Las piernas agotadas o cansadas es un malestar que muchas personas sienten, especialmente tras una larga jornada de trabajo o en épocas de altas temperaturas. Conoce aquí cuáles son las principales causas de este problema y a qué remedios caseros son útiles para para aliviarlo.
Debido al efecto de la gravedad, la hinchazón, con o sin dolor, es especialmente notoria en la parte baja del cuerpo. Entre las principales causas se encuentra: tener sobrepeso, coágulos de sangre en la pierna, insuficiencia cardíaca, renal o hepática, desgarro, distensión muscular, tendones inflamados o ateroesclerosis.
Este problema también puede deberse a los viajes largos en avión o automóvil, permanecer de pie por mucho tiempo, tomar estrógenos, atravesar algunos momentos del ciclo menstrual, sufrir infecciones del hueso, de la piel y del tejido blando (celulitis), usar tacos altos, ser sedentario, y padecer inflamación de las articulaciones, artritis o gota.
Además de las situaciones anteriores, ciertos fármacos pueden hacer que las piernas se hinchen. A saber: antidepresivos, medicamentos para la presión arterial, hormonas, y esteroides. Es importante que, si sospechas que tus medicamentos están detrás del dolor, no dejes de tomarlos inmediatamente y lo consultes antes con un profesional.
El dolor también puede deberse a un calambre en los músculos por deshidratación, cantidades bajas de potasio, sodio, calcio o magnesio en sangre, fatiga, distensión muscular por sobrecarga, ejercicio excesivo o mantener un músculo en la misma posición durante mucho tiempo. Puedes optar por las siguientes opciones para encontrar alivio:
Agua tibia y sales
Una alternativa eficaz y que puedes hacer en casa son los baños de agua tibia, agregando sales marinas o gruesa de mesa. En las tiendas puedes conseguir sales de baño naturales e incluso algunas hierbas relajantes y desinflamatorias, como la malva. Sólo necesitas una pequeña tina para sumergir los pies en el preparado y relajarte al menos 20 minutos al día, evitando las temperaturas extremas.
Elévalas
Levantar las piernas durante algunos minutos cada día mejorará la circulación. Cada noche, luego de haberte dado una ducha relajante, o después de haber hecho el baño de inmersión con sales, puedes acostarte en el piso, apoyar las piernas sobre la cama formando con ellas un ángulo recto de 90° y mantener la posición por unos minutos.
Cuida la alimentación
Una dieta equilibrada y sostenible es esencial para lograr un correcto funcionamiento del organismo. Además de incorporar frutas y vegetales, reduce las grasas, y bebe mucho líquido todo el día. Se aconseja dos litros diarios, especialmente antes, durante y después de la actividad física.
Hacer ejercicio regularmente es vital, pero también es importante evitar lesiones que pueden provocar dolor de piernas. Por ello, los especialistas recomiendan realizar calentamiento antes de la actividad física. Asegúrate también de realizar el estiramiento adecuado.
Considera las hierbas
Si la causa de las piernas cansadas es por la mala circulación sanguínea, existen infusiones naturales de hierbas que pueden ayudarte. Las más conocidas por sus propiedades que promueven la circulación sanguínea son el romero, ginkgo biloba, jengibre, cola de caballo, cayena y mostaza negra.
Masajes
Ideales para relajarse, los masajes son excelentes opciones para aliviar la pesadez de las piernas cansadas, ya que estimulan el flujo sanguíneo produciendo alivio. Puedes consultar a un masajista por los aceites esenciales que mejoran la circulación y pedirle que aplique alguno, como, por ejemplo, el de ciprés.
Si el dolor de piernas no cesa con terapias caseras y descanso adecuado, deberás consultar al médico. Sobre todo, si presentas inflamación o enrojecimiento, fiebre, si la pierna se torna negra o azul, está fría y pálida, o si el dolor aumenta al hacer ejercicio. También puedes considerar evitar el alcohol, no abusar de los tacones y controlar tus niveles de colesterol y presión arterial con frecuencia.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional
de Medicina de EE. UU., Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades
Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de Medicina
Complementaria y Alternativa.