Cada 15 de octubre, se conmemora en los Estados Unidos el Día Nacional Latino de Concientización sobre el Sida (NLAAD), con la meta de seguir creando conciencia sobre un problema de salud pública que aun no está erradicado: en 2019, más de 10,000 hispanos recibieron un diagnóstico de VIH, lo que representa el 29% de todos los nuevos casos en el país y en sus territorios. Muchos de estos casos llegan a la consulta médica cuando ya avanzaron a la etapa de Sida, habiendo perdido una ventana de oportunidad invalorable para comenzar tratamientos que suman años y calidad de vida.
Los números no solo reflejan deudas pendientes en los Estados Unidos. En Latinoamérica, también en 2019, 2.1 millones de personas vivían con VIH, con 120,000 nuevas infecciones y 37,000 muertes ese año. El acceso a los tratamientos y a PrEP, la medicina preventiva, siguen siendo esquivos.
Hacia 2005, la región había alcanzado un tasa de acceso al tratamiento del 20%, alta comparada con el 3% en el Africa Subsahariana. Pero en la última década, el progreso se ha desacelerado, y entre 2010 y 2020, el número de casos en Latinoamérica ha aumentado en un 21%, en comparación con una baja de 23% a nivel mundial.
Tanto en los Estados Unidos como en Latinoamérica, los desafíos son similares: seguir educando sobre las posibilidades de prevención, y lograr que todas las personas tengan acceso a la información y a la atención del VIH.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), de 2015 a 2019, los nuevos diagnósticos de VIH disminuyeron un 7% entre las mujeres hispanas y un 11% entre los hombres jóvenes hispanos y bisexuales. Si bien esta baja muestra el éxito de esfuerzos enfocados, todavía hay mucho más trabajo por hacer porque los números de las estadísticas no bajan como debieran.
Del 29% de los nuevos casos de VIH en los Estados Unidos, el 38% fueron en jóvenes hispanos de entre 25 y 34 años. Según el doctor Demetre Daskalakis, director de la División de Prevención del VIH de los CDC, "muchos factores sociales y estructurales, como los ingresos limitados y el acceso a la atención médica, la inestabilidad de la vivienda, la discriminación, la homofobia, la transfobia y el racismo sistémico tienen una influencia significativa en la salud general de algunas personas latinas y pueden ser barreras para acceder a las pruebas de detección del VIH, la prevención del contagio y, eventualmente a los tratamientos".
Estas barreras pueden limitar la aceptación de los servicios de VIH de diferentes maneras, incluida la prevención: muy pocas personas hispanas conocen las ventajas, y utilizan, la Profilaxis de Pre Exposición (PrEP). Los hallazgos reflejados en la edición del 8 de octubre de Morbidity and Mortality Weekly Report (el informe semanal de los CDC) indican que en 2019, solo 1 de cada 4 personas latinas que se sometieron a una prueba de VIH financiada por los CDC conocían la PrEP, y solo 1 de cada 5 que eran elegibles para esta opción preventiva fueron remitidos a proveedores específicos de estos tratamientos por sus médicos.
La campaña Detengamos Juntos el VIH, de los CDC, aborda estas disparidades e inequidades en la salud. Algunas de sus estrategias centrales incluyen:
- Implementar programas de autoprueba del VIH para hacer que las pruebas sean más accesibles,
- Aumentar la disponibilidad de herramientas de prevención del VIH, como PrEP, y
- Ayudar a las personas que viven con VIH a mantenerse sanas vinculándolas rápidamente con el tratamiento y la atención del VIH.
- Aumentar la educación y uso de PrEP, para lograr superar el 50% de aceptación entre las personas elegibles para utilizar este recurso terapéutico
Se puede prevenir
En el mundo, 38 millones de personas viven con VIH.
En 2019, 1.7 millones de personas contrajeron el virus, y 690,000 murieron por causas relacionadas con el SIDA.
En los Estados Unidos, se estima que 1.2 millones de personas tenían VIH a finales de 2018. Pero se cree que el número es mucho mayor, porque muchos no saben que portan el virus porque nunca se han hecho la prueba.
Mientras se espera por una vacuna que finalmente logre prevenir la infección que causa el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), una píldora de una toma diaria puede cambiar el destino de miles de personas.
La Profilaxis de Pre Exposición (PrEP), es una pastilla de una toma diaria que pueden consumir personas que no portan el VIH, para tener una protección adicional. Se lanzó al mercado en 2012 en los Estados Unidos, con el nombre comercial de Truvada.
En Latinoamérica, México, Perú, Agentina, Chile y Brasil, aprobaron el uso de PrEP y tienen programas gubernamentales que la financian.
