¿Vives atormentado por tu pasado? Al parecer, dentro de un futuro no muy lejano esto ya no será un martirio, pues una investigación apuesta a que podrá ser posible erradicar aquellos pasajes de la vida que no te dejan ver con vísperas hacia el mañana. ¿Te gustaría saber de qué se trata?
Podría tratarse de la solución hacia problemas tan preocupantes como el Alzheimer, así como de algunos recuerdos traumáticos. Y es que una investigación desarrollada por miembros de la Universidad de California ha revelado que es posible borrar y restaurar los recuerdos de manera selectiva. ¿Puedes creerlo?
¡Manos a la obra!
Para llegar a esta conclusión, los investigadores se dieron a la tarea de estimular las neuronas cerebrales de ratas genéticamente modificadas con una serie de pulsos de luz que demostraron previamente fortalecer o debilitar las conexiones entre células cerebrales, conocidas como sinapsis.
Se trata de pequeños huecos que existen entre las células que permiten el flujo de información en forma de una señal química o eléctrica. De hecho, también funcionan como vía de comunicación entre las neuronas, según el mismo estudio que fue difundido en el sitio Nature.
Ubicando al dolor
El equipo de investigadores, comandado por el neurocientífico Robert Manilow se encargó de implantar una fibra óptica en el cerebro de los roedores, quienes previamente fueron amaestrados para relacionar el dolor con la estimulación óptica. A continuación se dosificaron los pulsos de luz a ciertas poblaciones neuronales.
Inmediatamente a los estímulos, las ratas reaccionaron con dolor mediante comportamientos temerosos. Los cambios químicos que se registraron en las neuronas, permitió a los científicos demostrar que había signos reveladores sobre el proceso que es la base subyacente de la formación de la memoria.
El poder de la estimulación
Y es qué anteriormente ya se había encontrado que la estimulación eléctrica repetida de las neuronas dentro del hipocampo, aumentaba la capacidad de dichas células para comunicarse con otras vecinas, lo que se conoce como potenciación a largo plazo (LTP). No obstante, no había una demostración consistente de esto, hasta ahora.
Para confirmar la novedad de su hallazgo, los científicos ahora se dispusieron a estimular las mismas neuronas, pero con una secuencia diferente de baja frecuencia de impulsos de luz, con la finalidad de revertir el efecto antes logrado. Curiosamente, los ratones ya no experimentaron miedo, lo que supuso un reseteo en la memoria original.
Juego de emociones
Estos ejercicios les hizo notar, tanto a Mallow como a su equipo, que habían logrado activar y desactivar los recuerdos a su propia voluntad. “Estábamos jugando con la memoria como un yo-yo”, sostuvo Mallow en un comunicado de prensa.
“Podemos hacer que un animal tenga miedo y después no lo tenga sólo con estimular los nervios a través de las frecuencias que fortalecen o debilitan las sinapsis”, comentó al respecto Sadegh Nabavi, otro de los miembros del equipo.
La pregunta del millón
Ante este sorprendente descubrimiento, la infinidad de posibles aplicaciones que esto traería para la salud pone a muchos a pensar en el fin de algunas enfermedades como el Alzheimer. Manilow también tiene esperanzas en que esto suceda.
Y es que, de acuerdo con Manilow, el fragmento de proteína beta-amiloide que se acumula en el cerebro de los pacientes con Alzheimer también debilita la sinapsis en una manera similar a cómo se observó en el trabajo realizado. “Esta línea de investigación podría sugerir nuevas maneras de intervenir en este proceso”, finalizó.
Otros métodos
Además del trabajo mencionado, se han detectado otras vías para poder darle un nuevo rumbo a la memoria. De hecho, un equipo de investigación de la Iowa State University encontró que los recuerdos pueden ser manipulados si poco después de rememorarlos se nos muestra una información nueva y distinta.
“Si se reactiva un recuerdo determinado por rememoración, ese recuerdo se vuelve susceptible a futuros cambios. Y si, en ese momento, le das a la gente una nueva información contradictoria, ésta puede hacer que el recuerdo original resulte mucho más difícil de recuperar en adelante”, comenta el autor del estudio, Jason Chan.
Viendo hacia el futuro
Aunque este método postula la posibilidad de poder hacer algunos cambios en la forma de recordar, la verdad es que no eliminaría por completo los recuerdos como en el primer caso. Lo que es un hecho, es que ambos trabajos aportan en la búsqueda de una cura para los problemas relacionados a la pérdida de memoria.