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Mitos y verdades sobre la hipnosis
Por HolaDoctor
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El misterio continúa
Quién de nosotros no se ha sentido atraído por esta práctica que podría llevarnos a hacer algo en contra de nuestra propia voluntad, como actuar como gallina o comernos una cebolla como si se tratara de una manzana. Lo que es un hecho es que desde hace muchos años la pregunta sigue siendo la misma: ¿funciona la hipnosis?
El término hipnosis deriva de la palabra griega hypnos, cuyo significado es dormir. A través de la historia, diferentes maneras de hipnosis han jugado roles en diferentes culturas, por ejemplo, hay evidencia de estas prácticas en el antiguo Egipto, Babilonia, Grecia, Britania, Escandinavia, América, África, India y China.
De repente escuchas una grave y lenta voz de una persona que te hace entrar en un profundo trance en donde poco a poco irás acatando todas y cada una de sus órdenes como si fueras su fiel siervo. Según un estudio reciente, esto sí podría pasar, pero no a todas las personas, debido a diferencias cerebrales.
En un estudio hecho la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en 2012, se usaron imágenes de resonancia magnética (IMR) en el cerebro de 12 adultos a los que fue fácil hipnotizar y a otros que no, con el objetivo de observar la actividad de tres redes distintas de sus cerebros.
Los escáneres cerebrales mostraron que ambos grupos tenían actividad en la la misma red neuronal. Pero las personas que lograron ser hipnotizadas con facilidad ampliaban esa red y las ondas cerebrales se expandían de manera distinta comparado con el grupo cuyos cerebros dijeron "no" a la hipnosis.
"Cuando escuchan 'hipnosis' mucha gente piensa en alguien balanceando un reloj frente de ellos, pero no es así: consiste en crear imágenes relajantes para poder manejar problemas como el estrés, la ansiedad o el dolor", explica la profesara Miranda van Tilburg, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
El origen de la hipnoterapia moderna no data de un par de años atrás, de hecho se remonta al médico austríaco Franz Anton Mesmer (1734-1815), quien sostenía que la enfermedad era causada por un desbalance de los fluidos magnéticos en el cuerpo, el cual podía ser reestablecido por un hipnotizador.
Antes que se inventara la anestesia, las intervenciones quirúrgicas eran cruelmente dolorosas. En 1843 John Elliotson publicó un trabajo en donde describía numerosos casos de personas operadas sin dolor gracias a la hipnosis.
Para que esta práctica fuera avalada por la medicina tuvieron que pasar muchos años. Fue hasta mediados del siglo XX cuando la British and American Medical Associations y la American Psychological Association apoyaron la hipnosis como procedimiento médico.
Según un estudio de 2011, ciertas cirugías que requieren del uso de anestesia general podrían realizarse con anestesia local junto con la hipnosis, ya que se comprobó que aceleran el proceso de sanación, reducen la necesidad de fármacos opiáceos tras la cirugía y acortan el tiempo de hospitalización.
"Sigue habiendo mucho debate sobre el mecanismo exacto que permite a la hipnosis reducir la percepción del dolor, pero lo hace", afirmó la autora del estudio Fabienne Roelants, del Departamento de Anestesiología de las Clínicas Universitarias en Bruselas.
Si tu hijo enfrenta constantes problemas intestinales, tal vez no sea necesario someterlo a dietas ni al martirio de las pastillas, ya que un estudio publicado en el American Journal of Gastroenterology en 2012 encontró que la hipnosis podría remediar este molesto problema.
Investigadores estudiaron a 52 niños con problemas estomacales, quienes fueron divididos en dos grupos: uno que pasó por un tratamiento de hipnosis y otro por terapia convencional. Al final se halló que el 66% de los que fueron tratados con hipnosis quedaron aliviados a diferencia del 20% del otro grupo.
La hipnosis se ha asociado con algunos cambios en el cuerpo, tales como cambios en la temperatura de la piel, ritmo cardíaco, secreciones intestinales y respuesta inmunológica, pero no se ha podido conocer con certeza cómo es que opera la hipnosis.
Lo que sí es un hecho es que científicos han encontrado disminuciones en el ritmo cardíaco, la presión arterial, la temperatura corporal y patrones de ondas cerebrales (ondas alfa), según indica la Biblioteca Nacional de Medicina.
Otras evidencias
La hipnoterapia ha sido usada para tratar de curar varios problemas como ansiedad, dolor, síndrome del intestino irritable, dolor de cabeza, alergias, alopecia, asma, fracturas, drogadicción, disfunción eréctil, fertilidad, insomnio o herpes; sin embargo, la seguridad y eficacia de los resultados no siempre se han demostrado.
Algo que debe de quedar en claro es que el uso de la hipnoterapia no se ha estudiado con rigor, por lo que los doctores desaconsejan este uso en personas con enfermedades psiquiátricas como sicosis, esquizofrenia, depresión maníaca y trastornos de personalidad múltiple debido al posible riesgo de empeoramiento.
Incluso, si se aplica en pacientes con trastornos de estrés postraumático, podrían traer recuerdos inquietantes u ocurrir falsos recuerdos como resultado de ciertos tipos de hipnoterapia, aunque la evidencia científica es limitada en esta área.