Nuevas revelaciones sobre el Zika han dejado claro que todavía representa un riesgo para las mujeres embarazadas y sus hijos: Los bebés afectados aún requieren atención médico y la posibilidad de contraer el virus sigue latente.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que actualmente cerca de uno de cada siete bebés nacidos de madres que tuvieron una infección por el virus del Zika han tenido problemas de salud a causa de la exposición al virus. Pero muchas de estas afecciones no se detectaron al momento de nacer.
Su informe Signos Vitales señala que después de estudiar casi 5,000 embarazos que ocurrieron en territorios de Estados Unidos donde había Zika (Puerto Rico, Samoa, Islas Vírgenes) y a 1,450 bebés nacidos de estos embarazos, encontraron que las evaluaciones y el monitoreo de muchos de estos niños no se llevaron no se hicieron según los protocolos.
Citan que, por ejemplo, al 95% se le hizo un examen físico a las dos semanas de nacer, pero solo al 36% se le practicó la prueba de la vista que se recomienda. En general, muchos de estos bebés y niños necesitan cuidados de salud.
“Sabemos que la infección por el virus del Zika durante el embarazo puede causar problemas graves de salud en los bebés, como defectos de nacimiento y problemas de visión, incluso afecciones que no siempre son evidentes al nacer”, dijo en un comunicado el director de los CDC, Robert Redfield. De allí surge la importancia de practicar pruebas de detección para identificar y atender de forma oportuna las posibles complicaciones y deben hacerse así los niños aparenten estar sanos.
El peligro está latente
El virus del Zika aún presenta un riesgo para las mujeres embarazadas y sus bebés. Además de los casos en territorios estadounidenses con Zika que menciona el estudio, los resultados de laboratorio mostraron que hay o pudo haber infecciones en cerca de 2,500 embarazos registrados en estados del país. La mayoría de las infecciones ocurrieron mientras se realizaba un viaje.
El Zika se puede transmitir por la picadura de un mosquito infectado, pero también de una madre embarazada a su bebé, a través de las relaciones sexuales o por una transfusión de sangre. La mayoría de los casos en los Estados Unidos se debieron a picaduras de mosquitos durante viajes a áreas con riesgo del virus.
Aunque en el mundo la transmisión ha disminuido, el virus se sigue propagando a niveles bajos en muchas regiones: unos 100 países y territorios todavía son considerados áreas de riesgo. Por esta razón, los CDC continúan evaluando evidencias y recomendaciones.
En el caso de las mujeres embarazadas, la sugerencia es que no viajen a áreas de riesgo. Para los hombres hay nuevas recomendaciones: si han tenido una posible exposición al virus y están planeando concebir con su pareja, deben esperar al menos tres meses después de haber presentado síntomas o del posible contacto (viajar a un área con riesgo de Zika, por ejemplo). Este plazo también se aplica a los que no estén planeando concebir, pero desean prevenir la transmisión sexual.
Las recomendaciones se basan en nuevos hallazgos que indican que el riesgo del virus en el semen parece disminuir durante los tres meses posteriores a la aparición de los síntomas. Y siguen instando a usar condones o a evitar las relaciones sexuales a aquellos hombres con posible exposición al virus, cuya pareja esté embarazada, para evitar contagio.
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