10 virtudes de los frutos del bosque

Los pigmentos que dan los tonos rojos, morados y negros a los frutos del bosque se conocen con el nombre de antocianinas y pertenecen a la familia de compuestos conocidos como flavonoides. Estos compuestos vegetales actúan como antioxidante en el cuerpo, neutralizan los radicales libres, protegen la visión y mejoran la circulación.

Los flavonoides son pigmentos naturales presentes en los vegetales que protegen al organismo de los daños producidos por sustancias o elementos oxidantes como los rayos ultravioleta, la contaminación ambiental y de sustancias nocivas presentes en los alimentos. Diversos estudios les confieren propiedades contra la inflamación, las infecciones y las alergias.

Los frutos rojos o berries son grandes aliados en la lucha contra el cáncer. Son ricos en ácido elágico, una sustancia a la que se atribuyen propiedades anticáncer. Según un estudio de la Universidad Estatal de Ohio, EE.UU., los flavonoides y otros de sus compuestos inhiben el desarrollo de cáncer de boca, esófago y colon.

Un estudio realizado de manera conjunta por investigadores de la Universidad Politécnica de Marche y de la Universidad de Barcelona encontró que la fresa puede prevenir el cáncer de piel. Otra investigación publicada en Journal of Agricultural and Food Chemistry, descubrió que el extracto de fresa redujo la proliferación de células del cáncer de colon (HT29) y pecho (MCF-7).

Natural Standard (empresa de investigación internacional sobre medicina alternativa) refiere que hay evidencia científica buena sobre los beneficios de las antocianinas para prevenir la hipertensión. Un estudio de las universidades de East Anglia y Harvard, descubrió que quienes comen una porción de arándanos a la semana, tienen 10% menos de posibilidades de desarrollar hipertensión.

Los frutos del bosque contienen altas cantidades de flavonoides y antocianinas que ayudan en la dilatación de las venas sanguíneas y la reducción de tensión arterial. La presión arterial es la fuerza con la cual el corazón bombea la sangre y se determina por el volumen que sale del corazón y como circular en el cuerpo.

Investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard descubrieron un potente efecto de los flavonoides para reducir el riesgo de diabetes tipo 2. Los datos del estudio indican que los frutos del bosque están relacionados con una menor resistencia a la insulina y una mejor regulación de la glucosa en la sangre.

Comer fresas, cerezas, arándanos y otras frutas del bosque ayudan a mantener la agudeza mental y a reducir la pérdida de memoria, así lo afirma un estudio del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston, EE.UU. en el que se halló que el alto consumo de estos productos puede retrasar unos 2.5 años el deterioro cognitivo que ocurre con el envejecimiento.

Son un protector natural contra los signos de la edad, según un estudio de la Universidad de Granada que recomienda consumir un puño por día para que el cuerpo pueda procesar sus beneficios, toda vez que activan el mecanismo natural con el que el cerebro "limpia y recicla" las proteínas tóxicas vinculadas a la pérdida de memoria.

Las personas que comen al menos dos porciones de frutas del bosque a la semana tienen un 25% menos probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Harvard, EE.UU. Sus autores explicaron que la clave está en las antocianinas, un tipo específico de flavonoide que se asociaron a un peligro menor de padecer esta patología.

Una investigación publicada en la revista Circulation, de la American Heart Association, asegura que comer tres o más porciones de arándanos y fresas a la semana puede ayudar a las mujeres a reducir su riesgo de sufrir un ataque al corazón hasta en un tercio gracias a una subclase de los flavonoides, llamados antocianinas que podría ayudar a dilatar las arterias y proporcionar otros beneficios cardiovasculares.

Un estudio del Instituto Politécnico de Worcester, en Massachusetts mostró que el zumo natural de los arándanos es eficaz en la lucha contra las bacterias infecciosas, especialmente una forma virulenta de E. coli. Los investigadores descubrieron que son capaces de recubrir el tracto urinario y evitar la formación bacteriana.

Los frutos del bosque así como otros alimentos que tienen flavonoides ayudan a tratar la hipercolesterolemia (colesterol elevado de la sangre) en forma natural. Su consumo está altamente relacionado con el aumento de DHL o colesterol bueno, disminuyendo las probabilidades de padecer afecciones cardiovasculares al eliminar los radicales libres y reducir la oxidación de las grasas.

Los frutos del bosque, en particular los arándanos contienen compuestos conocidos como derivados de estilbeno, que funcionan junto con la vitamina D para aumentar la expresión del gen péptido de catelicidina antimicrobiana humana, que tiene que ver con la función del sistema inmunológico del organismo.