"Esta mañana ha ocurrido una terrible tragedia. Estamos devastados por informar que nuestro querido hermano, hijo y amigo, Sawyer Sweeten, se quitó la vida. Le faltaban unas semanas para cumplir 20 años", dijo ayer la familia en un comunicado y pidió que se respete la privacidad del actor que interpretaba a Geoffrey Barone en la exitosa serie durante los años 1996 y 2005.
Sweeten, nació en Brownwood (Texas), participó en la comedia junto su hermano gemelo, Sullivan, y también su hermana, Madylin. Con sólo 16 meses ya él y su hermano estaban en la serie por primera vez. Su hermano gemelo interpretaba a su gemelo de ficción Michael Barone, mientras que su hermana Madylin daba vida a Ally Barone.
La serie "Todo el mundo quiere a Raymond", emitida por el canal de televisión CBS, logró numerosos premios Emmy, entre ellos como mejor serie de comedia en los años 2003 y 2005.
Un adolescente en sufrimiento
Poco se sabe aún sobre este caso en particular y en general, se evita hablar y comentar detalles de una tragedia semejante por respeto a la privacidad y porque existe la idea de que no es conveniente diseminar muchos datos sobre este tipo de casos.
Lo que se sabía del actor era que se encontraba visitando a su familia en Texas.
Los motivos detrás del suicidio o de un intento de suicidio en un adolescente suelen ser complejos. Si bien no es algo muy común, más bien bastante raro, el suicidio es la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años de edad, de acuerdo con los datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Los primeros son accidentes y homicidio.
Ese riesgo, dicen los expertos de KidsHealth, aumenta cuando el joven tiene acceso a un arma en la casa, ya que la gran mayoría lo ejecutan de esa forma.
Sin embargo, lo cierto es que la tragedia de la muerte de un joven debido a desesperanza o frustración abrumadoras resulta devastadora para todos: la familia, los amigos y la comunidad. Todos suelen quedarse con la duda y el remordimiento de pensar si hubieran podido hacer algo para impedir esa situación.
Aprender e investigar un poco más acerca de los factores que podrían llevar un adolescente a tomar una decisión así, aunque muchas veces no es evitable.
El torbellino adolescente
La adolescencia es una edad complicada tanto para jóvenes como para sus padres. Se consolida la identidad, las relaciones sociales toman una importancia a veces desproporcionada y existe la necesidad de demostrar independencia, lo cual a menudo entra en conflicto con las reglas y expectativas de sus padres y de la sociedad.
Puede ser una etapa difícil ya que en general el joven ya no se siente ni niño ni adulto y todo lo que preocupa en otras etapas, en la adolescencia puedes ser considerado dentro de cierta normalidad. Es una época de crecimiento y posibilidades pero también de grandes presiones.
Entre los factores de riesgo a tener en cuenta están: quienes tienen antecedentes o han sido diagnosticados con problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio, corren riesgos más altos. También hay que tener en cuenta cómo atraviesan los adolescentes los cambios importantes de la vida como el divorcio de los padres, las mudanzas, el abandono de uno de sus padres, etc.
Se calcula que el 95% de las personas que fallecen por suicidio tienen un trastorno psicológico al momento de morir, sentimientos de angustia, irritabilidad o agitación, sentimientos de desesperanza y de complejo de inferioridad que con frecuencia. También hay que considerar como factor de riesgo el tema de la identidad sexual, se ve mucho en adolescentes homosexuales o bisexuales que sienten que su familia no lo apoya, en casos de abuso físico o emocional y en la falta de un grupo de apoyo, mala relación con los padres y carencia de espacio para poder compartir sus sentimientos y emociones.
Señales de alarma
El suicidio en adolescentes ocurre con frecuencia luego de algún evento estresante en la vida, como problemas en la escuela, la rotura con un novio o novia, la muerte de un ser querido, un divorcio o un fuerte conflicto familiar.
Entre las señales de alarma a tener en cuenta, explican los expertos, debe prestarse atención a las siguientes, ya que los adolescentes en riesgo suelen: mencionar el suicidio o la muerte en general, insinuar que ya no estarán más, mencionar los sentimientos de desesperanza o de culpa, retraerse de amigos o de la familia, escribir canciones, poemas o cartas sobre la muerte, la separación y pérdida, empezar a regalar objetos valiosos a hermanos o amigos, perder el deseo de participar en cosas o actividades predilectas, tener dificultades para concentrarse o pensar con claridad, mostrar cambios en hábitos de alimentación o de dormir, participar en comportamientos riesgosos y perder interés en la escuela o en los deportes.
Es importante tratar de mantener siempre con los adolescentes la comunicación lo más abierta posible y si no lo ves bien, expresar tu preocupación y tu amor por él.
Si notas que no se siente cómodo hablando contigo, ofrécele ayuda profesional. Es importante darle lugar a sus cosas y no minimizar lo que le pasa, ya que esto podría aumentar más sus sentimientos de desesperanza e incomprensión.
En un caso de emergencia, puedes llevarlo a una guardia de un hospital donde le realizarán una evaluación psiquiátrica o llamar al (800) SUICIDE