Ingenieros del Massachusetts Institute of Technology (MIT) desarrollaron una nueva tecnología que podría permitir que las distintas vacunas de la infancia se den en una sola inyección.
El nuevo método de fabricación tridimensional de microcápsulas que liberaran las diferentes partículas de la vacuna, exactamente a los nueve, 20 y 41 días después de haber sido inyectadas por primera vez, resultó exitoso en las pruebas con ratones. Las microcápsulas son biodegradables y están diseñadas para romperse en el momento justo para liberar la dosis de la vacuna en el cuerpo.
Los investigadores informaron sobre este hallazgo en la revista Science.
Impacto mundial
"Estamos muy entusiasmados con este trabajo porque, por primera vez, podemos crear un catálogo de diminutas partículas de vacunas encapsuladas, cada una programada para liberar en un tiempo preciso y predecible, de modo que la gente pueda recibir una sola inyección. Esto podría tener un impacto significativo en los pacientes de todo el mundo, especialmente en el mundo en desarrollo, donde el cumplimiento del paciente con la vacunación es particularmente pobre ", señaló en un comunicado Robert Langer, profesor del Instituto David H. Koch en el MIT.
Las vacunas infantiles se administran actualmente espaciadas en el tiempo y con inyecciones diferentes, y en algunos casos esto provoca angustia tanto a los padres como a los niños.
En los Estados Unidos los requisitos de vacunación infantil varían ligeramente de un estado a otro. Pero los 50 estados y Washington, D.C., requieren que los niños se vacunen contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (pertussis), el polio, el sarampión y la rubéola.
La nueva tecnología podría incluir todas estas vacunas dadas en un solo pinchazo, si bien todavía este enfoque no ha sido probado en pacientes.
También para inyecciones regulares
La nueva tecnología implica el uso de moldes microscópicos de silicona para formar las micropartículas que se llenan con la vacuna o fármaco y se dejan secar. Luego se añade una tapa y se calienta todo el módulo para sellarlo.
Dentro del cuerpo, las cajas permanecen selladas hasta que las micropartículas se rompen, el tiempo puede ser determinado por los científicos, sobre la base de la composición de los materiales utilizados.
Los materiales utilizados para fabricar las cápsulas ya han sido aprobados para su uso en seres humanos, por eso probable que toda la tecnología se pruebe pronto en personas.
El método también se puede utilizar para ayudar a las personas que requieren inyecciones regulares, como las personas con diabetes o alergias graves.
Ahora, uno de los desafíos que enfrentan los investigadores es cómo adaptar las vacunas, que generalmente se refrigeran para mantenerlas estables, de modo que puedan ser almacenadas en el cuerpo humano a una temperatura mucho más alta de 37ºC.