Así lo demostró una encuesta de Consumer Reports, que entrevistó a 45,601 suscriptores a través de Internet. Entre los datos más reveladores, la encuesta halló que en los Estados Unidos, cada año más de 38 millones de adultos suman más de 300 millones de visitas a acupunturistas, quiroprácticos, masajistas y otros practicantes de medicina complementaria y alternativa.
Aunque los medicamentos con receta representaron el tratamiento más útil, los medicamentos de venta libre obtuvieron una calificación mucho más alta que las otras terapias. El 79% de los usuarios de té de hierbas indicaron que es al menos un poco útil (ligeramente menos que la proporción que indicó que era al menos un poco útil para tratar los resfriados).
El 13% de las personas prefiere combatir la alergia con un suplemento multivitamínico, mientras que el 12% opta por tomar vitamina C. Otros tratamientos elegidos son: ejercicios de respiración profunda (3%) y quiropraxia (2%). Aunque esta última es la menos elegida, demostró casi la misma efectividad (41%) que los medicamentos sin receta.
Ocho de cada 10 encuestados probaron medicamentos con receta y dos tercios de ellos dijeron que fue de gran ayuda. Alrededor de un tercio de los que recurrieron a tratamientos de meditación o yoga los calificaron con altos puntajes. El 10% dijo que no recurría a ningún tratamiento.
El 21% de las personas hace meditación para combatir la depresión. De este total, el 36% afirma que esta técnica es de gran ayuda. Otras opciones son el yoga y el masaje de tejidos profundos (10% en ambos casos), con una efectividad comprobada en el 35% y 36% de los casos, respectivamente. También hay personas que toman complejos vitamínicos B, multivitamínicos y suplementos de aceite de pescado, aunque menos del 13% dijo haber obtenido resultados.
Los medicamentos recetados vencieron a una decena de otros tratamientos. Al mismo tiempo, los medicamentos de venta libre obtuvieron la misma calificación que los ejercicios de respiración profunda y el sello de oro, una planta también conocida como “hirastis”. No obstante, no existe suficiente evidencia clínica para justificar el uso del sello de oro o la quiropraxia para el tratamiento de los resfriados, pero sí hay evidencia de la posible eficacia de la echinacea, la vitamina C y el zinc.
Después de los medicamentos con receta, sigue la vitamina C, entre los tratamientos más elegidos para el resfriado y otras afecciones respiratorias. Sin embargo, sólo el 22% reconoció que es muy efectiva. También son muy populares los suplementos de zinc, elegidos por el 20% de la personas consultadas. Una vez más, los tratamientos menos elegidos, como la quiropraxia (2%) y los ejercicios de respiración profunda (3%) son los que más resultados ofrecieron (con una efectividad del 47% y 35% respectivamente).
La mayoría ha probado medicamentos con receta y los han calificado como significativamente más útiles que todos los demás tratamientos. Es decir que para la ansiedad los consumidores no han encontrado buenos resultados en medicamentos de venta libre. No obstante, el 14% señaló que no sigue ningún tratamiento.
Aunque sólo el 16% de las personas dijeron que practican yoga para aliviar su ansiedad, el 46% reconoció que el yoga les sirvió para combatir esta condición. Otra técnica que parece ser de gran ayuda es la meditación: el 42% de las personas dice que al meditar se sienten mejor. También los ejercicios de respiración profunda son útiles para tratar la ansiedad: el 34% dice que esta técnica los ayudó.
La mayoría de los encuestados probaron medicamentos con receta y descubrieron que eran de gran ayuda. Por su parte, los medicamentos de venta libre obtuvieron una calificación menor. Asimismo, los probióticos recibieron una puntuación más elevada que el yogurt con lactobacillus acidophilus.
