El hígado es el responsable de realizar tareas importantes dentro del organismo, como la digestión de los alimentos, almacenamiento de energía y también se encarga de eliminar las toxinas. Ciertos hábitos podrían dañar este órgano, arruinar funciones básicas y vitales y mandarte al hospital.
Por ejemplo, el consumo excesivo de azúcar refinada puede ocasionar acumulación de grasa en el hígado y por consiguiente, enfermedades hepáticas. De hecho, un artículo publicado en la revista Nature sugiere que el azúcar puede ser igual de perjudicial que el alcohol, aún si no se tiene sobrepeso.
Si se padece este problema, puede llevar a que se acumule grasa en las células del órgano, lo cual puede conducir más tarde a presentar enfermedad del hígado graso no alcohólico. Y si se tiene diabetes el riesgo de padecerlo es mucho mayor.
(Academia Americana de Médicos de Familia)
Es posible encontrarla en los huevos, leche, así como en las frutas y verduras frescas. La vitamina A ofrece varios beneficios al organismo, como mejorar la visión, fortalecer huesos y sistema inmunológico. No obstante, en exceso puede afectar al hígado. Por ello no consumas más de 10,000 UI (unidades internacionales) al día.
4. Tatuajes
Las probabilidades de infectarse de hepatitis C pueden aumentar considerablemente cuando se hace un tatuaje utilizando equipo y herramientas que no están bien esterilizados. Para evitar esto, la Biblioteca Nacional de Medicina recomienda echar un vistazo a la tienda y al historial de los clientes.
Además del azúcar se cree que los edulcorantes artificiales, presentes en las bebidas sin alcohol, podrían alterar la función hepática, según una investigación de The Nurses Health Study tras evaluar las dietas de un grupo de personas. No obstante, no hay pruebas contundentes al respecto.
6. MSG
El glutamato monosódico se encuentra presente en muchos alimentos dietéticos bajo el nombre de “proteína hidrolizada vegetal”, “extracto de levadura o soja”. Sin embargo, investigaciones sobre animales sugieren que este componente también puede conducir a la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
7. Antidepresivos
Algunos antidepresivos han tenido que ser retirados del mercado por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) debido a que dañan el hígado. Es por ello que se recomienda que si estás tomando antidepresivos hables con tu médico para asegurarte que estás ingiriendo la dosis más pequeña posible.
Se encuentran mayormente en los alimentos envasados y en los productos horneados. Llevar una dieta rica en grasas trans no sólo incrementa las posibilidades de subir de peso, sino también ocasiona daños en el hígado como cicatrizaciones. (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades)
9. Consuelda
Es una planta muy común en Europa y Asia que puede conseguirse en algunas tiendas de herbolaria del país y cuyo uso frecuente es en la preparación de cremas. A pesar de ayudar a desinflamar y mantener sana la piel, también posee propiedades que afectan al hígado, por lo que se sugiere emplearla no por más de 10 días seguidos.
No porque la etiqueta diga que el producto es “natural” es seguro. Como muestra la kava kava, una hierba que pese a que es capaz de aliviar los síntomas de la menopausia, puede provocar hepatitis y varios daños hepáticos. Antes de emplear dicha hierba platica con el médico.
Seguir acciones como reducir el consumo de alcohol, hacer ejercicio, llevar una alimentación baja en grasas, evitar compartir cuchillas de afeitar o cepillos de dientes, así como evitar tatuarse o perforarse con equipo no esterilizado ayudará a mantener este órgano en óptimas condiciones.