Resolución 2015: tener más y mejor sexo

El deseo sexual en el hombre y en la mujer se activan a través de diferentes mecanismos. En la mujer, muchas veces suele ser más complejo porque intervienen más cuestiones emocionales, hormonales y hasta ambientales. Ellos, en cambio, tienen una relación más física y visual con el sexo, dicen los expertos.

El sentirse atractiva, deseada, importante y amada son también de alguna forma afrodisíacos para la mujer. El hombre se siente atraído por el cuerpo desnudo de la mujer, sin embargo, para muchas mujeres la desnudez es un problema porque sienten vergüenza y timidez. "La aceptación y a comodidad con el propio cuerpo son muy importantes para el disfrute de la sexualidad", dice la sexóloga puertorriqueña Alessandra Rampolla.

Cargues o no unos kilos de más, puedes aprender a valorar y a moverte con soltura en relación a tu cuerpo. "Cuando estés sola, desvístete y mírate frente a un espejo, observa todos tus ángulos y búscales el lado positivo, camina desnuda por la casa, normaliza la desnudez para ti misma antes de compartirla con otra persona", dice la experta en su libro "La diosa erótica".

No es lo mismo sensualidad y sexualidad. "Una experiencia sensual no es necesariamente erótica ni sexual. Sin embargo, las mejores experiencias sexuales son aquellas cargadas de sensualidad, es decir la que estimulan los sentidos", dice Rampolla. El ir incorporando uno a uno los cinco sentidos en su máxima expresión te permitirá mantener la relación fresca, romper con la rutina y variar la intensidad o el enfoque.

Dicen los sexólogos que así como en el hombre el sentido erótico por excelencia es la vista en la mujer es el oído y el tacto. Sin embargo, todos los sentidos pueden contribuir a aumentar el erotismo. La experiencia sexual es una experiencia integral y los condimentos sensoriales contribuyen a despertar sensaciones, fantasías y hasta pueden ser divertidos.

En ellos en general el erotismo se concentra más en la zona de los genitales mientras que en ellas pasa por el resto del cuerpo, en especial, la espalda, el cuello, la cara y por supuesto, sus senos y clítoris. "Cualquier zona cubierta por piel puede convertirse en zona erógena, la piel completa se halla colmada de terminaciones nerviosas que responden a caricias, masajes, succión, besos, textura y temperaturas variantes", agrega.

Acá es importante diferenciar dos tipos de palabras "justas". Cuando se trata del momento previo, las mujeres disfrutan de un discurso romántico y susurrado, sin embargo, en el momento más caliente hay muchas mujeres que disfruten de frases de alto contenido erótico. Los hombres también disfrutan de escuchar frases calientes y se excitan con el gemido de sus parejas, es decir, saber que ella goza lo hace sentir macho y varonil.

Mirar un cuerpo desnudo o semi desnudo erotiza sin ninguna duda. De ahí que la lencería erótica y las películas pornográficas tengan tanto éxito a lo largo de la historia. En cualquier momento del acto sexual se pueden incluir estímulos sexuales adicionales como por ejemplo un espejo, variar la iluminación, filmar el encuentro, ver una película erótica juntos. "No hagas todos los cambios a la vez", recomienda.

A todos nos gusta que nuestra pareja esté higienizada y use un buen perfume. Pero además de esto, puedes acceder a una amplia gama de aceites aromáticos. Los olores son un buen estímulo sexual y pone en marcha el órgano sexual más importante: el cerebro. "Cada persona tiene su propio olor, personal y particular y esto es sumamente erótico...respirar y saber que uno está con esa persona puede resultar afrodisíaco", explica la experta.

Desde agregar comidas al encuentro erótico, hasta aceites saborizados para masajes, casi todo está permitido a la hora de experimentar y divertirse con los cinco sentidos. El sabor de las secreciones corporales son muy erotizantes también, explica Rampolla. También hay ciertos alimentos que mejoran y estimulan el apetito sexual como el pepino, el chile, el jengibre y el ajo.

Para ellas, la etapa de la ovulación, con el aumento de la producción de testosterona, suele ser una etapa de mayor iniciativa sexual y facilidad para lograr el orgasmo. Luego de la ovulación propiamente dicha, aumenta también la producción de estrógenos y oxitocina lo que incrementa el deseo sexual, explican los sexólogos.

Los alimentos bajos en grasas pueden ayudar a tus relaciones sexuales. "Mientras menos grasa corporal tengas, mayor será tu nivel de deseo sexual ya que aumenta la llamada DHEA que es la hormona estimulante de este deseo", dice Rampolla. El ejercicio, al ensanchar los vasos sanguíneos, sensibilizan el tejido vaginal.

Animare a transmitir deseos y necesidades a tu pareja es un gran desafío. No es fácil pero es importante porque puede mejorar la experiencia erótica. Es importante buscar un momento donde tengan privacidad y donde no vayan a ser interrumpidos. Si inicias la charla asegúrate de tener claras algunas ideas. En toda comunicación debe haber espacio para negociar, buscar aquellos puntos que coinciden sin que ninguno se someta a nada que no quiera.