Si estamos frente a una cita importante, una entrevista de trabajo o una fiesta, nos preparamos de la mejor manera: con una ducha, desodorante y una fragancia ideal. Pero, algo que hemos comido o bebido nos puede juegar una mala pasada. Conoce cuáles son los enemigos del buen olor corporal para dejarlos de lado en estas ocasiones.
El mal olor corporal es una reacción del organismo frente a diferentes situaciones: problemas digestivos y hormonales, estrés, trastornos metabólicos, enfermedades hepáticas, estilo de vida, sexo, genética, consumo de ciertos medicamentos y alimentación. Sobre esto último, debes conocer cuáles son las peores opciones:
Ajo
Además de provocar mal aliento (también conocido como halitosis), el ajo contiene sustancias sulfurosas muy volátiles que pueden ser liberadas a través del sudor. Estas también son absorbidas en la sangre y los pulmones después de la digestión, haciendo que nuestra respiración y piel huelan muy mal.
Alcohol
Nada de tomar copas en la noche si tienes una entrevista por la mañana: podrías oler desagradable a pesar de todas las medidas de higiene que tomes. A pesar de que estas bebidas pasan a través de la sangre y el cuerpo, una parte se filtra por medio de la respiración, el aliento e incluso los poros, haciendo que hasta el sudor comience a oler a alcohol.
Los espárragos pueden producir una orina ácida muy persistente, tan intensa como la col podrida o hervida, que se debe a su descomposición natural. Para explicar esto, muchos expertos señalan que las personas son diferentes en su capacidad para sintetizar y percibir olores, debido a sus variaciones genéticas.
Carne roja
Ser vegetariano podría tener algunos beneficios desconocidos, como, por ejemplo, un mejor olor corporal. Así lo aseguran diferentes ensayos que pidieron a mujeres que calificaran los olores de los hombres. Los resultados mostraron una coincidencia entre aquellos señalados como "más atractivos y agradables" y los que no comieron carne durante dos semanas.
Condimentos
El curry, comino y otras especias, no sólo provocan mal aliento sino también mal olor corporal, ya que al digerirse producen gases sulfurosos. Algunos son asimilados, pero otros se dirigen a la sangre y se liberan a través de los pulmones y los poros. El efecto puede durar varias horas e incluso días.
Pescado
En algunos casos existe una interacción entre los genes, dieta y olor corporal. Las personas con un trastorno metabólico hereditario llamado trimetilaminuria desarrollan olor a pescado cuando lo comen. Esto puede deberse a que provoca que ciertos compuestos se acumulen en el cuerpo y se liberen en el sudor, la respiración o la orina.
Brócoli y coliflor
Las plantas que pertenecen al familia de las brasicáceas o crucíferas, como el brócoli, col o coliflor, pueden afectar el olor corporal debido a sus compuestos de azufre. Esto suelen liberarse por los poros, de modo similar a lo que ocurre con las cebollas y el ajo.
Café
La deliciosa y preferida infusión de las mañanas no sólo te hará sentir más despierto, sino que, al mantenerte alerta por la cafeína, también estimula la actividad de las glándulas sudoríparas. Otro problema es que, según explican los expertos médicos, al actuar como diurético, provoca mucha sed, lo que lleva a un mal sabor y olor por la sequedad en la boca.
No olvides los vegetales verdes
Si no comes suficientes verduras, tal vez huelas mal, ya que la clorofila, que se encuentra naturalmente en las plantas, se utilizaba desde la antigüedad como desodorante oral. Comer verduras como espinaca, berro, rúcula, lechuga o acelga, puede ayudar a refrescar el cuerpo y a prevenir el mal olor.
Una solución rápida si tienes mal aliento es recurrir a un enjuague bucal intenso o masticar unas hojas de perejil o menta, pero tendrás que esperar hasta que tu cuerpo termine con la digestión antes de que el olor desaparezca por completo. Evita las comidas y bebidas que pueden "traicionarte" en las horas anteriores a una junta o cita.
Fuentes consultadas:
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.