Cuando parece que todo está escrito y ocurre algo inesperado, misterioso, inexplicable, nos preguntamos si el destino está escrito, si la ciencia o el azar pueden cambiarlo… Estas historias han desafiado a la adversidad extrema, situándose en el borde mismo de la vida.
1. Eben Alexander vio la luz
El neurocirujano Alexander, de la Universidad de Harvard, no creía en el más allá, pero algo lo hizo cambiar bruscamente de opinión: sufrió un terrible trance y entró en coma profundo; cuando despertó, dijo que estuvo en el cielo y que es un lugar lleno de luz.
De acuerdo con el Dr. Alexander, el lugar al que viajó estaba "lleno de nubes y había seres brillantes que surcaban el espacio, diferentes a todo lo que vi en este planeta, seres superiores", declaró. Y agregó: "todo estaba inundado por una música gloriosa que descendía desde las alturas".
En un hospital pediátrico de Argentina, en abril de 2012, a la recién nacida la declararon muerta y la llevaron a la morgue, cerraron el cajón con clavos y la dejaron allí toda la noche. Cuando sus padres pidieron verla para darle el último adiós, movió sus manitas y lloró: aún estaba viva.
Sus padres creen que se trata de un milagro, por eso la bautizaron con ese nombre. La beba sobrevivió a temperaturas heladas y encerrada durante 12 horas. Estuvo internada tres meses y le dieron el alta. Ahora recibe tratamiento en su hogar, porque sufrió un severo daño cerebral.
3. Richard Norris renace con nueva cara
El hombre de 37 años, de Virginia, perdió parte de la cara en un accidente y desde ese momento casi no salía de su casa y sólo lo hacía con máscaras. Pero a mediados de 2012, le trasplantaron una cara nueva. Declaró que gracias a eso, recuperó de nuevo su vida.
El futbolista del Bolton “para todos los efectos estuvo muerto", dijo el médico del club. Se desplomó en plena cancha ante la sorpresa de los jugadores y los 40,000 aficionados en Londres, en marzo de 2012. Los médicos dijeron que durante 78 minutos su corazón no latió. Se salvó y luego se retiró del fútbol.
La joven estudiante de Georgia, (foto, derecha) fue atacada por la "flesh eating bacteria", perdió parte de sus miembros y le colocaron varias prótesis. Estuvo al borde de la muerte por la gravedad de la infección, pero las intervenciones médicas oportunas derrotaron a la enfermedad.
6. Bebé paquistaní luchó por su vida
Un niño nació con seis piernas y los médicos debieron hacer una compleja y riesgosa operación, en abril de 2012, en Karachi, Pakistán, para extirpar las extremidades adicionales. El niño se encuentra estable ahora, y la frecuencia de su caso es de uno en un millón.
7. Lily Atkinsons tenía 11 tumores
La pequeña de dos años, de Reino Unido, fue diagnosticada con un tipo de cáncer llamado neuroblastoma cuando cumplió un año. Tenía tumores en pecho, el cráneo, los brazos, las piernas, la columna vertebral, la pelvis y el tórax. Eran 11 tumores atacando todo su cuerpo.
Lily se sometió a ocho rondas de quimioterapia para eliminar los tumores. Los médicos dicen que los tumores que estaban en su cuerpo ya fueron vencidos y que los del cerebro, es probable que desaparezcan solos. Ella se recuperó y pudo pasar en 2012, su primera Navidad en casa.
8. Scott Routley, en estado de coma "habló"
El paciente de 39 años, de Canadá, se expresó a través de imágenes de resonancia magnética y dijo: “no siento dolor”. Es la primera vez en la historia en que un paciente con un daño cerebral irreversible se expresa, cambiando el sentido de “estado vegetativo”.
Tenía una malformación en las arterias de su cerebro y tuvo un ataque cerebral hemorrágico. La mujer inglesa de 32 años estuvo en coma 10 días y despertó milagrosamente, pero sus recuerdos se habían borrado: creía tener 19 años, y no recordaba a su esposo ni a sus hijos.
El pequeño sufrió un ataque cerebral a los 15 días de haber nacido, debido a una malformación, y fue sometido a una riesgosa cirugía de seis horas para drenar la sangre del cerebro. "El niño podía morir durante el procedimiento, pero había que intentarlo", dijo el Dr. Desiderio Rodrigues, del Birmimgham Children’s Hospital.
Un milagro ocurrió después
El niño estuvo internado varias semanas y al regresar a casa, aún tenía la malformación en el cerebro, por eso corría riesgo de un nuevo ACV. Fue evaluado con frecuencia, pero en febrero del 2012, los médicos y los padres de Jacob quedaron sorprendidos: la malformación había desaparecido sin dejar rastro.
Ahora camina y habla
A pesar de las predicciones de los médicos, al cumplir un año, en julio de 2012, Jacob dio sus primeros pasos, y también está aprendiendo a hablar. "Es impresionante. Estamos muy orgullosos de él. Siempre pienso en todo lo que atravesó él", comenta Hayley Leon, la madre del pequeño.