Cómo piensan los exitosos

El éxito no es un accidente, dicen los expertos, ni tampoco cuestión de suerte, aunque muchas veces la suerte cumple algún papel. Cuando vemos a una persona exitosa muchas veces sólo pensamos en sus reconocimiento pero no en sus esfuerzos, sus luchas, sus fracasos y el trabajo que le llevó llegar a ese lugar.

El éxito es el resultado de un proceso de trabajo y no sólo de hechos circunstanciales. La capacidad de aprender es un entrenamiento constante que jamás deberíamos perder y quienes triunfan son en general personas que confían en su capacidad de aprender y cuentan con perseverancia para enfrentar dificultades, opina el psicólogo de la Universidad de California Mathew DellaPorta, autor de varios trabajos en el tema.

La diferencia que hacen los líderes exitosos es que favorecen su individualidad y no montarse en el hombro de los otros empresarios exitosos. En otras palabras, ellos no intentan ser “el próximo Steve Jobs”, dice DellaPorta. Para ser exitoso, aprende de la gente que admiras pero no intentes imitarla. “Necesitas enfocarte en ser el primer tú, no el siguiente alguien más”, dice Della Porta.

Jeff Haden, experto en negocios y tecnología, ha estudiado varios hábitos de gente exitosa y artistas de rock que habían triunfado, ha presentado una serie de hábitos que ha encontrado entre esta gente y asegura que "la gente más exitosa en los negocios piensa diferente a los demás".

En al ámbito de los negocios, se habla de hábito como algo que hace referencia a una conducta adquirida que se aplica, pero en este caso, los expertos hablan de la habilidad instintiva de identificar, priorizar e invertir recursos, tiempo y esfuerzos en las diferentes cosas que nos interesan y por las razones correctas.

Otros autores como David Nour, autor de "Economía sobre las Relaciones" han tomado las ideas de Haden y han agregado la importancia de las relaciones y el asociarse con la gente correcta e idónea como una de las claves de las relaciones exitosas. Es por eso se habla de una "buena agenda" o de saber asesorarse y relacionarse como un verdadero capital de negocios.

Haden asegura que la gente exitosa se obliga a trabajar más duramente por lo que quiere porque no tiene redes de seguridad ni planes alternativos con lo cual, les tiene que ir bien en lo que hagan sí o sí. Nour agrega que los compromisos son siempre con otro, sobre otro y en relación a otro.

Trabajar, trabajar, trabajar. Esa es la fórmula de la gente exitosa, invierten horas de esfuerzo en desarrollar habilidades, dicen los expertos. Pero eso no ocurre en un lugar aislado del mundo sino en relación con los demás para poder lograr el mejor resultado posible. Toda conversación puede ser originadora de una idea.

"La gente exitosa habitualmente hace lo que el resto de la gente no hace", explica Haden. "Necesitamos perspectivas únicas, frescas, ver las cosas con nuestra propia lente, aprovechar cada interacción y ver a nuestro círculo íntimo, agrega Nour. No es fácil no seguir la corriente, por eso necesitamos una dosis extra de esfuerzo e ideas nuevas.

"Las mejores decisiones se toman cuando se considera el resultado final como el verdadero éxito", dice Haden. Pero eso, dice Nour, se da en el contexto de un mentor o coach. "Todos aprendemos de nuestras relaciones estratégicas".

Pero llegar a un objetivo no significa un punto final sino el comienzo de otro camino, de un nuevo objetivo. La forma de aprovechar nuestros contactos y nuestros círculos de influencia es cómo la gente exitosa aprende. Cada contacto con otros es una oportunidad de crecimiento y aprendizaje. Aprender de los demás es clave para ahora y para lo que viene.

Volverse un objeto de interés en sí mismo para los demás y saber venderse para ser escuchado es importante también. Toda nueva idea requiere de una buena presentación de ventas dada también por la imagen de quién la presenta. Existen muchos estímulos siempre dando vueltas y hay mucho ruido en el mercado. Es importante ser claro con el resultado esperado y con la forma de obtenerlo.

Los especialistas coinciden en que debemos apropiarnos de nuestros logros pero a la vez saber pedir disculpas y pedir ayuda a los demás cuando la necesitamos. Cualquier interlocutor puede ser válido para discutir nuestras ideas, esposos o esposas, madres, compañeros de trabajo y hasta nuestro jefe.

En temas de pareja, la disparidad de formación profesional no necesariamente es un problema. Un reciente estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison asegura que los las parejas no son más propensas a divorciarse si la esposa tiene un nivel educativo superior que el marido.

Desde los años 80, las mujeres tienen en proporción niveles de estudio superiores a los hombres, acorde con la investigación. "Las mujeres están formando cada vez más relaciones en las que la mujer tiene un nivel educativo superior, y ahora es más habitual que la esposa tenga un nivel educativo superior que el marido", explica una de las autoras del estudio.

Si quieres triunfar, debes sacar de tu cabeza las creencias que podrían estarte frenando. "La gente tiene una tendencia a auto-mutilarse”, asegura Della Porta. Es importante identificar cuáles son los objetivos o las actividades que te están estancando y modificar tus pensamientos y por ende, acciones para promover el éxito.