A la hora de buscar confort para dormir, la mayoría de las personas centran todas sus energías en escoger un colchón que se adapte a sus necesidades. Sin embargo, olvidan que las almohadas también son igual de importantes. ¿Sabes qué tanto pueden influir?
De acuerdo con Ana Krieger, directora médica del Center for Sleep Medicine en New York, unos centímetros de más, o unos de menos de distancia entre el cuello de una persona y su cama pueden ser capaces de modificar su postura y como consecuencia acarrear otro tipo de problemas.
El modelo a seguir
Debido a esto es importante que una almohada cumpla adecuadamente su función de dar soporte y confort a la hora de descansar. Para ello debe procurar que tanto las caderas, como la espalda y el cuello de una persona se mantengan alineadas para así mantener su espina dorsal lo más derecha posible.
Es posible encontrar en el mercado dos tipos de almohadas: las naturales y las sintéticas. Para Krieger, las del tipo natural, como las contienen plumas, son muy buenas ya que pueden rechazar varias partículas de polvo así como ácaros, evitando el desarrollo de alergias.
Almohadas de plumas
Asimismo, este tipo de almohadas pueden ser moldeadas fácilmente de acuerdo a la posición que se adopte a la hora de dormir. “Y no hay que olvidar, que también tienden a permanecer frescas por largos periodos de tiempo”, agregó la experta.
Por otro lado, las almohadas elaboradas con materiales sintéticos como látex espuma e hipoalergénicos tienen la desventaja de no perder su forma y estatura. “Si cambias de posición cuando intentas dormir, experimentarás una sensación de incomodidad por parte de la almohada”, comenta Krieger.
Cuestión de posición
Y hablando de posiciones para dormir, para aquellos que duermen de lado, también deben poner atención en el tipo de almohadas que usan, pues en tales casos es recomendable una que mantenga la distancia entre hombros y orejas, mientras al mismo tiempo se conserva el cuello alineado.
“Mucha gente que duerme en esa posición prefieren las almohadas de plumas porque les permite moldearlas”, explica Krieger. “Sin embargo, algunas almohadas sintéticas también proveen de consistente soporte sin desalinear el cuello”.
Boca arriba
En tanto, quienes duermen boca arriba tienen un mayor rango de soporte en todo el cuerpo. No obstante se debe de tener cuidado en usar una almohada demasiada alta u otra demasiada baja.
“En estos casos la parte superior de la cabeza no debe de estar más inclinada que la barbilla, o de lo contrario se pueden experimentar dolores en la espalda o en el cuello durante el día siguiente”, agrega Krieger.
¿Y si duermo sin almohada?
Para aquellos que duermen boca arriba sin almohada o con una muy delgada, la recomendación de la experta es verificar que la misma postura no haga que la barbilla no esté muy cerca del cuello, pues esto podría ocasionar problemas de respiración.
En contraste, si eres de los que duermen boca abajo debes considerar dormir sin una almohada o con una muy baja ya que adoptar una postura en la que se eleve más la cabeza de lo normal puede acarrear dolor en el cuello, advierte la especialista.
¿Problemas para dormir?
Aunque no lo creas, una almohada podría ayudar a aliviar parte de los desórdenes del sueño. Según Krieger, el calor es un factor que puede evitar que se tenga un descanso reparador, para ello no hay nada mejor que una almohada fresca que ayude a reducir la temperatura corporal.
Para encontrar una almohada óptima, la Dra. Krieger sugiere primero identificar la posición favorita para dormir y en base a ello, determinar la almohada más cómoda en cuanto a altura y densidad. Posteriormente checa otros aspectos como el tipo (natural o sintético) y su calidad.
¿Y si no estoy seguro?
En caso que ignores la posición corporal que adoptas al dormir, puedes comprar dos o tres tipos de almohadas y probarlas por unos meses. Se sabe que en promedio, por cada hora de sueño se suele cambiar de posición, es por esto que algunos cojines pueden ser más cómodos que otros.
Al igual que todo en esta vida, las almohadas también tienen un tiempo de uso. Mientras que las del tipo sintético tienen una vida de entre dos y tres años, una de plumas puede ser reemplazada hasta los cinco o seis años de uso.
Alarga su tiempo de uso
Si quieres conservar tu almohada por mucho tiempo existen algunas cubiertas especiales que repelen la presencia de polvo y ácaros. Sin embargo, si llevas más tiempo del indicado con tu cojín quizás ya sea momento de jubilarlo.