Qué alimentos incluir en una dieta antiinflamatoria
Por HolaDoctor
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Aunque la inflamación es una respuesta normal del organismo para defenderse de agentes extraños, muchas veces puede afectarnos. Una buena forma de prevenirla o mantenerla bajo control es mediante la alimentación. Conoce aquí qué puedes incorporar en tu dieta para lograrlo, y qué debes evitar.
La inflamación es un proceso que ocurre cuando el sistema inmunitario detecta un agente extraño, como bacterias o virus. El objetivo de esta respuesta es proteger, mediante los globulos blancos, potenciales infecciones o lesiones. Una vez que el peligro desaparece, la inflamación suele ceder.
Si la inflamación persiste, incluso cuando el cuerpo no se siente amenazado, puede convertirse en un problema. Esta situación puede causar: dolor, enrojecimiento, calor y rigidez o pérdida de la movilidad. También se ha relacionado con el desarrollo de diferentes enfermedades como cáncer, diabetes, artritis, depresión y Alzheimer.
Cómo tratar la inflamación
Los expertos en salud afirman que la solución a este problema no solo se encuentra en el uso de medicamentos. Una dieta antiinflamatoria puede combatir este proceso inmune a largo plazo. Prueba incorporar estos alimentos para encontrar alivio:
Tomates
El tomate es rico en una sustancia química llamada licopeno, que es el responsable de su color rojizo y posee propiedades antioxidantes. Aunque sus beneficios en pacientes con artritis reumatoide no están totalmente comprobados, muchos estudios encontraron que puede reducir la inflamación general. Al cocinarlo, ya sea para preparar salsas o bebidas, se concentran sus dosis de licopeno.
El aceite de oliva virgen posee un compuesto químico natural llamado oleocantal, que además de otorgarle su característico sabor, tiene propiedades antiinflamatorias con efectos similares al de los analgésicos.
Vegetales de hojas verdes
En esta categoría se encuentran vegetales ricos en vitamina E, como espinaca, lechuga, col rizada y brócoli. Esta vitamina tiene funciones antioxidantes e interviene en el sistema inmunitario, aportando protección al organismo contra ciertas moléculas proinflamatorias.
Frutos secos
Los frutos secos pueden actuar como antiinflamatorios naturales, principalmente las almendras, que son ricas en vitaminas E, fibra y calcio, y las nueces de nogal, que poseen ácidos grasos Omega 3. Esto genera un alto contenido de antioxidantes, que ayudan a nuestro cuerpo a controlar los posibles daños causados por una respuesta inflamatoria. Las mujeres son más sensibles que los hombres al efecto antiinflamatorio de este tipo de grasas.
Pescados grasos
El atún, arenque, caballa, salmón o sardinas, comparten un rico contenido en ácidos grasos Omega 3, puntualmente los denominados DHA y EPA. Se recomienda consumirlos al menos 2 veces por semana de manera saludable (hervido o al horno pero no frito) para aprovechar sus beneficios antiinflamatorios.
La gran mayoría de las frutas pueden aliviar la inflamación debido a sus altas concentraciones de antioxidantes. Pero aquellas que poseen grandes cantidades de antocianinas (un tipo de pigmento), son las más efectivas. Entre ellas se encuentran los arándanos, cerezas y fresas.
Dieta antiinflamatoria
Los expertos consideran que una buena manera de incluir esto alimentos y reducir los niveles de inflamación es mediante una dieta saludable en general. Para seguir los principios de la alimentación antiinflamatoria, ten en cuenta la dieta mediterránea, que es rica en frutas, vegetales, nueces, granos enteros, pescado y aceites saludables.
Qué alimentos inflaman
Existen diferentes alimentos y bebidas que por sus propiedades pueden causar inflamación. Algunos que debes evitar para que esto no suceda son: los carbohidratos refinados (pan blanco o pasteles), alimentos fritos, manteca, refrescos y otras bebidas azucaradas, carnes rojas (hamburguesas o filetes) y procesadas (salchichas o embutidos).
Fuentes consultadas
Arthritis Foundation, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.