Mucho más común de lo que parece: Un estudio reciente asegura que entre un 25 y un 35% de las personas, después de una ruptura amorosa, se lanzan a tener sexo por despecho o revancha como forma de aliviar el estrés.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Missouri entrevistó a 170 participantes que habían roto con sus parejas en los últimos ocho meses y les pidieron que reporten sus emociones semanalmente y también registraron su actividad sexual y las razones por las que hacían lo que hacían.
Puntos clave
- El sexo por revancha parece ser una forma de tramitar el dolor de una separación.
- Un estudio reciente asegura que entre un 25 y un 35% de las personas han tenido sexo por despecho o revancha.
- Con el tiempo, el sexo por despecho disminuía como forma de tramitar el dolor.
El sexo por despecho estuvo más presente en aquellas personas que habían sido dejadas por sus parejas y un tercio de los estudiantes que han roto con sus parejas tuvo sexo por despecho dentro del mes de haberse separado.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la reciente edición de la revista Archivos de Conducta Sexual. El estudio llegó a la conclusión de que el 35% de los participantes tuvieron sexo por despecho mientras que el 25% lo hizo como revancha.
“La gente usa el sexo como una forma de superar una ruptura o recuperar el amor perdido", dijo una de los investigadores líderes del estudio, la psicóloga Lynne Cooper de la Universidad de Missouri.
El sexo como revancha y forma de elaborar el estrés fue desapareciendo a medida que pasaba el tiempo, lo cual lo hace pensar como una reacción más que nada relacionada a la ruptura, explican los expertos.
Según la creencia popular, la gente que se está recuperando de una ruptura es vulnerable debido al incremento en los niveles de angustia, furia y la disminución de la autoestima que en general acompaña a la pérdida de una pareja, señalan las autoras del estudio.
En el estudio, las investigadoras también concluyeron que cuanto más dañina había sido la ruptura, más probable era que se cayera en este tipo de comportamiento.
“La gente utiliza el sexo como una manera de superar la ruptura o de devolvérsela a su pareja”, explica Cooper, quien también manifestó su sorpresa al darse cuenta de que no existía un estudio psicológico sobre el asunto, a pesar de ser algo cada vez más habitual entre los jóvenes, sobre todo en los primeros meses después de la ruptura.
Las investigadoras concluyeron que cinco meses después de la separación, estas conductas tendían a desaparecer con lo que se asume que no cumplen sus objetivos de reparación por el amor perdido.