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Embarazo adolescente, ¿se puede prevenir?
Por Julio Guzmán
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El reto a vencer
No es el título de una telenovela. Desde hace dos décadas el número de embarazos jóvenes ha descendido en el país; sin embargo, esta situación sigue siendo preocupante. Conoce lo que dicen los expertos sobre la forma de prevenir los embarazos en las adolescentes.
Tener las primeras experiencias sexuales habiendo recibido poca o errónea información tiene su precio, el cual puede manifestarse nueve meses después con la llegada de un bebé. Eso lo saben los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), quienes se han dado a la tarea de investigar a fondo esta situación.
La tasa de nacimientos ha disminuido en esta franja de edad: de 38,6 por cada 1,000 adolescentes en 1991, a 14,1 por cada 1,000 en 2012. Sin embargo, el desafío de disminuir esta cifra a cero aún existe.
Unas 86,000 las adolescentes de entre 15 y 17 años dieron a luz en 2012. Además, una de cada cuatro chicas no habló nunca con sus papás sobre sexo y un escaso 1% usa métodos realmente efectivos para prevenir embarazos, como los anticonceptivos, o preservativos.
Una de las razones que subyace en la mayoría de los embarazos precoces es la poca información sobre sexo y relaciones sexuales. De hecho, los CDC estiman que sólo 4 de cada 10 jóvenes dijeron haber sido informados sobre la abstención sexual y los métodos anticonceptivos.
En total, un 83% de los jóvenes que admitieron haber tenido relaciones sexuales no reportaron haber tenido ningún tipo de educación sexual antes de perder la virginidad, algo que preocupa a los centros de salud.
¿Qué pasa en los estados?
Nuevo México, Texas, Oklahoma, Mississippi, Arkansas y West Virginia, además del Distrito de Columbia, tienen las tasas más altas de embarazo adolescente mientras que New Hampshire, Massachusetts, Maine, Connecticut y Vermont, reportan las más bajas.
También las cifras muestran que las tasas de embarazo adolescente suelen ser de dos a tres veces más altas entre los adolescentes hispanos y afroamericanos que entre los blancos no hispanos.
Riesgos que no se asumen
Cuando una pareja de jóvenes tiene relaciones sexuales no considera riesgos como el embarazo, el cual puede llegar a frustrar la vida y el futuro de la madre, el padre, el hijo, y sus familias, debido a que limitaría la capacidad de para terminar sus estudios o conseguir un empleo.
Además de un embarazo no deseado, muchos jóvenes, al no pensar bien en las consecuencias de sus actos, se exponen considerablemente a otros riesgos como contagiarse de una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), desde clamidia hasta VIH.
A pesar de los avances registrados, Ileana Arias, funcionaria de los CDC, explica que "aún son demasiadas las adolescentes que están teniendo bebés. Pediatras, maestros y padres necesitan asumir un papel activo. Nosotros, como profesionales de la salud, tenemos el deber de brindar a los jóvenes los conocimientos necesarios".
Se está trabajando
"Los esfuerzos para prevenir la maternidad adolescente deben centrarse en los enfoques que dan resultado, basados en la evidencias que tenemos: retrasar la actividad sexual y promover el uso cada vez mayor de los métodos más efectivos de anticoncepción para las adolescentes sexualmente activas", dijo Thomas Frieden, Director de los CDC.
Una de las formas para evitar embarazos, es a través de la abstinencia, uno de los métodos más seguros y eficaces de la anticoncepción. Incluso, los adolescentes que ya son sexualmente activos deben de ser alentados a abstenerse de tener más sexo, recomienda la Academia Americana de Pediatría.
Los jóvenes deben ser invitados tanto por sus papás como por su médico, de abstenerse hasta que estén emocionalmente preparados para manejar las implicaciones de las relaciones sexuales. Deben saber que la sexualidad es algo natural de la vida, pero como cualquier proceso, hay un tiempo para todo.
Y para evitar embarazos no planeados, la comunicación juega un papel fundamental. Frente a esto, los padres deben de ganarse la confianza de los adolescentes. También los chicos deben ser conscientes de que pueden hablar de forma confidencial el sexo, la anticoncepción, pruebas de ETS y el tratamiento con un médico.
Muchos jóvenes piensan que están solos, pero la verdad es que también pueden contar con la asesoría de los médicos, quienes les pueden proporcionar servicios confidenciales, ofrecerles una amplia variedad de métodos anticonceptivos y aconsejarlos acerca de la importancia de usarlos para evitar embarazos y afecciones.
Según los CDC, más de la mitad de los adolescentes sexualmente activos, un 58%, acudieron a una cita de salud reproductiva en busca de servicios anticonceptivos en el último año. Esta oportunidad puede ser aprovechada por los médicos para generar más confianza en esta población.