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Cómo preparar pollo “libre de bacterias”
Por ggarcia@holadoctor.net
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Normas reales
Según un análisis de la Agencia de Normas sobre Alimentos del Reino Unido, el 44% de la población lava el pollo antes de cocinarlo. Este hábito puede hacer proliferar la bacteria campylobacter, responsable de intoxicaciones alimentarias que provocan diarrea, dolor abdominal, calambres y fiebre.
Bacteria asesina
Si la bacteria ingresa al torrente sanguíneo puede causar una infección peligrosa, aunque es más probable que afecte a personas con un sistema inmune débil, como niños y adultos mayores. Además de diarreas y fiebre, puede causar colon irritable, artritis reactiva y síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad que afecta al sistema nervioso.
Para alejar el riesgos, la entidad inglesa emitió una serie de consejos para que la población sepa cómo preparar las aves en forma segura. El principal objetivo es combatir la contaminación cruzada, que es la transferencia de bacterias peligrosas de un alimento a otro. Conócelos.
1. Guardarlo en un envase hermético
Guardar el pollo en bolsas selladas o en un envase limpio y hermético en la parte inferior del refrigerador, para evitar que gotee sobre otros alimentos. Es importante mantenerlo lejos de comidas como frutas o quesos, que no serán sometidos a un proceso de cocción antes de ser consumidos.
2. No lavarlo
Las bacterias que pueda contener el pollo se eliminan durante la cocción, por eso no es necesario lavarlo antes. Hacerlo puede llegar a provocar salpicaduras: las gotas pueden contener bacterias campylobacter y contaminar otras superficies de la cocina.
Antes de tocar el pollo crudo es necesario lavarse bien las manos con agua y jabón. Lávate nuevamente al terminar de manipularlo o cada vez que necesites tocar otra cosa durante el proceso de preparación, como algún utensilio, un condimento o una alacena.
4. ¡Cuidado con las tablas de picar!
No es seguro utilizar la misma tabla para cortar el pollo, las frutas y los vegetales. De ser posible se debe tener dos, una para cada tipo de tarea. Otra solución es procesar primero las frutas y vegetales sobre la tabla bien limpia, lavarla y luego disponer el ave. Una vez terminada esta tarea, lavar nuevamente la tabla con agua caliente y jabón.
El pollo se debe consumir bien cocido y esto se comprueba cuando la carne no tiene una tonalidad rosada en su interior. Después de pincharlo, el jugo que emana debe ser claro y no rosado o rojizo. De todos modos el color no es un indicador confiable ya que algunas piezas cocidas siempre quedan con un leve tinte rosado.
El mejor indicador
La mejor manera de asegurarse si el ave está cocida es con un termómetro de cocina para alimentos. Se checa la temperatura en las zonas más carnosas del pollo, donde debe haber 165°F (73.9 °C). En ningún caso se debe utilizar un termómetro medicinal ya que no tolera las altas temperaturas de la cocción.
6. Cuidado al cortar
Si no se utiliza un termómetro y se desea cortar para comprobar si está cocido, no alcanza con hacer un corte en cualquier parte. Lo mejor es elegir la parte más carnosa de la pata, que es la que lleva más tiempo de cocción. Si esta zona está cocida, el resto de la pieza también lo estará.
7. Refrigerador, con recaudos
Si quieres refrigerar el pollo una vez que está cocido, no lo pongas en la heladera de inmediato ni mientras esté caliente. Debes dejarlo enfriar y airear por, al menos, una hora antes de guardarlo en un recipiente bien cerrado o una bolsa sellada.
8. Restos seguros
Los restos de pollo que no se consumieron durante la comida se pueden guardar durante dos o tres días. Pero no te fíes tampoco de este dato: si se pone en mal estado sin duda despedirá mal olor, que te indicará que no es seguro para el consumo.
Si deseas recalentar el pollo y utilizas el microondas, aseguráte de exponerlo el tiempo suficiente como para que quede caliente en forma uniforme. El microondas no cocina parejo y algunas zonas pueden quedar con distinta temperatura. Observa que lleguen a 74 °C y se mantengan por lo menos 2 minutos a esa temperatura.
10. Usos del freezer
Si deseas congelar el ave, lo mejor es hacerlo inmediatamente después de haberlo comprado. Y para descongelarlo se recomienda dajarlo en la heladera o usar el microondas. También, poner una bolsa hermética o sellada dentro de un recipiente con agua fría. Estos métodos son más seguros que dejarlo a temperatura ambiente.
Tambien la FDA
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) advierte que tanto las carnes crudas como las aves y los huevos pueden tener gérmenes patógenos. Para evitar su diseminación, hay que extremar la higiene en manos, utensilios y superficies de preparación de los alimentos.
11. Separar alimentos en el supermercado
Al hacer las compras en el supemercado, es aconsejable separar los productos crudos para que no se contaminen, en especial aislando los que pueden perder algún tipo de jugo. Así se evitará que caigan líquidos sobre productos que van a ser consumidos sin cocción previa.
¿Cuántas calorías tiene el pollo?
Sin piel ni huesos, una pechuga de pollo pequeña de 3 onzas (86 gramos) grillada, asada o hervida tiene 141 calorías, 5% grasas totales y 27,6 gramos de proteína. Una taza de 140 gramos de pechuga picada tiene un 7% de grasa y 40.6 gr de proteína. Como parámetro, se recomienda el consumo diario de 46 gr de proteína para mujeres, 56 para los hombres.
Una pata de pollo de 95 gramos, sin piel ni huesos, tiene 181 calorías, 12% de grasas totales y 25.7 gr de proteina. Un ala asada con piel y sin hueso de 34 gr tiene 99 calorías, 10% de grasa y 9,1 gr proteina. Si está rebozada y frita, aumenta a 61 calorías, 6% de grasa y 5 gr de proteína.
Lo frito, lejos
Una porción de 6 unidades de Mc Nuggets suma 280 calorias, 27% grasa y 13 gr de proteina. Y una taza en cubos de pollo frito y rebozado tiene 307 calorías, 20% de grasa y 42 gr de proteína. Empanada, una pechuga de 100 g tiene 242 calorías 20% de grasa 42 gr de proteína si se la prepara al horno. Frita asciende a 350 calorías.
Si se desea marinar el ave se debe tener mucho cuidado, ya que la carne cruda puede contener bacterias dañinas. Por eso no se deben utilizar los restos de la marinada en otros alimentos cocidos, a menos que se haya sometido previamente a un proceso de cocción. Y nunca probar este líquido en el que se sumergió la carne cruda.