A pesar de la extensa publicidad que tienen ciertos yogures y lácteos, que basan sus campañas en las virtudes de estos productos en el sistema digestivo, es mayor el porcentaje de personas que prefiere los medicamentos sin receta (57) a los probióticos (32%) y yogur con lactobacillus acidophilus (35%). De estos dos últimos, los probióticos demostraron más efectividad (35%) que los yogures (20%).
La mayoría utilizaron medicamentos con receta o masajes de los tejidos profundos para aliviar el mal que provoca dolor severo, menor flexibilidad y problemas para dormir. Estas técnicas parecieron no ayudar mucho para reducir el dolor generalizado y sensibilidad en los músculos. Los ejercicios de respiración profunda o la quiropraxia resultaron igual o hasta más efectivos que los medicamentos.
Los antidepresivos duloxetina (Cymbalta) y milnacipran (Savella), así como el anticonvulsivo pregabalina (Lyrica) son medicamentos aprobados para el tratamiento de síntomas. Otros antidepresivos también pueden ayudar. Hay poca evidencia que la crema de capsaicina de venta libre ayuda con el dolor. Los ejercicios aeróbicos y de entrenamiento de fuerza también pueden ser útiles.
La mejor manera de manejar las migrañas es evitarlas. Al identificar y evitar los factores desencadenantes de la migraña, se puede ayudar a reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques. Si bien algunos factores desencadenantes podrían estar fuera de tu control, otros pueden evitarse fácilmente.
La medicina, mejor remedio
Los lectores calificaron los medicamentos con receta como significativamente más útiles que todos los demás tratamientos. La mayoría probó con medicamentos de venta sin receta y sólo un poco más de la mitad indicó que los ayudaron mucho.
Casi dos tercios de aquellos que utilizaron medicamentos con receta dijeron que los ayudó mucho; sólo uno de cada cinco usuarios calificó a los medicamentos de venta sin receta de la misma manera. La mayoría de los que realizaron ejercicios de mente y cuerpo indicaron que éstos les habían ayudado por lo menos un poco.
Los medicamentos contra el insomnio tienen efectos secundarios que pueden incluir dependencia y empeoramiento de los problemas del sueño cuando se toman en exceso, de manera errónea o muy frecuente.
El síndrome del intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés) es un trastorno de los intestinos que causa dolor o molestia abdominal. Aunque la mayoría admite sentir alivio con medicamentos recetados, sólo la mitad los usa para tratar el dolor abdominal, estreñimiento, diarrea y abotagamiento que causa esta enfermedad.
Los probióticos alivian los síntomas
Uno de cada tres dio una alta calificación a los probióticos como tratamiento efectivo, pero sólo un pequeño porcentaje que probó yogur con lactobacillus acidophilus pensó que era de ayuda.
Más de la mitad de las personas que fueron a un quiropráctico o se hicieron masaje de los tejidos profundos indicaron que los ayudó mucho. Pero calificaron el masaje sueco y los medicamentos con receta a la par. La mayoría utilizó medicamentos de venta libre, pero sólo uno de cada cuatro indicó que fue de gran ayuda. Lo que menos les alivió: los suplementos.
Algunas pruebas preliminares sugieren que la manipulación de la columna vertebral, o una versión más suave llamada movilización, junto con ejercicios, puede reducir el dolor de forma significativa. Sin ejercicios, los tratamientos quiroprácticos parecen no ser efectivos.
El mal más propenso a tratarse en combinación: con medicamentos de receta, medicamentos de venta libre y terapias alternativas. Más de la mitad de las personas que probaron medicamentos con receta dijo que fueron de gran ayuda. Pero los masajes de los tejidos profundos y el yoga también resultaron efectivos.
Cómo clasificaron las terapias
Los medicamentos con receta y de venta libre sólo brindan alivio parcial del dolor. El sulfato de glucosamina y SAMe son igualmente efectivos para calmar el dolor y mejorar el funcionamiento de las articulaciones. La acupuntura es posiblemente efectiva. No hay suficiente información sobre los efectos del yoga.