El grupo investigador asegura haber identificado el primer biomarcador de la depresión y consideran que gracias a esta prueba se podría identificar aquellos niños que podrían tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad y así proporcionar tratamiento preventivo.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, intentó establecer una forma de poder predecir los cuadros de depresión en las personas, de la misma forma que uno puede establecer el riesgo de tener una enfermedad cardíaca.
Puntos clave
- La hormona del estrés o cortisol, podría ser un indicador de riesgo de depresión.
- Las mujeres normalmente tienen un nivel de cortisol más elevado que lo normal.
- El test sería válido sólo para varones, pero funciona como un buen biomarcador.
Si bien el método desarrollado fue muy efectivo en los varones, no resultó lo mismo en el caso de las mujeres.
La importancia de la prevención
El poder detectar y anticipar un cuadro depresivo a temprana edad es de mucha importancia ya que el 75% de los cuadros de enfermedades mentales se desencadenan antes de los 24 años.
Por otra parte, el pronóstico de la enfermedad es mucho peor cuando la depresión se inicia durante la adolescencia que cuando lo hace en la edad adulta y los adolescentes no tratados tienen una mayor probabilidad de consumir drogas, de problemas sociales de adaptación, de enfermar e incluso de suicidio.
Si bien se puede medir el nivel de cortisol, el grado de estrés de la persona y por intermedio de una serie de cuestionarios clínicos se pueden documentar sentimientos de soledad y tristeza, aún no existe una forma efectiva de poder determinar quién desarrollará una depresión y quién no.
Cómo se realizó la investigación
El estudio realizado y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences se basó en la evidencia científica de 1858 adolescentes los cuales fueron evaluados por el nivel de hormonas y por una serie de cuestionarios sobre su estado de ánimo y bienestar en general.
La investigación duró unos tres años de recolección de datos y seguimientos de los jóvenes. Los investigadores llegaron a la conclusión de que ambos indicadores eran confiables para evaluar el riego de depresión clínica en forma mayor cuando se daban los dos en forma conjunta que cuando sólo se daba uno de los dos.
Los sujetos fueron divididos en dos grupos de 660 y 1.198 adolescentes que fueron entrevistados sobre sus síntomas de depresión, además de tomar muestras de saliva para cuantificar los niveles de cortisol.
En función de los resultados, dividieron a los participantes en 4 grupos: el primero eran quienes tuvieron niveles normales de cortisol por la mañana y bajos síntomas de depresión y así sucesivamente hasta el cuarto, que incluía a los que tenían cifras elevadas de cortisol y síntomas de depresión.
Ese último lo formaban el 17% o uno de cada seis participantes. Cuando estaban los dos indicadores presentes, es decir el test de cortisol y los cuestionarios, el riesgo de depresión era de 14 veces mayor que cuando había solo uno de los indicadores presentes.
Según los investigadores, uno de cada seis jóvenes varones podían ubicarse en la categoría de alto riesgo y la mitad de ellos fueron diagnosticados con depresión clínica en los tres años que llevó la investigación.
"La depresión es una enfermedad terrible que afecta a nada menos que 10 millones de personas en el Reino Unido...nuestra investigación nos ayuda estratégicamente para prevenir e intervenir en aquellos individuos más en riesgo para poder reducir el riesgo de sufrir episodios graves de depresión y sus consecuencias", explica el Profesor Ian Goodyer, uno de los que realizó la investigación.
Si bien las mujeres tienen el doble de riesgo de sufrir depresión que los hombres en algún momento de sus vidas, esta investigación no resultó tan efectiva para diagnosticar su riesgo, ya que normalmente las mujeres tienen índices de cortisol más elevados que los hombres y que lo normal, con lo cual el indicador no sería preciso.
Goodyer y sus colegas han analizado la probabilidad de desarrollar depresión mayor y otros trastornos psiquiátricos durante 12 a 36 meses después en los 1.858 adolescentes que participaron en el estudio.
Como conclusión, los del cuarto grupo tenían 14 veces más probabilidades de sufrir depresión mayor que los del primero, y que además eran de dos a cuatro veces más propensos que cualquiera de los otros dos grupos.
La identificación de marcadores biológicos para la depresión ha sido proceso sido lento y frustrante, según dicen los expertos, estos resultados podrían ser alentadores, ya que el disponer de un marcador biológico que permita identificar los jóvenes con riesgo y diseñar estrategias en salud mental que permita prevenir y tratar estos casos.