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¿Quieres salvar una vida? Te ayudamos
Por Julio Guzmán
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Puedes ser un héroe
Si estuvieras frente a alguien que acaba de sufrir un infarto o casi se asfixia, ¿sabrías qué hacer? Aprender a administrar un servicio mientras llega la ambulancia puede hacer la diferencia. A continuación te presentamos una guía sobre cómo reaccionar a propósito de la semana nacional de resucitación cardiopulmonar.
La reanimación cardiopulmonar es un procedimiento de salvamento que se lleva a cabo cuando la respiración o los latidos cardiacos de alguien han cesado, como en los casos de descarga eléctrica, ahogamiento o ataque cardiaco. Informa la Asociación Americana del Corazón.
Cuando la circulación de la sangre o la respiración de una persona se detienen, cada segundo vale oro. La resucitación cardiopulmonar puede ayudar a mantener la circulación y la respiración hasta la llegada de ayuda médica de emergencia.
En los adultos, las principales razones para que los latidos del corazón y de la respiración se detengan incluyen sobredosis de drogas, sangrado excesivo, cardiopatía, infección en el torrente sanguíneo, haber sufrido una lesión o un accidente, un ahogamiento inminente o un accidente cerebrovascular.
Factores de riesgo
Algunas de las personas que puedan necesitar en un futuro de una RCP generalmente son aquellas que son mas proclives a sufrir un infarto. El riesgo aumenta con la edad, tener hipertensión, obesidad, colesterol alto, diabetes, falta de ejercicio, tensión nerviosa o por tener antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
Previo a necesitar una RCP, una persona puede presentar los siguientes signos: paro respiratorio o dificultad para respirar, ausencia de pulso y pérdida del conocimiento. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, ante estos síntomas realizar las labores de resucitación debe de ser inmediato.
¿Cómo actuar?
La Asociación Americana del Corazón recomienda en primera instancia verificar si hay respuesta de la persona. Sacúdela o dale palmadas suavemente. Observa si se mueve o hace algún ruido. Pregúntale en voz alta si se encuentra bien.
Tener siempre a la mano el número local de emergencias es indispensable, pues ante una situación de este tipo lo necesitarás. Si tienes ayuda, pídele a esa persona que realice la llamada, sino hazlo tú. Entre más rápido llames, más pronto llegará el servicio médico a atender a la víctima.
Atiende a la víctima
Luego de colgar el teléfono, trata de colocar al paciente boca arriba. Si existe la posibilidad de que la persona tenga una lesión en la columna, dos personas deben moverla para evitar torcerle la cabeza y el cuello.
Para realizar el siguiente paso la Asociación Americana del Corazón recomienda colocar la base de una mano en el esternón, justo entre los pezones y la otra mano sobre la primera, luego ubicar el cuerpo sobre ambas manos y aplicar 30 compresiones, las cuales deben ser rápidas, fuertes y de dos pulgadas dentro del pecho.
Abre las vías respiratorias
Luego de este trabajo, levanta la barbilla del paciente con dos dedos. Al mismo tiempo, inclínale la cabeza hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano. Observa, escucha y siente si hay respiración. Para esto, pon el oído cerca de la nariz y la boca de la persona y con tu mejilla sobre su pecho asegúrate que respira.
Si la persona no respira o tiene dificultades para hacerlo cubre firmemente con tu boca, la boca de la persona afectada, cierra su nariz apretando con los dedos, mantén la barbilla inclinada y da dos insuflaciones boca a boca. Cada insuflación debe tomar un segundo y hacer que el pecho se levante.
Repetir
Posteriormente debes continuar la RCP (30 compresiones cardiacas, seguidas de dos insuflaciones y luego repetir) hasta que la persona se recupere o llegue ayuda. Si la persona comienza a respirar de nuevo, colócala en posición de recuperación y verifica periódicamente la respiración hasta que llegue la ayuda.
Esta máquina se puede encontrar en muchos lugares públicos y está disponible para su uso casero. Los desfibriladores contienen almohadillas o paletas para colocarlas sobre el pecho durante una emergencia potencialmente mortal. Si se cuenta con uno sigue las instrucciones del manual.
Lo que no debes hacer
Si la persona tiene respiración normal, tos o movimiento, no comiences las compresiones cardiacas, porque al hacerlo el corazón puede dejar de latir. A menos que seas un profesional de la salud no debes verificar si hay pulso, pues solo personal entrenado está preparado para hacer eso.
Para evitar lesiones y problemas del corazón que puedan llevar a un paro cardiaco la Biblioteca Nacional de Medicina recomienda eliminar el consumo de cigarro, evitar el colesterol alto, la hipertensión, obesidad y estrés, haz ejercicio, visita al médico con regularidad y evita el consumo de drogas psicoactivas.
El tiempo vale mucho
Y no es exageración. Luego de cuatro minutos que una persona no está respirando se comienza a producir una lesión cerebral y la muerte puede ocurrir de 4 a 6 minutos más tarde. Si se aplica la RCP antes que llegue la ayuda de emergencia, el paciente tiene más probabilidad de sobrevivir.
La RCP puede salvar vidas, pero las personas que mejor la realizan son aquellas que han recibido entrenamiento para tal fin en un curso acreditado. Los procedimientos descritos aquí no sustituyen el entrenamiento en RCP. Informó la Asociación Americana del Corazón.