¿Por qué se descarrilan los deportistas?

No cualquiera puede presumir tener una vitrina con 22 medallas de Juegos Olímpicos, excepto el nadador estadounidense Michael Phelps. Sus logros dentro de la piscina lo hicieron hacerse acreedor de los elogios y admiración de seguidores a nivel mundial. No obstante, su comportamiento ha dejado mucho que desear.

La madrugada del 30 de septiembre de 2014, el atleta despertó la atención del mundo entero al ser detenido en Maryland por el cargo de manejar bajo la influencia del alcohol y por conducir a exceso de velocidad. Este hecho, lo orilló a darse cuenta que había tocado fondo e inició con un proceso en una clínica de rehabilitación.

Sin embargo, los daños ya están hechos y la Federación de Natación de Estados Unidos tomó la decisión de sancionarlo sin poder competir por seis meses, lo que significa que no participará en el Mundial del 2015. Una gran pena para él y sus admiradores.

Esta no era la primera ocasión que se daba a conocer que Michael se encontraba en problemas con las adicciones. De hecho, en 2004 fue arrestado por el mismo hecho y por si no fuera suficiente, en 2009 también fue castigado a causa de unas fotos filtradas donde se le observa consumiendo hachís.

Es la pregunta a descifrar. Para responder a esto habría que considerar varios aspectos. Por ejemplo, en primer lugar, hay que tomar en cuenta que se tratan de seres humanos imperfectos y que como cualquier otro pueden llegar a cometer errores.

Se podría pensar que la vida privada que llevan los deportistas no es de la incumbencia del público, pero no es así. Ser una figura del deporte es un espejo en el que personas de varias edades se miran y se perciben valores como perseverancia, compromiso, éxito y salud. De ahí que radica en los atletas un papel responsable.

Hablar del ex futbolista Diego Armando Maradona es tema de polémica. Mientras hay quienes defienden su aporte en el fútbol, como lo hizo al ganar la Copa del Mundo, hay otros que recuerdan más sus escándalos por las drogas y la obesidad que desarrolló. Una carrera de éxito opacada.

Ser un atleta de máximo rendimiento implica varios sacrificios, entre ellos el llevar una vida de la mano de la sobriedad. “Es probable que la estricta exigencia a la que se someten los deportistas por años, también los hacen caer en una especie de desesperación a un grado que llevar a satisfacer sus deseos reprimidos”, considera Luis Hernández, psicólogo del deporte.

Tiger Woods se consagró durante muchos años como uno de los golfistas de más prestigio y renombre en el mundo. Sin embargo, todo se vino abajo cuando admitió que era un adicto al sexo y que le había sido infiel a su pareja con varias mujeres. A partir de entonces, no volvió a ser el mismo.

De igual forma "habría que considerar cómo ha sido la vida del deportista, pues si éste creció en un ambiente donde predominaron las adicciones es probable que también desarrollé una dependencia hacia ellas", explica Hernández.

Oscar de la Hoya conoce los lados de la moneda: el del éxito, cuando se consagró como uno de los mejores boxeadores del mundo, y el de la derrota, cuando las drogas y los excesos con el alcohol lo llevaron a estar en más de una ocasión en rehabilitación.

El hecho que varios deportistas ganen millones de dólares no los convierte en buenos administradores. De hecho, este efímero momento de gloria, los lleva a despilfarrar su fortuna en varios excesos. Según la consultora Ships Finanz, solo el 30% de los atletas activos están en la bancarrota.

¿Lo recuerdas? fue un ciclista italiano que destacó por sus participaciones en el Tour, Giro y en la Vuelta a España. Desafortunadamente su vida no terminó en la cima del éxito, pues el 14 de febrero de 2004 fue encontrado sin vida en el interior de un hotel por una sobredosis de cocaína.

Ser una estrella del deporte, no quiere decir que se es afortunado en todas las áreas de la vida. “Es el peor error que se puede cometer. Pensamos que por la popularidad y el dinero que tienen son perfectos, pero si revisamos aspectos como el emocional, veremos que hay conflictos serios”, afirma Hernández.

La primer palabra que seguramente muchas personas piensan al escuchar el nombre de Mike Tyson es el de “golpeador”. Y es que fuera del cuadrilátero de boxeo el estadounidense se hizo famoso por lastimar físicamente a varias sus parejas sentimentales. Además, de eso, también destacó por su adicción por la cocaína.

“Puede que un atleta de alto rendimiento esté mentalizado para ganar y sea el mejor en su categoría. Pero lejos de las competiciones también experimenta emociones que pueden originarse en hechos traumáticos de la niñez, lo cual puede llevarlo a cometer conductas inapropiadas y probar los excesos”, explica Hernández.

Al final, un deportista tiene dos caminos a elegir: pasar a la historia por sus logros o por sus escándalos. Si es por el primero, requiere de abstinencia y dedicación, mientras que el segundo, los excesos y la perdición se harán cargo. El problema es que la trayectoria de muchos suele verse empañada a pesar de los años de sacrificio.