Esquizofrenia: la temible locura

La esquizofrenia es una de las enfermedades mentales que se conocen como "locura", ya que una de sus características es que la persona pierde el contacto con la realidad y no logra distinguir la realidad de su fantasía. Descubre aquí lo que necesitas saber sobre sobre esta enfermedad compleja que no se puede prevenir ni curar pero que mejora notablemente con el tratamiento.

El Instituto Nacional de Salud Mental la define esquizofrenia como un trastorno mental complejo, de causa desconocida, que dificulta sobre todo el establecer la diferencia entre lo que es real e irreal, no puedo pensar en manera clara, tener respuestas emocionales normales, actuar en forma normal en situaciones sociales.

La esquizofrenia se presenta en forma pareja en hombres y mujeres, se da sobre todo en la adolescencia o a principios de la adultez, pero también puede empezar más tarde en la vida. En las mujeres en general es más leve y comienza más tarde, dicen los especialistas. En los niños es poco común y se puede confundir con otros trastornos, como el autismo.

Es una enfermedad severa e incurable cuyos síntomas se presenta lentamemte a lo largo del tiempo y su manifestación puede durar meses o años. Puede aparecer con muchos síntomas o sólo algunos. Los más característicos son las alucinaciones (escuchar o ver cosas que no existen) y delirios (por ejemplo creer que otros controlan sus pensamientos o los persiguen).

La esquizofrenia también puede manifestarse como pensamientos raros, dificultades para hablar y expresar sus emociones, problemas de atención, memoria y organización. No se sabe con seguridad cuál es la causa de la esquizofrenia pero se sabe que la genética y la química cerebral juegan un papel.

Existen varias medicinas anti psicóticas que mejoran notablemente los síntomas de esquizofrenia. Estos remedios mejoran mucho de los síntomas pero pueden tener también importantes efectos secundarios. La mayor parte de las personas mejoran con la medicación y logran llevar vidas satisfactorias, explican los expertos.

Entre los efectos secundarios más comunes de los antipsicóticos se encuentran: el vértigo, sensaciones de inquietud o nerviosismo, estar demasiado sedado, tener movimientos lentos, temblores, aumento de peso, entre otros. Por este motivo, cuando la persona se estabiliza en sus síntomas más graves se reduce la cantidad de medicamentos, la cual puede volver a aumentarse en caso de una crisis o brote.

El uso prolongado de antipsicóticos puede ocasionar otra enfermedad llamada discinesia tardía, que se trata de movimientos repetitivos que la persona no puede controlar. Si algún familiar está tomando antipsicóticos y presenta movimientos involuntarios repetidos, llama inmediatamente al médico tratante.

Las personas que padecen esquizofrenia pueden tener dificultad para conservar amigos, trabajar y sostener cualquier actividad que implique cierta formalidad. También pueden manifestar síntomas de ansiedad, la depresión y tener pensamientos o comportamientos suicidas, lo cual en algunos casos requiere de internación o supervisión constante.

Los síntomas iniciales suelen ser más leves y pueden ser confundidos con otra enfermedad, por lo cual el diagnóstico diferencial es muy importante. Entre los principales síntomas del comienzo de enfermedad están: como sentirse irritable o tenso, la dificultad para concentrarse y para dormir. Luego aparecen los problemas emocionales más serios y los comportamientos extraños o fuera de la realidad.

No existen pruebas orgánicas ni exámenes específicos para diagnosticarla. Un profesional de la salud mental podrá llegar a una conclusión. Se trabajará sobre todo duración de los síntomas, relación con los demás y el trabajo, antecedentes, abuso de sustancias y otros problemas de salud.

Es muy común que en la esquizofrenia se den cada tanto períodos de crisis o brote psicótico, durante los cuales la enfermedad se manifiesta a través de delirios y alucinaciones que pueden resultar un peligro para la integridad de la persona y de los que la rodean por lo que el paciente puede necesitar hospitalización por razones de seguridad.

Como el pensamiento simbólico o abstracto se encuentra alterado y hay pérdida de la realidad la terapia debe enfocarse en objetivos prácticos como son las habilidades sociales, o el poder desempeñarse en alguna situación laboral. La familia cumple un papel clave también.

Llevar hábitos de vida saludables como dormir bien, comer sano y realizar ejercicio en forma regular también mejoran al paciente esquizofrénico. Es fundamental que el tratamiento sea consistente y el profesional esté calificado, ya que debe evaluar si la persona puede vivir sola y la posibilidad de internación.

El pronóstico de la esquizofrenia es muy difícil de establecer, ya que la mayoría de las veces, los síntomas mejoran con los medicamentos, pero los problemas para socializar y trabajar pueden prolongarse, sobre todo debido al riesgo de que se repitan las crisis o brotes, especialmente en las etapas iniciales de la enfermedad. .