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Evita la contaminación en viandas escolares
Por HolaDoctor
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Alimentos que pueden matar
Uno de cada seis niños en los EE.UU. sufre algún tipo de enfermedad relacionada con intoxicación con alimentos. A raíz de ello hay alrededor de 128,000 hospitalizaciones y 3,000 muertes, según informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Para proteger a las familias de accidentes por indigestión, envenenamiento u otro tipo de enfermedades a causa de la comida, el Servicio de Seguridad Alimentaria e Inspecciones del Departamento de Agricultura de EE.UU. da algunos consejos. Conócelos y evita pasar un mal momento con los niños.
No olvides los bloques
Si la lonchera escolar incluye productos perecederos como carnes, huevos o yogures, es necesario agregarle al menos dos bloques para freezer, a fin de mantener los alimentos a una temperatura lo suficientemente baja como para que permanezcan frescos. Así se evita la proliferación de bacterias que puedan dañar el delicado organismo infantil.
Un bloque sustituto
Una caja de jugo congelado puede servir como bloque enfriador. Basta con dejarlo en el freezer toda la noche: para la hora del almuerzo ya estará descongelado y habrá ayudado a mantener frescos los alimentos. Las botellas con jugo también sirven, pero solo hay que llenarlas hasta las ¾ partes porque el líquido aumenta de volumen al congelarse.
Envasa los productos perecederos junto con los packs para freezer en una lonchera térmica. Las bolsas de papel que se utilizan habitualmente no son seguras, y no garantizan que el alimento llegue en buen estado al momento de ingerirlo, ya que no fue conservado en frío, según indica el Servicio de Inspección de Alimentos.
Un poco abierta
Si en la escuela del niño hay un refrigerador, lo mejor es que ponga dentro la lonchera tan pronto llegue. Es conveniente que deje la tapa levemente abierta, lo mismo debe hacerse si se trata de una bolsa, ya que facilita la circulación del aire fresco alrededor de los alimentos.
Comidas calientes
Al meter en un recipiente alguna comida como sopas o guisos, conviene utilizar los que tienen aislación térmica para que se mantengan calientes. Pero antes de llenarlo, colocarle agua hirviendo durante unos minutos. Descartar el agua y después agregar los alimentos. Si se mantiene cerrado permanecerá caliente hasta el momento de comerlo.
Después de comer...
Al terminar la comida conviene colocar los desperdicios en bolsas de papel y descartar todo. No es conveniente reusar los envoltorios donde se llevó la comida porque pueden contaminar otros alimentos y causar enfermedades, recomiendan los expertos. Si se quieren conservar los restos, deben llegar al refrigerador lo antes posible.
Comer con la mano
La consultora familiar Natasha Haynes, quien también es especialista en consumo de la Universidad Estatal de Mississippi explica que loncheras sucias pueden contener muchos gérmenes y bacterias. Esto es peligroso y puede enfermar a los niños, porque muchas veces la comida que se le envía es para comer con la mano.
Gel antibacterial
La experta recuerda que no siempre los niños se lavan las manos antes de manipular las loncheras y los alimentos. Por eso es recomendable incluir dentro una pequeña botella de gel antibacterial con un buen cierre para evitar derrames. Si no se pueden lavar las manos con agua y jabón, siempre pueden recurrir a este gel antes de comer.
Cuidado con las mesas
Lo más recomendable es que los niños no apoyen la comida directamente sobre la mesa. Puedes incluir en la lonchera una toalla de papel, papel encerado o un pequeño mantel de tela que luego puedas lavar en casa. Así la comida de tu hijo no entra en contacto con superficies que fueron usadas por varias personas.
Cuidados en la cocina
Los Institutos Nacionales de la Salud aconsejan mantener la higiene antes de comenzar a cocinar, lavarse las manos con agua y jabón y asegurarse de que las mesadas y los utensilios de cocina estén bien limpios. Utilizar tablas de picar distintas, una para carnes y otra para frutas y verduras. Si estas últimas tienen tierra, limpiar con un cepillo.
Tras hacer las compras, los alimentos frescos deben llegar al refrigerador lo antes posible. En el supermercado, elegirlos al final, momentos antes de acercarse a pagar a la línea de cajas. Lo mismo ocurre con los productos que se compran calientes, así evitarás gastar energía extra o cocinarlos de más al calentarlos en casa.
Evita comprar latas abolladas o golpeadas, envases con roturas o rajaduras o que no cierran bien. Al comprar huevos, controla que no estén manchados ni rajados, y que estén conservados en el frío. También controla las fechas de vencimiento para que los alimentos que lleves a tu casa sean seguros de consumir para tu familia.
Si vas a descongelar algún alimento, hazlo dejándolo unas horas en el refrigerador, y nunca a la intemperie. Otra forma es hacerlo en el microondas o directamente poniéndolo a cocinar. No consumas carnes poco cocidas, en especial las hamburguesas, que no deben tener el interior rosado.
Los que más fácil se echan a perder son los lácteos, huevos, carnes, aves y comidas de mar. Pero un alimento puede estar en mal estado sin tener un sabor, olor o aspecto desagradable y ante la duda, lo mejor es no consumirlo. En caso de fiebre, diarrea o dolor de estómago, consulta a tu médico para descartar una contaminación alimentaria.