Hay enemigos declarados que atentan contra la quema de grasas. Son los factores que directa o indirectamente frenan el metabolismo y lo hacen más lento o menos eficiente, provocando un aumento de peso que puede terminar en preocupante obesidad. ¿Cuáles son esos enemigos y cómo hacerles frente?
Es el proceso que usa el organismo para obtener energía por medio de los alimentos que ingiere. Las sustancias químicas del sistema digestivo descomponen las comidas y así se forma el combustible del cuerpo, que se utiliza o se almacena en el hígado, los músculos y la grasa corporal, informan los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Para que el cuerpo almacene menos grasa y evitar los problemas de exceso de peso. El sobrepeso está asociado con enfermedad cardíaca, cáncer, derrames, diabetes, enfermedades del hígado y de los riñones, y con infecciones en la sangre. Con un peso saludable tendrás una mejor calidad de vida.
El estrés puede ralentizar el metabolismo y conducir al aumento de peso, sugiere una investigación de la Universidad Estatal de Ohio, probado en mujeres. En promedio, las mujeres que habían tenido uno o más eventos estresantes en las 24 horas anteriores, quemaron 104 calorías menos en las 7 horas tras comer, que las que estaban libres de estrés.
Si eso sucede a diario, esa diferencia podría acumularse en un aumento de peso de casi 11 libras (5 kilos) al año, advirtieron los investigadores. Las mujeres estresadas también tenían unos niveles más altos de la hormona insulina, que contribuye al almacenamiento de la grasa. Observaron además, que el estrés conduce a elegir alimentos grasosos.
“Sabemos que no siempre podemos eludir los factores estresantes en nuestras vidas, pero sí podemos tener comida saludable en la nevera y la despensa, para que cuando surjan esos factores, podamos elegir algo sano en lugar de algo rico en grasa", aconsejó la coautora del estudio mencionado, Martha Belury, profesora de nutrición.
Enemigo N° 2: dormir mal
La falta de sueño o descanso insuficiente se vincula con trastornos metabólicos. Los profesionales de salud deberían recomendar el descanso apropiado para el buen funcionamiento del metabolismo, sugieren los científicos de la Universidad de Lübeck, en Alemania, quienes hallaron la evidencia a través de un amplio estudio.
Bastante evidencia
Aseguran que los estudios están empezando a demostrar cada vez más que existe una relación directa entre la pérdida de sueño y la capacidad del cuerpo para metabolizar la glucosa, controlar la ingesta de alimentos y mantener su balance energético. Dormir mal aumenta el apetito y lleva a elegir comidas más grasosas.
Solución: cuida tu descanso
"En los últimos años, la falta de sueño, como un desorden que caracteriza el estilo de vida de 24 horas de las sociedades modernas, ha demostrado ser un factor conductual adicional que afecta negativamente la salud metabólica", escribieron los investigadores. Los expertos aconsejan dormir al menos 8 horas diarias.
Enemigo N° 3: las toxinas
Los aditivos, colorantes, endulzantes artificiales, sales, etc., que contienen los alimentos afectan las hormonas y el control de peso. Jillian Michaels, entrenadora del famoso programa televisivo The Biggest Loser, en su libro “Optimiza tu metabolismo”, explica cómo cuidarlo y propone la idea llamada “3 R”: Remueve, Repara y Reequilibra.
Solución: elige lo natural
Su dieta consiste en la eliminación de toxinas a través de sustituir alimentos con químicos por alimentos saludables y lograr el reequilibrio de las hormonas por medio de la dieta, el sueño y el ejercicio. Quien ha puesto en práctica esta teoría, ha logrado perder 8 libras (cerca de 4 kg) en 10 días. Lady Gaga es una de las seguidoras del método.
Enemigo N° 4: falta de ejercicio
Y si, es uno de los peores enemigos del metabolismo. En cambio, hacer ejercicio habitualmente mejora la salud general y reduce el riesgo de muchas enfermedades. Además, ayuda al cuerpo a utilizar mejor las calorías, promoviendo la pérdida de peso por el aumento de la frecuencia del metabolismo basal, y quemando más grasa corporal.
Solución: ejercita más
La mayoría de los adultos necesita como mínimo 30 minutos de actividad física moderada por lo menos 5 días a la semana. Los ejemplos incluyen caminatas enérgicas, cortar el césped, bailar, nadar como actividad recreativa o andar en bicicleta. Estirarse y levantar pesas también fortalece el cuerpo y mejora su condición física.
Enemigo N° 5: los malos hábitos
Hay varios y todos ellos hacen más lento tu metabolismo. Tal vez ya los conoces: se trata de la costumbre de comer bocadillos grasosos entre comidas o “picotear” todo el tiempo, saltarse comidas o hacer ayunos prolongados, consumir más calorías de las que necesitas al excederte con las grasas, harinas y los azúcares sobre todo.
Solución: come seguido y elige bien
Toma entre 1 y ½ a 2 litros de agua por día y come más veces: quemas más calorías con 5 a 6 comidas pequeñas durante el día y dejando pasar de 2 a 3 horas entre comidas. Pero cuidado: elige las que son bajas en grasa, ricas en fibra, y toma refrigerios saludables. El exceso de calorías y no de proteínas, es lo que provoca aumento de peso.