Cómo calmar la piel seca con remedios naturales

¿Sientes la piel tirante o áspera? ¿Se escama? ¿Pica? Entonces, tienes piel seca. Esta afección se caracteriza por un aspecto pálido y desvitalizado, con signos de descamación y agrietamiento. Si bien no se trata de una afección que deba preocuparte, puede resultar molesta y poco agradable.
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La piel seca puede deberse al clima, especialmente seco y frío, el calor que producen estufas y calefacciones, a baños y duchas calientes, nadar en piscinas con mucho cloro, utilizar ciertos tipos de jabones o detergentes que fomentan la sequedad, o a otras afecciones, tales como eczema o psoriasis.
Para combatir la piel seca, puedes recurrir a cremas rehidratantes que sellan la piel y evitan la pérdida de agua, limitar la exposición al agua caliente en las duchas, cubrir tu piel tanto como sea posible en invierno o utilizar guantes de goma al momento de lavar o limpiar. Otra forma efectiva de lograrlo es mediante una buena alimentación e hidratación:

Hidratación

Para prevenir la piel seca debes hidratarte correctamente. Bebe entre 2 y 2 ½ litros de agua diarios, además de mantener la humedad en la piel mejorarás el funcionamiento de tu organismo y prevendrás otras enfermedades y lesiones.
Hidratación
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Alimentos ricos en agua

Entre los mejores alimentos para combatir la piel seca se encuentran aquellos que contienen un alto porcentaje de agua. Elige frutas como sandía, piña, naranjas, melón o tomate, y vegetales como pepino, espárragos, apio, berenjena, rábanos, calabazas, coles, lechugas, espinacas o acelgas. De esta forma te hidratarás y obtendrás muchos nutrientes esenciales a la vez.

Omega 3

Los ácidos grasos Omega 3 son emolientes, humectantes naturales que revitalizan la piel seca. Ciertos pescados, como atún, caballa, arenque, salmón y sardinas, los frutos secos y vegetales de hoja verde son ricos en ácidos grasos y proteínas, ambos nutrientes esenciales y necesarios para ayudar en la reparación de las células cutáneas dañadas.
Beneficios comprobados del omega 3

Vitamina C

La vitamina C mantiene la piel sana, brillante, hidratada y también estimula la producción de colágeno. Aunque la fuente más conocida es la naranja, también puedes encontrarla en otras frutas, como limones, pomelos, mandarinas, kiwis, papaya, mango, frutos rojos (fresas, frambuesas o arándanos) o Camu Camu (el fruto con mayor concentración de esta vitamina).

Aceite de oliva

El aceite de oliva no solamente es un ingrediente básico de la dieta mediterránea, también es una excelente opción para cuidar nuestra salud, especialmente la de la piel. Esto se debe a que tiene un rico contenido de vitamina E y antioxidantes que permiten que cualquier zona áspera o reseca se hidrate rápidamente con éxito.
Aceite de oliva
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Aceite de almendra

Otro aceite rico en vitamina E que ofrece buenos resultados es el de almendra. Para obtener mayores beneficios, algunas personas suelen agregar una o dos cucharadas a su crema humectante, para potenciar la capacidad de hidratación de este poderoso bálsamo. Existe evidencia de que también ayuda a combatir las estrías y la inflamación.

Aceite de coco

Con la ayuda del aceite de coco se pueden eliminar con mayor facilidad las escamas de la piel cuando está muy reseca, dejándola mucho más suave y tersa. Esto es posible gracias a que ayuda a mantener la capa externa de queratina de la piel, manteniéndola flexible. Esta misma cualidad es de ayuda para hidratar el cabello.

Mascarilla de manzana y miel

Las mascarillas de manzana y miel son ideales para cuando la piel se encuentra reseca y muestra síntomas visibles de descamación y deshidratación. Para hacerla, mezcla una manzana rallada con una cucharada de miel y unas gotas de jugo de naranja. Las propiedades humectantes de la manzana ayudarán a revertir la sensación tirante.

Cuidado con las duchas

Bañarse una vez al día y tomar baños o duchas cortas con agua tibia, entre 5 y 10 minutos, es recomendable para evitar la resequedad de la piel. También recuerda que frotarte vigorosamente con una toalla durante el secado no solo irritará la piel, sino que eliminará la humectación. Por ello, seca con rapidez la piel dando suaves golpecitos en las piernas, pecho y brazos.
Cuidado con las duchas
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Jabones

Muchos jabones industriales pueden contener sustancias que producen reacciones en la piel, entre ellas, resequedad. Por eso, lo mejor es consultar con un dermatólogo para que te aconseje cuál es el mejor producto para tu cuerpo. Otra opción es recurrir a jabones naturales, como el de Alepo, que se componen principalmente de aceite de oliva y laurel, ingredientes beneficiosos para la piel.
Conoce los distintos tipos de jabones

Consulta al médico

Aunque la piel seca no es un fenómeno que deba preocuparte, debes prestar atención a ciertos factores de alerta. Si ves que grandes zonas de piel se desprenden o escaman, la picazón interfiere con tu sueño o actividades diarias, se producen llagas por el rascado y a pesar de los anteriores consejos la sequedad persiste, deberás consultar con un profesional.

Fuentes consultadas:

Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.
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