Los responsables de blogs "pro-ana" (pro anorexia), "pro-mia" (pro bulimia) y de "thinspiration" (inspiración para la delgadez) envían mensajes diarios directamente a los teléfonos móviles de los interesados.
"Llegan a jóvenes muy vulnerables", comentó Dina Borzekowski, profesora asociada de la Facultad de salud pública Bloomberg de la Johns Hopkins. "Cuando la Internet se usa a cualquier hora de la noche, los niños tienen un acceso fácil a ella. Es anónimo. Pueden obtener respaldo e información para lo que están haciendo".
Para el nuevo estudio, Borzekowski y sus colegas llevaron a cabo una revisión sistemática de 180 sitios que promueven los trastornos alimentarios. Lo que encontraron fue sorprendente y aterrador.
Alrededor del 91 por ciento de los sitios estaban abiertos al público (aunque muchos advertían que no querían "aficionados"), y alrededor del 79 por ciento tenía características interactivas, como calculadoras de calorías y de índice de masa corporal (IMC).
Alrededor de 16 por ciento ofrecía un "credo" o un "juramento a Ana", como los "Mandamientos de la delgadez", o las diez reglas de los trastornos alimentarios, como: "No comerás sin sentirte culpable", "No comerás algo que engorde sin castigarte después", y "Lo más importante es lo que diga la báscula".
Alrededor del 42 por ciento proporcionaba un lugar para publicar arte y poesía, algunas muy perturbadoras:
"Algunos nos ven y creen que estamos locos
que poco saben en realidad
pasan a nuestro lado y nos miran
como si esto fuera una exhibición de enfermos
¿es que no ven?
los que estamos equivocados no somos nosotros
ellos matan sus cuerpos con aceites y grasas,
pero nosotros no ponemos nada en los nuestros".
La "inspiración a la delgadez", como fotos o videos de modelos y actrices muy delgadas, se encontraba en 85 por ciento de los sitios. Y casi 43 por ciento daba indicaciones específicas sobre cómo ocultar los trastornos alimentarios, según el estudio.
Se sabe que los pacientes de trastornos alimentarios hacen un gran esfuerzo por ocultar su delgadez, explicó el Dr. Ira Sacker, especialista en trastornos alimentarios, lo que incluye beber mucha agua antes de pesarse y esconder pesas en la ropa.
Alrededor de un tercio de los sitios incluía información sobre la recuperación o el tratamiento, aunque apenas trece por ciento de ellos contenía una declaración explícita de que los trastornos alimentarios son un problema.
"Algunas personas que crean estos mensajes apoyan lo que hacen, mientras que otra fracción se da cuenta de que es problemático y de que están sufriendo", apuntó Borzekowski. "Hay mensajes mezclados".
El estudio aparece en la edición del 17 de junio de la revista American Journal of Public Health.
Investigaciones anteriores sugieren que los adolescentes expuestos a sitios web que promueven los trastornos alimentarios tienen mayores niveles de insatisfacción corporal que los adolescentes que no han sido expuestos. Otros estudios encontraron que los adolescentes que pasaban tiempo en estos sitios tienden a tener trastornos que son más difíciles de tratar, según la información de respaldo del estudio.
Sacker ha estado tratando a pacientes de trastornos alimentarios durante casi 40 años. Puede recordar la inquietud que sintió cuando comenzó a ver sitios que promovían los trastornos alimentarios a principios de los 90.
"Son realmente perturbadores", señaló Sacker. "Las personas en estos sitios desean usar el trastorno alimentario como su identidad, y quieren comunicarse con otros como ellos. Eso les hace creer que es seguro, que cuentan con una comunidad, lo que refuerza que lo que hacen está bien. Es casi como un grupo de animadoras".
En 2001, los motores de búsqueda de Yahoo y MSN aceptaron desactivar los sitios que promovían los trastornos alimentarios de manera muy obvia, según la información de respaldo del artículo.
Sacker lamentó que no hizo gran diferencia. Con el tiempo, las ofertas en línea para los que sufren de trastornos alimentarios se han vuelto más sofisticadas. El texto y las fotos de modelos esqueléticas se han convertido en videos, grabaciones, blogs y grupos de Facebook.
"Los padres deben tener esto en cuenta e imponer límites a lo que hacen sus hijos en Facebook o en estos sitios", aconsejó Sacker. "Aunque algunos sitios hablan de recuperación, la mayoría puede empeorar o prolongar la enfermedad".
Aunque hay muchas excepciones, el perfil típico de alguien que sufre un trastorno alimentario es una persona muy inteligente, un perfeccionista motivado que "siente que no es lo suficientemente bueno, sin importar lo que haga, y que busca alguna forma de control", explicó Sacker.
El contenido de los sitios que promueven los trastornos alimentarios reflejaba dichos temas, y el 83 por ciento hablaba del "éxito", el 81 por ciento del "control", el 80 por ciento de la "perfección", y el 76 por ciento de la "solidaridad", según el artículo.
Las personas que sufren de trastornos alimentarios pueden también tener depresión, ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo u otras afecciones de salud mental.
Sacker señaló que la obsesión por perder peso opaca todo lo demás. "Se obsesionan totalmente con los espejos. Saben más sobre nutrición que la mayoría de nutricionistas. Pierden a sus amigos y se aíslan socialmente por el trastorno", dijo Sacker.
Los medicamentos, entre ellos estabilizadores del estado de ánimo, ansiolíticos y antidepresivos pueden ayudar a algunos pacientes de trastornos alimentarios, comentó Sacker.
Más información
Para más información sobre los trastornos alimentarios, visite la Academia Estadounidense de Médicos de Familia.
Artículo por HealthDay, traducido por DrTango