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Evitan que explote el cerebro de un bebé
Por HolaDoctor
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Tenía apenas 14 días de vida
Jacob Edwards sufrió un ataque cerebral a las dos semanas de nacido, y aunque los médicos creían que nunca caminaría, este pequeño ya dio sus primeros pasos. Los ataques cerebrales se conciben como propios de los adultos mayores, pero también pueden afectar a los niños.
Según informa la National Stroke Association, seis de cada 100 mil niños llegan a padecer un ataque cerebral; sin embargo, muchos no son atendidos a tiempo, pues los padres desconocen este tipo de situaciones. Debido a esto, los ataques cerebrales constituyen una de las principales causas de muerte infantil.
A ojos de todos, Jacob se encontraba sano, sin embargo, en julio del 2011, poco después de nacer, el pequeño se despertó llorando y vomitando. Sus padres lo llevaron de inmediato al hospital; los médicos creyeron que se trataba de gastroenteritis, sin embargo, al realizar una tomografía descubrieron que el niño había sufrido un ataque cerebral.
¿Qué es un ataque cerebral?
Según el Dr. Harry S. Abram, de la Nemours Children's Clinic, "un ataque cerebral sucede cuando el flujo de sangre al cerebro se ve interrumpido, ya sea por la obstrucción de una arteria a causa de un coágulo o por la ruptura de un vaso sanguíneo".
El pequeño Jacob fue sometido una riesgosa cirugía de seis horas para drenar la sangre del cerebro y aliviar la presión dentro de su cabeza. "El niño podía morir durante el procedimiento, sin embargo, no había más opción que intentarlo", explicó el Dr. Desiderio Rodrigues, del Birmimgham Children’s Hospital, quien atendió al niño.
Al final, la cirugía había sido exitosa; no obstante, durante el procedimiento, los médicos descubrieron que el ataque cerebral había sido debido a un grupo de vasos sanguíneos malformados. Los especialistas intentaron extraerlos, pero fue imposible: se encontraban en un lugar peligroso del cerebro. Esto elevaba el riesgo de que Jacob sufriera un nuevo ataque cerebral.
¿Qué causa un ataque cerebral en un niño?
Los ataques cerebrales en niños suceden sobre todo a causa de defectos congénitos: malformaciones en los vasos sanguíneos del cerebro o defectos cardíacos; asimismo, algunos problemas de salud en la madre, como diabetes o preeclampsia, o enfermedades en el bebé, como problemas sanguíneos o infecciones, pueden dar origen a un ataque cerebral.
Luego de la operación Jacob estuvo internado en el hospital durante dos semanas, conectado a varias máquinas para mantenerlo con vida. Sin embargo, luego de este tiempo, el pequeño empezó a recuperarse y fue dado de alta; aunque los especialistas consideraron que había sufrido daños cerebrales graves y que no podría caminar ni hablar.
El milagro
Al regresar a casa, Jacob aún tenía la malformación en el cerebro, por lo que había riesgo de un nuevo ataque cerebral. Debido a esto, el niño fue evaluado con frecuencia. Sin embargo, en febrero del 2012, durante una evaluación, los médicos y los padres de Jacob quedaron sorprendidos: la malformación había desaparecido sin dejar rastro.
A pesar de las predicciones de los médicos, en julio del 2012, poco después de su primer cumpleaños, Jacob dio sus primeros pasos, y también ha logrado aprender a hablar. "Es impresionante. Estamos muy orgullosos de él. No pasa un día en que no piense en todo lo que atravesó Jacob", comenta Hayley Leon, madre del pequeño.
La Dra. Adriana Yock Corrales, del National Stroke Research Institute en Melbourne, Australia asegura que “Cerca del 80% de los niños que sufren un ataque cerebral no son atendidos a tiempo y padecen daños cerebrales irreparables, debido a que sus padres no conocen los síntomas, por lo que no acuden al médico".
Los síntomas más comunes de un ataque cerebral en bebés son convulsiones, llanto intenso, vómito, parálisis repentina y problemas para tragar; además de lo anterior, en niños más grandes pueden observarse dolor de cabeza severo, problemas para hablar, falta de movilidad en un lado del cuerpo, problemas de memoria y cambios de comportamiento.
Si observas que tu hijo presenta alguno de esos síntomas, es importante llamar a emergencias cuanto antes: según la Dra. Yock, "Para evitar que el ataque cerebral cause complicaciones permanentes en el niño, éste debe ser atendido en un máximo de seis horas a partir de que sucede el problema".
Si no es tratado, podría sufrir parálisis cerebral
"Un ataque cerebral puede dar lugar a diversas complicaciones, si no se trata a tiempo", asegura el Dr. Abram, "Entre los problemas principales se encuentran parálisis cerebral, retraso mental, parálisis o debilidad permanente en un lado del cuerpo, problemas de comunicación e incluso dificultades psicológicas".
Siempre hay esperanza
Si el niño fue atendido a tiempo y el daño no es grave, el pequeño aún puede tener un desarrollo normal luego del ataque cerebral: "El cerebro de los niños aún no está especializado, por lo que las partes sanas pueden 'aprender' a realizar las actividades propias de las áreas dañadas", explica el Dr. Andy Shennan, de la fundación Tommy's en Inglaterra.
El Dr. Abram explica que "luego de un ataque cerebral el niño requerirá terapias de rehabilitación para 're-entrenar' el cerebro; con ello, el niño lograría aprender a hablar y moverse. Aunque este proceso es lento, la mayoría de los niños logran un desarrollo adecuado, convirtiéndose en miembros productivos de la sociedad".
"Para poder brindarle un buen apoyo a tu hijo durante la rehabilitación y después de ésta, es importante que busques grupos de ayuda que puedan brindarte soporte psicológico y emocional, y que te enseñen cómo propiciar un desarrollo saludable en tu pequeño", asegura el Dr. Abram.