Mantener una actitud positiva no es cosa fácil. Los altibajos del diario vivir, más las sorpresas que depara el destino puede hacer que en cualquier momento uno termine por perder la cabeza. A pesar de eso, hay quienes al mal tiempo siempre conservan buena cara.
Tal como explica Melissa Blakeman, directora médico regional de la Universidad John Hopkins, las personas optimistas adoptan conductas que refuerzan su armadura mental. Esto se traduce en estar de buen humor a pesar de haber derramado café en su ropa o haber tenido una jornada estresante.
1. Eligen sus batallas sabiamente
Por ejemplo, las personas con carácter positivo, evitan enfrascarse en cualquier tipo de problemas. Por el contrario, definen sus objetivos y no los pierden de vista hasta alcanzarlos, explican Herbet Fensterheim y Jean Baer en su libro “No diga ‘si’ cuando quiera decir ‘no’”.
De acuerdo con un análisis publicado en la Revista Mexicana de la Personalidad y la Psicología Social, las personas que siembran una actitud optimista en medio de dificultades se conducen de manera potencial a solucionar sus problemas con mayor asertividad. Esto aplica en varias áreas de la vida.
3. Tienen su momento de "relax"
Ser optimista no quiere decir que seas inmune a las emociones. Según Blakeman, la meditación es una herramienta ellos usan para canalizar la ira, ansiedad o frustración. Puedes empezar a hacerlo escuchando tu respiración por 5 minutos mientras te concentras en el ahora.
Obviamente no es efectivo meditar en medio del tráfico o entre el bullicio de la gente. A través de un espacio aislado es posible dejar ir la carga de sentimientos que pudieran acumularse durante el día. Puede ser en tu cuarto, una oficina aislada de ruido o un paisaje silencioso, agrega la experta.
5. También son negativos
El hecho que alguien adopte una actitud positiva no significa que viva aislado de la realidad. Todas las personas son vulnerables a las adversidades de la vida. La clave está en que ellos aprenden a canalizar mejor sus sentimientos, dice Blakeman.
Para Travis Bradberry, autor del libro “Inteligencia emocional 2.0” es importante establecer límites y distanciarse de personas que lo único que pueden hacen es nublar el día con estrés y problemas sin resolver. En lugar de contagiarte de estas relaciones, lo mejor es cortar por lo sano.
Celebrar los logros, por muy pequeños e insignificantes que parezcan, es un buen indicador de que hay progreso en los objetivos y de que poco a poco se van cumpliendo. Teresa Amabile, especialista en felicidad laboral de Harvard explica que hacer esto aporta satisfacción y más productividad.
8. Planean su futuro
Los optimistas no dejan su destino a la suerte. Una investigación hecha por la psicóloga Sophia Chou halló que las personas con pensamientos y acciones positivas suelen tener mejor control sobre sus relaciones y situaciones en las que se encuentren.
Ser alguien agradecido se vincula, no sólo con el optimismo, sino también con la satisfacción social, menos envidia, depresión y dolencias físicas. Además, se duerme mejor y se ejercita más, explica Jeffrey J. Froh, profesor de psicología de Hofstra University en Hempstead, New York.
10. No abusan de ellos mismos
Mientras muchas personas pasan el tiempo destruyéndose con críticas, las personas optimistas no pierden tiempo en estas discusiones pues se han aceptado a sí mismos tal y como son. Según un artículo de la revista Ciencia Psicológica la autoaceptación es vital para tener una vida más feliz.