PrEP demostró en ensayos clínicos, que reduce el riesgo de contraer el VIH por vía sexual hasta en un 90%, cuando se la toma tal cual se la receta.
Para saber si PrEP es una buena opción, es esencial hablar con el proveedor de salud sobre la propia vida sexual —con cuántas personas se tiene sexo, si usan o no condón, o si recientemente se ha padecido una enfermedad de transmisión sexual—, para que el médico decida si la recomienda o no.
Respuestas sobre el VIH
(Extraídas de MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos)
¿Qué es el VIH?
VIH significa virus de inmunodeficiencia humana. Es un virus que daña el sistema inmunitario al destruir un tipo de glóbulos blancos que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones. Esto pone en riesgo de sufrir infecciones graves y ciertos tipos de cáncer.
¿Qué es el sida?
Sida significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Es la etapa final de la infección por VIH. Ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo está muy dañado por el virus. No todas las personas con VIH desarrollan sida.
¿Cómo se transmite el VIH?
El VIH se puede propagar de diferentes formas:
- A través de relaciones sexuales sin protección con una persona con VIH. Ésta es la forma más común de transmisión
- Compartiendo agujas para el consumo de drogas
- A través del contacto con la sangre de una persona con VIH
- De madre a bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia
¿Quiénes tienen riesgo de contraer la infección por VIH?
Cualquier persona puede contraer el VIH, pero ciertos grupos tienen un mayor riesgo:
- Personas que tienen otra enfermedad de transmisión sexual (ETS). Tener una ETS puede aumentar el riesgo de contraer o transmitir el VIH
- Personas que se inyectan drogas con agujas compartidas
- Hombres homosexuales y bisexuales, especialmente aquelloss que son afroamericanos o latinos
- Personas que tienen conductas sexuales de riesgo, como no usar condones
¿Cuáles son los síntomas del VIH y del sida?
Los primeros signos de infección por VIH pueden ser síntomas similares a los de la gripe:
- Fiebre
- Escalofríos
- Sarpullido
- Sudores nocturnos
- Dolores musculares
- Dolor de garganta
- Fatiga
- Ganglios linfáticos inflamados
- Úlceras en la boca
Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer en un plazo de dos a cuatro semanas. Esta etapa se llama infección aguda por VIH.
Si la infección no se trata, se convierte en una infección crónica por el VIH. A menudo, no hay síntomas durante esta etapa. Si no se trata, eventualmente el virus debilitará el sistema inmunitario. Entonces la infección avanzará a sida. Ésta es la última etapa de la infección por VIH. Con el sida, el sistema inmunitario está gravemente dañado. Se pueden contraer infecciones cada vez más graves, conocidas como infecciones oportunistas.
Es posible que algunas personas no se sientan enfermas durante las primeras etapas de la infección por VIH. Entonces, la única forma de saber con certeza si se tiene el VIH es hacerse la prueba.
¿Cómo sé si tengo VIH?
Un análisis de sangre puede indicar si tienes una infección por VIH. Un profesional de salud puede realizar la prueba o puede usar un kit de prueba en el hogar. También puede utilizar el localizador de pruebas de los Centros para el Control y prevención de Enfermedades (CDC) para encontrar sitios donde realicen la prueba sin costo.
¿Cuáles son los tratamientos para el VIH y para el sida?
Si bien no existe cura para la infección por VIH, se puede tratar con medicamentos, lo que se conoce como terapia antirretroviral. Esta puede volver la infección por VIH en una enfermedad crónica manejable. También reduce el riesgo de transmitir el virus a otras personas.
La mayoría de las personas con VIH viven una vida larga y saludable si reciben y continúan con la terapia antirretroviral. También es importante que se cuiden. Contar con el apoyo que necesitan, llevar un estilo de vida saludable y recibir atención médica regular puede ayudar a disfrutar de una mejor calidad de vida.
Condones, antes, ahora y siempre
El uso correcto y constante de los condones de látex para hombres reduce el riesgo de contraer el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y de la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual (ETS)
A menos que la persona se abstenga de tener sexo, o esté en una relación monógama mutua, la protección debe ser constante, muchas ETS no presentan síntomas, por eso la persona ni siquiera puede saber que porta una infección.
La eficacia de los condones en la prevención de las ETS y del VIH ha sido demostrada tanto por estudios epidemiológicos como de laboratorio. La eficacia de los condones se comprueba eb base a datos teóricos y empíricos sobre la transmisión de las diferentes ETS, las propiedades físicas de los condones y la protección o cobertura anatómica que proporcionan.
Los estudios de laboratorio han demostrado que los condones de látex actúan como una barrera eficaz aun contra los microorganismos más pequeños de las ETS.