la American Diabetes Association.
Cuando alguien está transitando una situación de ansiedad generalizada debido a la gran carga de estrés, además de dormir mal, tener palpitaciones o dolor de cabeza, y sentirse irritado constantemente, siente la necesidad de orinar más seguido, señala el Instituto Nacional de Salud Mental.
4. Vaginitis
También llamada vulvovaginitis, es una inflamación o infección de la vagina. También puede afectar la vulva, la parte externa de los genitales de la mujer, y puede causar ganas más frecuentes de orinar, informa la Biblioteca nacional de Medicina de EE.UU.
5. Agrandamiento prostático
La próstata es una glándula que produce el líquido que transporta los espermatozoides durante la eyaculación. Ésta rodea a la uretra, el conducto por el que la orina sale del cuerpo, y se agranda en los hombres de mediana edad en adelante, provocando una micción más frecuente.
6. Estreñimiento
Parece raro pero es real. El recto y la vejiga son vecinos, por lo que "comparten muchos de los mismos nervios", explica la Clínica Mayo. Las heces duras y compactadas en el recto hacen que estos nervios se transformen en hiperactivos e incrementen la frecuencia urinaria.
7. Cálculos en el riñón
Una piedra o un cálculo renal es una pieza sólida de material que se forma en el riñón debido a sustancias presentes en la orina. Al atorarse en las vías urinarias, bloquea el flujo de orina y causa dolor intenso y necesidad de orinar más a menudo.
Hay un tipo llamado incontinencia imperiosa que implica una necesidad urgente y repentina de orinar. Luego la vejiga se contrae y la orina se escapa. En este caso, la persona no tiene suficiente tiempo de llegar hasta el baño antes de orinarse. Es importante tener una consulta con un profesional de salud.
9. Cistitis
La vejiga es un órgano hueco con una delgada capa de músculo que almacena la orina. Cuando se llena, envía una señal al cerebro, ordenándole a los músculos que se contraigan. En la mayoría de las personas, esto ocurre cuando la vejiga está llena, pero frente a la cistitis, la señal se envía con más frecuencia.
10. Algunos alimentos
El uso de alcohol, café o chocolate, sobre todo durante la noche, pueden provocar cambios. Algunos alimentos picantes pueden inflamar la vejiga y derivar en cambios en la digestión y en la frecuencia de orinar.
Otras causas posibles
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. otras causas de la micción frecuente son el embarazo, ciertos fármacos, cáncer de vegija, síndrome de vegija hiperactiva, accidente cerebrovascular (ACV) y otras enfermedades del cerebro o del sistema nervioso.
¿Cuándo consultar al médico?
Si además de ganas de orinar inusual tienes fiebre, dolor de espalda o en los costados, vómitos o escalofríos, si tienes mucha sed o apetito, fatiga o pérdida repentina de peso, si presentas orina con sangre o turbia o hay una secreción del pene o la vagina, debes hacer una cita con el doctor.