Cómo ayudar a alguien que padece depresión

La depresión es un trastorno complicado pero tratable. La padecen uno de cada 10 estadounidenses, hombres y mujeres, de todas las edades y clases sociales. Afecta todos los ámbitos de la vida y provoca dolor no sólo en quien la padece sino también en la familia. ¿Cómo ayudar a quien está sumido en la más profunda tristeza? ¿Qué decir y qué no decir?
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La depresión duele

"Es una oscuridad difícil de describir y entender, una oscuridad que duele. Las otras personas tienden a decirle que no es tan así y a dar sermones, que lo único que hacen es deprimir más a la persona deprimida" explicó en una entrevista televisiva la psicóloga cubana Marisa Azaret, del Miami Children's Hospital. "La depresión corre en familia, eso lo hemos visto en mellizos por ejemplo. Siempre pedimos el historial familiar", agregó.
¿Necesito ir al psicólogo?

La impotencia que invade

Muchas veces, cuando un amigo o familiar está deprimido nos invaden diferentes emociones difíciles de sobrellevar, como impotencia, frustración, ira, miedo, culpa tristeza, etc. Estos sentimientos son normales, no es fácil ver sufrir a nuestro ser querido. Sin embargo, hay algo que podemos hacer, es decir, sí es posible ayudar a una persona deprimida pero hay que saber cómo hacerlo.
Mitos sobre depresión
La impotencia que invade
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Informarnos

Muchas veces se piensa como personas débiles a quienes padecen depresión. Lejos de tratarse de una cuestión de voluntad, la depresión es una enfermedad mental grave. Aprender de qué se trata la enfermedad y cómo funciona, te ayudará a comprender por lo que está pasando el otro. Infórmate todo lo que puedas sobre los síntomas y características de la enfermedad.

Escucha

No es fácil hablar con alguien que tiene depresión. Muchas veces se sienten incomprendidos o atacados cuando intentamos acercarnos. En cualquier caso, es más importante escuchar que dar consejos y sermones. El simple hecho de hablar con alguien puede ser una gran ayuda, animarlo a compartir sus sentimientos sin juzgar probablemente le hará mucho bien. De esta forma sencilla, le estamos diciendo que nos importa y que damos crédito a su padecer.
Escucha
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Cómo empezar la conversación

Las personas deprimidas tienden a aislarse de los demás. La mejor forma de empezar una conversación sobre el tema es decirles que estás preocupado por él o ella, que lo ves cambiado, que no sabes qué le sucede y que te gustaría saber qué le está sucediendo. Escucha sin juzgar ni minimizar lo que te cuenta. No te muestres demasiado preocupado tampoco, porque si detecta que nos angustia su relato, puede sentirse culpable hasta por nosotros.
Cómo empezar la conversación
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Si no desea hablar...

No puedes forzar a una persona a hablar de lo que le pasa. Si ves que no desea hablar, dile que sólo estás interesado en escuchar cómo está, en saber desde cuándo le sucede y que tu única intención es que sepa que lo quieres y que estás para ayudarlo. Dile que puede contar contigo y que lo que le sucede es algo importante, aunque a veces cueste entenderlo, pero de lo que seguramente podrá salir. Que lo importante para tí es que se sienta bien.

Corazón abierto

Una vez que la persona abre sus sentimientos, debes introducir la idea de tratamiento y pedido de ayuda con sutileza. Muchas veces existe rechazo y estigma en relación a recurrir a un psicólogo o psiquiatra. A veces funciona la comparación con una enfermedad física. Decir por ejemplo, si tuvieras una úlcera sangrante irías al médico. Bueno, acá también necesitas ver a un profesional.
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Necesidad de tratamiento

Se trata de una enfermedad grave que acaba con la vida de muchas personas y por lo tanto, necesita tratamiento y atención profesional. Tu papel, si quieres ayudar a otro que sufre depresión, no es curarlo, sino apoyarlo e introducirle la idea de que pida ayuda y reciba tratamiento, tanto psicoterapéutico como psicofarmacológico. Muchas veces la idea de tratamiento viene después de que la persona toma conciencia de su enfermedad y estado.
Necesidad de tratamiento
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Ideas suicidas

Una de las características de la depresión severa son las ideas suicidas recurrentes. Se calcula que el 90% de los suicidios se relacionan con un cuadro depresivo. En Estados Unidos la cantidad de suicidios duplica a la de homicidios. "A veces la persona no dice me quiero morir, o voy a matarme, sino que las ideas suicidas pueden expresarse como 'siento que no hay salida'"explicó la experta.

Los hispanos, un grupo de riesgo

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) lo considera un grupo de riesgo. La inmigración puede considerarse una situación traumática en la vida de una persona, ya que puede llevar a la pérdida de seres queridos, discriminación y malas condiciones de vida. El problema es que menos del 10% de los hispanos que sufren una enfermedad mental pide ayuda y muchos no cuentan con seguro médico o recursos económicos.

Qué no decir

No le digas a una persona depresiva que todo está dentro de su cabeza, ni que todos pasamos por lo mismo en algún momento y ni que tiene que poner voluntad para salir. Mucho menos lo coloques en la situación de que está haciéndote esto a ti. Frases como ¿Yo no te importo? no funcionan. Tampoco le digas que si piensa en positivo, cambiarán sus ideas. Sería como decirle a un diabético que si piensa en positivo le bajará el azúcar en sangre.

Evita el desgaste

No tomes esto como personal, ni descuides tu persona. Es importante establecer límites para que tu propia salud mental no se vea afectada, ni tampoco tu vida personal. No se trata de ser el terapeuta del otro sino de que tu ser querido sienta que hay alguien interesado genuinamente en lo que le sucede.
Evita el desgaste
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Sin culpas

Nadie tiene la culpa de padecer una enfermedad. En cualquier caso, la familia deberá mostrarse segura y persistente sobre la necesidad de recurrir a un profesional y estar siempre dispuesta a acompañar al enfermo a la consulta médica y no oponerse, si lo aconsejan, a una internación.

Estar a su lado

Quienes nunca han atravesado un episodio depresivo suelen tener dificultad para entender el grado de sufrimiento, desamparo y pérdida de sentido en todas las cosas que padece quien sufre esta enfermedad mental. Tu familiar o amigo no necesita que le levanten el ánimo, sino que lo escuchen, que no lo juzguen. Lo que necesita es alguien que esté a su lado, respetando sus silencios y sus tiempos. No pidas explicaciones, él tampoco sabe qué le sucede
Estar a su lado
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Cuídate a ti mismo

No es fácil convivir con una persona depresiva. Muchas veces, quien lo cuida o lo acompaña se ve afectado/a anímicamente también. Es difícil compartir la vida y tener alrededor alguien que se ha instalado en la tristeza, que puede tener actitudes y comportamientos difíciles de entender, pero es importante que te cuides y no dejes de hacer las cosas que te hacen bien.
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