Estrellas sin remedio

A sus 27 años, la actriz estadounidense ha vivido más que cualquier joven de su edad: borracheras, pleitos, escándalos, detenciones y problemas con la ley son una pequeña muestra de todo su historial. En 2013 ingresó durante 90 días a dos centros de rehabilitación para calmar sus conductas y su adicción por el alcohol.

Aunque “Lilo” afirmó que su “rehab” mas que un castigo “era una bendición” y prometió que desde ahora ya se portaría bien, poco a poco ha ido recayendo en el consumo de sustancias alcohólicas. Algunos testigos aseguran haberla visto bebiendo durante el festival Coachella celebrado en Indio, California.

Muchos suelen pensar que la rehabilitación fracasó justo cuando alguien recayó luego de recibir tratamiento. Sin embargo, una enfermedad como una adicción, al tener componentes fisiológicos y conductuales, puede tener momentos en los que es natural que el paciente recaiga, así lo considera el Instituto Nacional de Abuso de Drogas.

Más que un fracaso quiere decir que hay que comenzar de nuevo, se debe ajustar el tratamiento, o en otros casos, replantear un tratamiento alternativo. En temas como la drogadicción, el Instituto Nacional de Abuso de Drogas considera tomar este problema como si fuera una enfermedad crónica.

La ex estrella de Disney tenía bien guardado sus secretos en cuanto a problemas emocionales y al alcohol. Sin embargo, ella no pudo más y en enero de 2014 ingresó a un centro de rehabilitación enfocado a pacientes con adicción al alcoholismo.

Después de abandonar el centro, donde ni siquiera terminó con el tratamiento, los problemas de la cantante de 21 años poco a poco han ido reapareciendo, según han declarado algunos testigos. Uno de sus escándalos más recientes fue en un evento de la revista Vanity con motivo de los Oscar donde se cayó por ebria en más de una ocasión.

La adicción no necesariamente tiene que ser una sentencia para toda la vida. Al igual que otras enfermedades crónicas, se puede manejar con éxito. El tratamiento permite a las personas contrarrestar los efectos poderosos y dañinos sobre el cerebro y el comportamiento para que recuperen pronto sus vidas.

A lo largo de muchos años, el actor ha enfrentado una difícil batalla contra la adicción por los medicamentos recetados y el alcohol. En alguna ocasión comentó a la revista People: “aparentemente lo tenía todo. En realidad fue un tiempo de mucha soledad para mí porque estaba sufriendo”.

Ser un rebelde del rock al final tiene sus consecuencias, sino, pregúntenle al metalero británico Ozzy Osbourne, quien tras varias décadas de “sexo, alcohol, drogas y rock and roll”, decidió dar un cambio para bien y entró a rehabilitación. No obstante, tiempo después recayó.

En abril de 2013, el vocalista de Black Sabbath publicó un comunicado muy conmovedor en el que dijo la verdad acerca de sus adicciones: “Durante el último año y medio he estado bebiendo y tomando drogas. Estaba hundido y he sido un capullo con la gente que más quiero”. El príncipe de las tinieblas tropezó con la misma piedra.

Se ha encontrado que la experiencia con las drogas (por ejemplo, ciertas personas, lugares, cosas, estados de ánimo) y la exposición a ellas son los factores que producen una recaída. Frente a esto, se están desarrollando terapias y medicamentos que buscan interferir con estos factores para ayudar al paciente en su recuperación.

Su papel en la serie “Sex and the city” donde interpretaba a Charlotte York, una amante de los cócteles, no variaba mucho en la vida real, ya que manifestó a la revista Health, en 2008, que es una adicta alcohólica. Incluso ella admitió que bebe demasiado y no pensaba que fuera a vivir más allá de los 30 años.

Para ayudar contra una adicción, los expertos suelen recurrir a los medicamentos. Por ejemplo, para tratar el tabaquismo se usan terapias de reemplazo de la nicotina, bupropión y vareniclina; para los opioides, metadona y buprenorfina; y para alcohol naltrexona, disulfiram y el acamprosato.

La modelo mexicana ha destacado más por sus inagotables escándalos relacionados por las adicciones que por su trayectoria en las pasarelas. A sus 42 años ha pasado más de 10 ocasiones a los centros de rehabilitación para tratar sus problemas. La primera vez fue en 2002 al ser recluida por 21 días en un hospital psiquiátrico.

Aunque no se ha sabido mucho de ella en los últimos meses, en julio de 2013, su cuñada comentó a la revista TV Notas que Campuzano se encuentra en una clínica de rehabilitación en Hidalgo, México, en donde permanecerá 2 años más.

Lograr que un adicto que recayó abandone sus dependencias requiere de paciencia, pero también de un programa según su problema. Para esto existen la terapia cognitiva conductual, algunos incentivos para ayudar a la motivación, entrevistas de motivación y la terapia en grupo. Informa el Instituto Nacional de Abuso de Drogas.

Para el músico británico las drogas siguen siendo uno de sus mayores enemigos a vencer. En 2012 reveló a The Guardian que intentó la desintoxicación en una clínica, sin embargo, al final no la consiguió. Uno de los factores que impiden que una persona pueda dejar sus adicciones es el círculo de amistades.

No existe un período determinado para establecer cuándo una persona se recuperará tras una recaída. Los tratamientos que no exigen internación, demandan al menos 90 días; aunque los adictos a la metadona deben concurrir por 12 meses. El abandono es uno de los mayores problemas que afrontan estos programas.

Desde hace varios años el actor mexicano se le ha relacionado con problemas de alcoholismo. Incluso, gente que han trabajado con él como Jorge Ortiz de Pinedo han asegurado que se ha vuelto irresponsable por esta adicción. Lo malo es que conforme pasa el tiempo estos rumores no logran desprenderse del artista.

Cuando una persona recae, lo primero que no hay que hacer es juzgar, sino entender que el adicto realmente padece una enfermedad. Ofrecer la comprensión del asunto y brindar el apoyo para que busque salir adelante es fundamental. Con información del Instituto Nacional de Abuso de Drogas.