Dieta cetogénica (keto): pros y contras para la salud

La dieta cetogénica o keto enfatiza la pérdida de peso mediante la quema de grasa. Para ello se reduce drásticamente el consumo de carbohidratos, con el objetivo de entrar en un estado de cetosis (donde se forman cuerpos cetónicos). Es entonces cuando el cuerpo descompone la grasa corporal tanto dietética como almacenada, en lugar de la glucosa.

La dieta ceto permite el consumo de diferentes tipos de carnes no procesadas, pescados y mariscos, huevos, mantequilla, aceites vegetales, crucíferas (brócoli, coliflor, kale), aguacate, lácteos, frutos secos, bayas, agua, café y té. Aunque restringe el consumo de alimentos repletos de almidón y azúcar, como bebidas alcohólicas, gaseosas, panes, dulces, arroz, pasta, y papa.

Junto con la reducción de carbohidratos (aproximadamente entre 20 y 30 gramos (g.) diarios) un plan cetogénico también exige limitar el consumo de proteínas. La crema, mantequilla y el aceite son algunos de los alimentos que pueden convertirse en básicos de esta dieta. Aquí detallamos los pros y contras de este tipo de alimentación:

Muchas celebridades aseguran que es el secreto de su delgada figura. La evidencia científica muestra que la disminución de peso sería mucho más clara que con otras dietas bajas en carbohidratos, aunque este beneficio solo parece percibirse a corto plazo, desapareciendo esa ventaja con el tiempo.

Los profesionales advierten que siguiendo la dieta ceto podrías experimentar algunos problemas a corto plazo, como mal aliento, estreñimiento y síntomas parecidos a la gripe. Para evitar complicaciones, se aconseja beber mucha agua frente a esas circunstancias.

La dieta ceto fue diseñada para tratar a niños con epilepsia que no respondían a los tratamientos convencionales, y eso dio resultados desde 1920. Actualmente, diferentes estudios hallaron que la convulsiones en niños que consumían la dieta ceto se redujeron significativamente en comparación con aquellos que seguían otras dietas. Pero recuerda, este proceso debe ser supervisado por un profesional.

Debido a que es tan restrictiva, es realmente difícil de seguir a largo plazo. Los carbohidratos normalmente representan el 50% de una dieta americana típica. Una de las principales críticas de esta dieta es que muchas personas tienden a comer demasiadas proteínas y grasas de mala calidad a partir de alimentos procesados, con muy pocas frutas o vegetales.

Tras probar la dieta cetogénica en animales de laboratorio, no sólo se comprobó un mayor promedio de vida (aproximadamente 10 años), sino que también se notaron incrementos en la memoria, coordinación y fuerza durante la vejez. También se redujo la inflamación y la incidencia de tumores. Sin embargo, aún se necesitan más estudios en personas para corroborar estos beneficios.

Una dieta cetogénica implica un consumo ultra bajo de carbohidratos, entre 20 y 30 g. al día, el equivalente a una manzana pequeña. Según diferentes investigaciones, esto se vinculó con un menor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 e hígado graso.

A diferencia de otras dietas que tú mismo puedes gestionar día a día, la dieta cetogénica solo debe ser realizada bajo la supervisión de un médico o dietista, ya que, aunque se asocia a múltiples beneficios para la salud, lo hace a costa de producir profundos cambios en el organismo.

Debido al gran cambio que implica para el organismo la cetosis, es decir, la quema de calorías a partir de las cetonas y no de la glucosa, es necesario complementar la dieta con el uso de suplementos de vitaminas y minerales. Tu médico podrá recomendarte los mejores para que puedas cumplir correctamente con este tipo de alimentación.

Asociación Estadounidense de Nutrición y Dietética, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Sociedad Estadounidense de Nutrición, US News.