Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado
Famosos amores vengativos, ¿hay un límite?
Por mguzman@holadoctor.net
-
Con sed de venganza
Aunque bien dicen que la venganza es un plato que se sirve frío, hay algunos famosos que son capaces de hacer lo imposible por disfrutar de este “manjar”. ¿Hasta dónde eres capaz de llegar con tus deseos vengativos?, ¿qué tan saludable sería andar buscando saciar tales ambiciones? Descúbrelo.
Desde su rompimiento con la modelo de Victoria’s Secret Miranda Kerr, el comportamiento del actor Orlando Bloom simplemente ha levantado muchas sospechas entre sus fans, pues se le ha visto saliendo con chicas que, de alguna manera, tienen que ver indirectamente con su ex amor australiano.
Todo comenzó cuando se dio la noticia que su ex amada había comenzado a salir con el millonario James Packer. Curiosamente, poco tiempo después, el británico fue visto consolándose entre los brazos de Erica Packer, la ex esposa de dicho magnate.
Metido en pleitos
Por finales de julio de 2014, tiempo en el que se vio a Bloom sacando a relucir sus dotes de "Don Juan" junto a su nueva conquista, el mismo actor experimentó a las afueras de un restaurante en Ibiza, España, un fuerte altercado con Justin Bieber a quien incluso estuvo a punto de golpear.
Al parecer, la gota que derramó el vaso entre las celebridades fue que Justin le dijo a Bloom en su cara que había tenido sexo con Kerr durante el tiempo en que ellos aún sostenían una relación amorosa. Esta situación hizo acabar con la paciencia de Bloom.
Disfruta la ocasión
Curiosamente, un par de meses después de aquel célebre altercado, se le vio a Bloom llegando del mismo avión al aeropuerto de Los Ángeles en compañía de Selena Gomez, uno de los amores que más han marcado a Bieber en los últimos años. Este hecho, seguramente hizo arder en celos al intérprete de “Boyfriend”.
Y aunque Bloom ha asegurado que en el vuelo en el que ambos iban no pasó nada de lo cual debería de preocuparse Justin, la verdad es que este tipo de encuentros aparentemente sutiles de Bloom, podrían poner en evidencia alguna clase de trasfondo de venganza.
Venganza
Podríamos decir que es la responsable del estallo de la primera y la segunda guerra mundial. Pero yendo a un plano más común también es causante de la extinción del amor entre parejas. De acuerdo con la Real Academia de la Lengua es “la satisfacción que se toma del agravio o los daños recibidos”.
Son varios los factores que pueden desencadenar en que en una persona se desaten sus deseos más vengativos hacia su pareja. Por ejemplo el hecho de no querer aceptar una separación inminente entre ambos o los resentimientos que se han acumulado a lo largo de los años pueden transformar el amor en odio puro.
Infidelidad
Además de los factores mencionados, para el psicólogo Joan Garriga, autor del libro “El buen amor en la pareja” las infidelidades son uno de los factores de mayor peso para buscar el desquite a como dé lugar. El afectado tratará de “recuperar un estado de igualdad y equilibrio entre ambos”, considera.
Otro posible caso de venganza sería la historia que vivió el controvertido productor británico Simon Cowell, quien traicionó a su amigo Andrew Silverman, acostándose con su ahora ex pareja Lauren. Aunque no se sabe si este romance fue producto de los deseos vengativos de Lauren o de Simon, la verdad es que ahora ambos esperan a un bebé.
Deseos destructivos
Otro de los ingredientes que se esconde detrás de este tipo de situaciones es un tipo de conducta autodestructiva, en donde, la persona afectada, por querer dañar a otro puede ser capaz de hacer lo que sea con tal de conseguir su cometido, sin importar que esto se vuelva perjudicial para sí misma.
De acuerdo con Vicente Martínez, psicólogo y miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt, junto a la venganza se encuentra también un sentimiento de ira, el cual no desaparecerá hasta que haya alcanzado su objetivo, incluso si éste tiene un alto grado de dificultad. “Cuando se logra, se alcanza una sensación de placer”, comenta.
La ciencia de la venganza
Sobre lo anterior, la doctora Tania Singer, neurobióloga del University College de Londres, realizó un interesante experimento en donde escaneó con resonancias magnéticas los cerebros de dos grupos de personas. Mediante un juego se pidió en secreto a uno de los grupos que traicionara a otro.
¿Qué pasó?
En la prueba Singer notó que los traidores desarrollaron una actividad cerebral mayor seguida de la secreción de la hormona grelina, la cual es responsable del apetito. Según la investigadora, es posible que algunas personas puedan encontrar placer al ver cómo otras personas son castigadas.
Cuando todo sale mal
Por el otro lado, si los deseos de venganza no se ven reflejados de la manera pensada, es casi inevitable que la persona que está orquestando el plan caiga en la frustración y posteriormente experimente la depresión y la ansiedad. Para Martínez, esta sensación es muy común entre aquellos que los domina la ira.
Otorgar el perdón cuando uno de los miembros de la pareja lo ha solicitado sería la respuesta ideal. Para el psicoterapeuta Bert Hellinger, “vengarse con amor significa devolver el daño, pero en una cantidad suficientemente menor” para así devolver el equilibrio. Esto incluye tratar de recuperar la confianza que se ha dañado.
En ese caso lo más saludable, mentalmente hablando, sería aprender a aceptar lo que sucedió y dejarlo ir. Esto implica hacer una evaluación de lo bueno y lo malo que pasó en la relación, detectar los puntos que como persona hay que trabajar para así poder prepararse para la siguiente relación, considera Garriga.
Mucho trabajo por hacer
Para evitar que se repitan de nueva cuenta los deseos vengativos es importante, realizar una evaluación minuciosa de varias de las situaciones que desatan las emociones que más tarde llevarán a tener este tipo de deseos. Aprender a perdonar y desahogar el rencor son parte fundamentales de este proceso.