Por qué no hay que tomar antibióticos para la gripe y resfriados

Para empezar, debemos diferenciar entre los síntomas de gripe y resfriado. Si estás resfriado, tendrás estornudos, tos, dolor de garganta y la nariz tapada. Probablemente sea la enfermedad más común: en el curso de un año, las personas en Estados Unidos sufren mil millones de resfriados.

El resfriado se puede contraer al tocarse los ojos o la nariz después de haber tocado superficies con los gérmenes del resfrío. También se pueden inhalar accidentalmente. Los síntomas suelen comenzar 2 ó 3 días después de la infección y duran de 2 a 14 días. El lavado de manos y mantenerse alejado de las personas resfriadas, ayuda a evitar los resfríos.

Los síntomas de la gripe aparecen súbitamente y son peores que los del resfrío. Pueden incluir algunos de éste como la tos, los estornudos y dolor de garganta, pero se le suman dolores en el cuerpo y los músculos, escalofríos, fiebre y dolor de cabeza.

La gripe es mucho más peligrosa que un resfriado común y puede acarrear complicaciones y poner en riesgo la vida de las personas, sobre todo en las que tienen sistemas inmunes comprometidos o enfermedades crónicas, por eso las autoridades federales recomiendan a todas las personas desde los 6 meses en adelante, vacunarse cada año para protegerse.

Los resfríos raramente causan fiebre o dolores de cabeza. La gripe casi nunca provoca malestar estomacal. En inglés, a veces se habla de "stomach flu" ("gripe estomacal") a un virus circulante, pero esto no es realmente una gripe, sino una gastroenteritis.

No es necesario administrar antibióticos frente a estos cuadros, dicen dos organismos oficiales de salud en sus directrices, donde se plantea la necesidad de poner fin al uso excesivo de este tipo de tratamiento. Los adultos que tienen gripe, resfriado común, bronquitis, infecciones nasales o de la garganta, no deben tomar antibióticos.

Las infecciones mencionadas son la causa más frecuente de visitas al médico y de recetas de antibióticos. De acuerdo con un comunicado de prensa del American College of Physicians (ACP) "el 50% de las prescripciones de antibióticos son innecesarias o inadecuadas en el ámbito ambulatorio”.

En la mayoría de los casos, los antibióticos deben ser recetados para el dolor de garganta sólo si una prueba de estreptococos confirma la faringitis estreptocócica. Los médicos deben recomendar analgésicos como aspirina, acetaminofeno, fármacos anti-inflamatorios no esteroides y pastillas para la garganta, que pueden ayudar a reducir el dolor, aconsejan los expertos.

Los médicos deben informar a los pacientes con resfriado común que los síntomas pueden durar hasta 2 semanas y que deben consultarles sólo si los síntomas empeoran o exceden ese tiempo. Los antibióticos tampoco deben ser recetados para la bronquitis complicada, a menos que se sospeche de una neumonía.

Tanto para el resfriado como para la gripe, "Los pacientes pueden aliviarse con supresores de la tos, expectorantes, antihistamínicos y descongestivos" señala la ACP. Y siempre puedes recurrir a los tradicionales té con limón, sopa de pollo y miel, los paladines de los remedios caseros para estos casos.

Los resfriados sin complicaciones normalmente desaparecen sin antibióticos. Y también, la mayoría de la gente se recupera de la gripe sin tratamiento médico. Las personas que tienen síntomas, aunque no sean muy severos, deben evitar el contacto con otras personas y quedarse en casa. Sólo deberían salir para recibir tratamiento médico si es necesario.

Éstos se deben prescribir sólo si hay síntomas persistentes por más de 10 días, o si un paciente desarrolla síntomas graves o fiebre alta, si tiene secreción nasal o dolor facial durante 3 días seguidos, o empeoramiento de los síntomas después de una enfermedad viral que duró 5 días, y que inicialmente había mejorado.

Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., American College of Physicians (ACP), Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Actualizado el 20 de diciembre de 2018.