10 famosos que perdonaron infidelidades

A Pattinson y Stewart se los ahora juntos y más felices que nunca. Él le perdonó el desliz con el director cinematográfico Rupert Sanders, en julio de 2012. En medio del escándalo cuando se conoció la noticia, Robert se emborrachó, lloró en público y se fue a vivir a la casa de Reese Whiterspoon.

El ser infiel se debe tanto a factores genéticos, como biológicos, químicos, psicológicos, ambientales, sociales y culturales, revela una investigación de febrero de 2012 sobre la infidelidad, realizada por la Facultad de Psicología y el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Doña Cuquita, con quien lleva casado 50 años, le ha aguantado muchos deslices al cantante, quien nunca los negó. Uno de sus más sonados amoríos fue el que tuvo con Patricia Rivera. "Mi mujer es mi mujer, por algo vamos a cumplir 50 años juntos, no niego que fui ojo alegre”, dijo él.

La UNAM realizó un estudio en México durante un año entre 300 parejas de entre 25 y 40 años de edad que estaban casadas, vivían juntos o mantenían un noviazgo, y se concluyó que el 15% de las mujeres y el 25% de los hombres han sido infieles tanto física como emocionalmente.

En los 13 años de matrimonio, ella ha perdonado varias infidelidades al futbolista, pero la más famosa fue su aventura con Rebecca Loos. Él nunca lo admitió, pero la chica ofreció detalles íntimos de su relación con David. Victoria declaró que la supuesta infidelidad sólo sirvió para reforzar su matrimonio.

¿Desde cuándo la idea de ser fieles gobierna la relación de pareja? “El concepto nace junto con la institucionalización del matrimonio, que a su vez, surge como parte de los convencionalismos derivados de la organización de los seres humanos en grupos sociales”, explica Mauricio Aquino, psiquiatra y sexólogo de Guatemala.

El cantante confesó serle infiel a Karen Martínez, su esposa, en diciembre de 2010: "he tenido un matrimonio muy bueno, pero a veces te pierdes, es de humanos", dijo él. El desliz los distanció un tiempo, pero ella lo perdonó y él, como agradecimiento, escribió una canción sobre el tema y la llamó "lo nuestro”.

Entre las causas más frecuentes que se mencionan en el consultorio, el sexólogo Mauricio Aquino cita: la falta de atención por parte de la mujer y su descuido personal, la necesidad de alimentar el ego, de sumar habilidades sexuales, el estrés y la insatisfacción sexual.

"Fui infiel, cocainómano y abusé del alcohol", confesó. Pero ahí no terminó la cosa: afirmó que las fotos que circulaban en la web, en las que se veía travestido y acompañado de otros travestis, eran suyas. Lejos de divorciarse, su esposa lo perdonó y lo ayudó a iniciar terapia de pareja.

De su experiencia como terapeuta, Georgina De Palmieri extrae una afirmación: “las mujeres que engañan a su esposo, casi siempre lo hacen por venganza, es decir, porque ya han sido víctimas de un engaño”'. En cambio, el estudio de la UNAM concluye que ellas son infieles porque buscan más cariño, comprensión y afecto.

El ex gobernador de Nueva York provocó un gran revuelo en 2008, cuando se supo que estaba vinculado al negocio de la prostitución, y que él mismo había "probado" los servicios de esas mujeres. Su mujer, en vez de enojarse, dijo: "la mujer debe proveer sexo. Es mi culpa, nunca fui adecuada", declaró.

Sin embargo, los prostíbulos no están en la lista de los lugares más populares para cometer infidelidades. La Universidad Nacional de México (UNAM) descubrió que los lugares que más “propician” las aventuras amorosas clandestinas son los lugares de trabajo, seguidos de los bares y los gimnasios.

En 2005, él engañó a su esposa con la niñera. "Viendo los diarios del día de hoy, sólo quiero decir que estoy muy arrepentido por haber lastimado a Sienna, y a la gente cercana", dijo Jude. Ella lo perdonó, e intentó salvar la relación, pero se separaron cuatro meses más tarde.

“El hombre se siente más ofendido si su esposa tuvo relaciones sexuales con otro, mientras que para ellas, lo peor es que el marido se enamore de otra”, dice el Dr. Aquino. “El hombre es infiel con personas ajenas a su círculo social, mientras que el amante de una mujer, suele ser una persona cercana”, afirma.

Al Presidente lo pillaron teniendo sexo oral en la Casa Blanca con la becaria Mónica Lewinsky. Al principio él lo negó, pero había pruebas. ¿Qué hizo Hillary? Lo perdonó. "Nadie me entiende mejor, y nadie me hace reír como él. Es la persona más interesante que he conocido", escribió ella en sus memorias.

Algunas Investigaciones realizadas en EEUU indican que sólo 2 de cada 10 casos de divorcio por infidelidad concluyen en el matrimonio de los amantes. Y que las causas de la separación son otras; además, esto podría explicar el hecho de que quienes aceptan un romance ilícito, no desean formalizar la relación.

Mientras estaba casado con ella (foto) Alejandro tuvo un pequeño "desliz" con Valeria Rivera, una “aventurita” que incluía un hijo, algo muy difícil de perdonar. Él reconoció la paternidad en 2009 y su mujer hizo lo posible por mantener la relación, pero no pudo evitar la ruptura.

Tanto las parejas que recurren al consultorio de un psicólogo, como las que acuden a un consejero matrimonial en busca de ayuda, deben cumplir tres puntos: reconocimiento del hecho, decisión de perdón y trabajo conjunto para salvar la relación, señala la psicóloga Georgina De Palmieri.

Ellos mantenían uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood, al menos en apariencia, pero en 2010, él reveló que había engañado a su mujer con una camarera. Y se divorciaron en términos tan cordiales que hasta hicieron juntos la promoción de una película.

Está punto de convertirse en la forma más frecuente de infidelidad conyugal. Así lo afirma Yannick Chatelain, especialista en nuevas tecnologías, quien junto al psicólogo Loick Roche, publicó el libro “In bed with the web”. “Cualquiera puede ver que la PC ya ha perturbado las relaciones de la familia”, afirman los autores.

“La infidelidad ha existido siempre, pero Internet facilita las cosas, desinhibe y permite pasar del secreto virtual a la realidad”, dice Loick Roche. “Esta práctica es común en personas de 35 a 45 años, en apariencia cansadas de la vida conyugal y con deseos de experimentar”, señala el psicólogo.